31 may 2015

CICLA: Trabajar cansa


  "El hombre ha sido creado no para dudar sino para trabajar."
                                                                                              Thomas Carlyle 

La opera prima de Juliana Rojas y Marco Dutra, fue la tercera y última película que tuvimos oportunidad de ver en esta Cita con el cine latinoamericano; Dutra y Rojas, que han trabajado desde que estudiaban en la Escuela de Comunicaciones y Artes de la Universidad de SaoPaulo, no sólo crean y estructuran un largometraje de cine social, que a medida que pasa el metraje se van rompiendo las reglas y parámetros del género. Estos cineastas brasileños, que llevan dos cortometrajes en su haber, y presentaron Trabajar Cansa, su primer largomeraje en el Festival de Cannes, obteniendo la selección oficial de la sección Una cierta mirada (un certain regard) en dicho festival, y dando a conocer los nombres de estos jóvenes realizadores, que han empezado a trabajar de forma independiente, y como otros directores brasileños, tratando de romper con los parámetros no sólo de un género sino del mismo cine de su país.


Escrita por los mismo directores, este drama con tintes sociales que se va tornando en una oscura trama cercana al terror y al engaño cinematográfico, que inicia como un retrato de las injusticias sociales de tal país, el desempleo y demás complejidades entorno al tema, y una familia de clase de media, que cada día se ve más afectada por las cuestiones económicas, y más cuando encuentra en garra prehistórica en el supermercado que han montado con todo el esfuerzo de sus ahorros, negocio, que empieza a convertirse en su mayor pesadilla, no sólo por la falta de clientes y dinero, sino por las manifestaciones extrañas que empiezan a suceder en dicho sitio.

La película literalmente se va convirtiendo en un descenso a los infiernos de esta familia, encabezada por Helena (Helena Albergaria), que recientemente ha montado un pequeño supermercado y Otávio (Marat Descartes) su esposo, quien se ha quedado desempleado, y esta combinación de sucesos van creando un choque de realidades que parecen estar fundamentadas en un miedo a la quiebra, al desmoronamiento moral, y que la fuerza animal, como en la última escena, sea más fuerte que la razón de los personajes.


Con una fotografía fría y gris, como pocas veces se ha retratado las ciudades brasileñas por parte de Matheus Rocha, un gran trabajo en el diseño sonoro y montaje, que obviamente se hacen más notables, cuando la película se torna más misteriosa.

Vale la pena destacar el papel de Helena Albergaria, quien literalmente se lleva todo el peso dramático, empezando como una dulce e inocente ama de casa, montando su propio negocio, y que con el transcurrir de los sucesos se va transformando en una agresiva jefe, paranoica y ante todo desconcertada porque sus pesadillas, se van haciendo realidad, o la realidad de los fantasmas y misterios se mezclan con la propia desesperación de estos personajes.


Este engaño cinematográfico, en el mejor sentido de la frase, es un trabajo que mezcla géneros, y ante todo realidades, que parecen estar presentes en la psique del latinoamericano contemporáneo, miedos colectivos, misterios que parecen ser resultados de sus propias frustraciones, y ante todo, un ejercicio bastante inteligente y arriesgado por parte de esta "pareja" de cineastas, que tuvieron su reconocimiento en Cannes y Sitges por este híbrido con ecos Cronenbergianos.

Aunque no puedo describirla como una de las mejores películas que he visto, si vale la pena ver como estos realizadores le dan una vuelta de tuerca a esta trama, a pesar de ese choque tan fuerte entre géneros, éstos -los directores- saben empatar las secuencias manteniendo una coherencia, que a pesar de lo improbable de estas realidades, funcionan dentro del mismo relato, tal vez como metáfora del Brasil contemporáneo, o simple y sencillamente como un macguffin en toda su esencia narrativa.

Zoom in: Premiada en Cannes, aplaudida en Sitges

Montaje Paralelo: Dark Water (2005)


Ciclo: 2do. Italcine 2015


CICLA:Tierra en la lengua


                                         "Cuando uno de verdad quiere, mata"

Segunda película que tuvimos oportunidad de ver en la Cita con el Cine Latinoamericano en la Cinemateca Distrital, y la segunda obra del director colombiano Ruben Mendoza, cineasta que ha sido muy bien recibido en el exterior por sus películas de corte realista, humor y complejos personajes, que tratan de sobrevivir en su perturbador día a día. 

Mendoza, graduado de cine de la Universidad Nacional, que ha trabajado como realizador en publicidad y videoclips, además de haber sido editor para los documentales de Luis Ospina, y escribir sus propios guiones, también se ha consolidado por sus rápidos rodajes, y narrativas con cierto riesgo estructural, donde los personajes y las mismas historias, tienen su propia moral; además de haberle dado voz y protagonismo a eso otros personajes, que parecen ser secundarios en el cine nacional, colo lo son el campesino, el reciclador, o en este caso a un viejo finquero, tan brutal y sincero como su propia vida.


Con guión del propio Mendoza, inspirado en su abuelo y en cierta forma, en esos hijos de la Violencia colombiana de mitad del siglo 20, que se resumen en Silvio (Jairo Salcedo) un octogenario hombre del campo, que en el ocaso de su vida, le pide a sus nietos, que lo maten y acaben con el sufrimiento no sólo de su enfermedad sino de la propia vejez.

El desarrollo de la trama de esta película, va a estar divida en tres partes, la primera con una voz en off de la esposa de Silvio, donde conocemos las actitudes y recuerdos entorno a éste, una segunda, donde conocemos a los nietos y al propio Silvio, viajando por la carretera y una tercera parte, que nos muestra el carácter de este hombre, la voracidad de la naturaleza, y ante todo la crudeza de las relaciones humanas, que quedan en evidencia en los tres personajes principales.

Con cierto aire de venganza, por parte de los nietos por sus pecados del pasado, con mucho humor negro por parte de Silvio, y su brutal genio pero ante todo un drama de una violencia taimada, escondida que parece reflejarse perfectamente en la figura de este viejo que tiene su propia moral y actitud ante la vida.



Con una cuidada fotografía, a pesar de los constantes movimientos de cámara, aprovechando principalmente la luz natural y otras fuentes lumínicas, que le dan un verdadero carácter a esta obra que desarrolla el caleño Juan Carlos Gil, una de los más importantes fotógrafos no sólo colombianos sino de latinoamérica, tanto por sus premios como por la calidad de su obra, tanta publicitara, fija y de varios audiovisuales del país. Entre realista pero a la vez contrastada, la obra de este cinematógrafo, que sabe utilizar los pequeños "hilos" de luz y la penumbra como parte de su trabajo, han que dado registrados en películas como la Sangre y la Luvia, Perro come perro y otras más, consolidándolo como uno de los más efectivos en su campo.

Aunque la música de Edson Velandia, funciona dentro de las posibilidades de la obra, no  lo es tanto el sonido de ésta, ya que muchos de los diálogos se pierden, y no se aprovrcha de la mejor forma el sonido ambiente. Como escribíamos al inicio de este texto, Mendoza además de realizar ha sido un importante montajista o editor, y ésto se nota en la película, que se la juega por secuencias empatadas de forma arbitraria y con cierto estilo videoclipero, pero todo muy coherente con la linealidad de la historia.

Si bien las actuaciones funcionan dentro de las posibilidades de los actores naturales, es el desarrollo o la construcción del personaje de Silvio, el que mejor funciona dentro de la trama, destacando las cualidades de Jairo Salcedo.


         
Aunque la película me gustó por su gran trabajo fotográfico, porque el humor de Mendoza es sólido; también se le debe criticar a la obra ciertos lugares comunes, errores técnicos, principalmente el sonido, y algunas de las actuaciones que no llegan funcionar con el mismo estilo del largometraje. Pero a pesar de todo, el sólido guión del cineasta colombiano, la construcción del personaje interpretado por Jairo Salcedo, y ese distanciamiento de generar conciencia o mensaje moral, es más que suficiente para tener cierta empatía con el público y crítica, que le brindó varias nominaciones y muestras en el exterior.

Zoom in:  Mejor director y película del FICCI 2014, premios especial del jurado en el Festival de Pesaro, Italia, y otros más por cuestiones técnicas como fotografía, y posproducción. Además de la participación en varios festivales latinoamericanos, em Noruega y en el Festival de Chicago.

Montaje Paralelo:  Familia 




30 may 2015

Un día en la vida de Andrei Arsenevich: Tarkovski por Marker


 "Mi objetivo es poner al cine al nivel de otras artes"

La admiración y amistad que sostuvo Chris Marker con el cineasta ruso Andrei Tarkovski, no sólo queda registrado en las imágenes, sino en las palabras y consideraciones que el francés va componiendo en este ensayo visual hecho para la serie Cinema, de notre temp; el particular estilo y poética de estos cineastas, confluyen a partir de los últimos registros del director ruso, quien sufría un cáncer terminal; y así mismo nos acerca a su obra, tan espiritual y mística, como su propia vida, o por lo menos, éso es lo que nos muestra Marker, que empieza a desglosar el trabajo de éste, considerado como uno de los más influyentes e importantes cineastas de la desaparecida Unión Soviética, su amada y estricta patria, la cual, en cierto modo, fue su gran inspiración y maldición, pero a la vez la fuente de toda su fuerza cinematográfica, como describen varios teóricos, y como mejor lo explica el propio Marker, a través de sus textos visuales.

Marker, del que recientemente escribíamos por su documental sobre Akira Kurosawa - y uno de los favoritos de este blog- no sólo se acerca a Sacrificio, obra que está finalizando el cineasta ruso - y su última película- sino a todo el cuerpo de su trabajo, y las lecturas en torno a éste; uno donde la lluvia, las imágenes religiosas, el arte y ciertas metáforas relacionadas a "algo" superior a la razón, son vitales para este director; éste análisis hecho de forma cuidadosa, respetuosa pero a la vez manipulable por parte del director francés, no sólo está presente en el texto leído por una narradora ficcional, que a la vez es la voz o los pensamientos del propio Marker, sino que éste conjuga escenas de las películas del ruso con lo que está sucediendo durante el rodaje de este documental, y otras relaciones entorno a la vida misma del cineasta, como la llegada de su hijo Andrei, las reflexiones de su esposa y tantas otras manifestaciones que se empiezan a confortar con la misma obra.

Este homenaje que reduce a 55 minutos, es tiempo suficiente para que el realizador francés nos acerque pero a la vez nos confronte con la obra de un cineasta que de forma paralela a lo que iba creando en imágenes se iba manifestando en su propia vida, y esa es una de las grandes virtudes y el gran elemento poético entorno al trabajo de Andrei Tarkovski.


Este trabajo inicia con la llegada del hijo de Tarkovski, la reacción de éste, la comparación entre un plano de la mujer del director ruso y una de sus películas, una mera presentación, que ya demuestra que estilo y forma va a tener este documento audiovisual. La mezcla de archivos, de las películas, de las imágenes en vídeo de Tarkovski postrado en su cama, pero aún así demostrando su lucidez a la hora de dirigir, -aún con el trabajo del mismo Marker-, enfatizando en cierta cuestiones más teóricas que técnicas, como en cierta forma fue su trabajo, uno donde los travelling tenían un sentido metafísico, donde los espejos denotaban ciertas reflexiones sobre su propio ser, y cada plano parecía ser el resultado de un complejo estudio de sentidos y reacciones de su propia vida; Marker va seleccionando, acumulando - como el coleccionista y ensayista de imágenes que fue- diferentes metrajes, secuencias y demás, analizándolas y desglosándolas, generando no sólo un obvio homenaje sino esa sensación de autoría  e implicación total, como lo fue la obra de Tarkovski.

La estructura del documental es progresiva, desde la intimidad de la reunión con sus familiares, pasando por sus primeras obras - cortometrajes- y de esa forma se va hilvanando una guía que compara esos trazos -de su obra- con sus propios pensamientos, que van desde la niñez presente en su películas - como dice al final de este largometraje: " el único cineasta cuya obra se halla entre dos niños y dos árboles."-,  los elementos de la antigüedad: fuego, aire, agua y tierra, y demás subtextos que este cineasta fue acentuando en su obra, no sólo con el pasar de los años sino con las complejidades de su misma vida.


Aunque no podría decir que este documental pertenezca a ese subgénero del making of, si es un excelente ejercicio de ensayo audiovisual sobre la obra de otro autor, y nada mejor que Marker, realizando tal ejercicio, donde la admiración y el análisis confluyen de forma inteligente, haciendo un zoom a esas puestas en escena tan admirables, complejas y llenas de múltiples lecturas, que hacen de la obra de Tarkovski, amada y odiada por partes iguales; sin embargo Marker, que obviamente, además de amigo era un admirador total del trabajo del ruso, crea una narrativa propositiva, entorno a qué y cuáles eran esas manifestaciones  que hacían del trabajo del cineasta ruso, un cine que estaba más allá de la pantalla, con cierto carácter espiritual, que a la vez, como sus personajes y sus secuencias se liberaran de la lógica, de la explicación, donde la poesía -ajena a la ficción- parecía ser la que estructuraba tal contenido.

Uno de los trabajos más accesibles y conocidos de Marker, que junto a A.K, el director francés hace alarde de su capacidad para analizar a otros directores, y los resultados son más que interesantes; un trabajo indispensables no sólo para conocer la obra de Tarkovski sino para entender como se estructura la obra de un autor o de una película, como lo fue el caso de Sacrificio. Como es habitual con el trabajo del director francés, un documental más que fundamental y un ejercicio bastante logrado para hablar, escribir o dialogar a través de las imágenes.

Zoom in: El título de documental alude a la obra de Alexander Solzhenistzyn.
Documental para la TV

Montaje Paralelo: A.K (1985) 




26 may 2015

Los retratos fílmicos e intermediales de Jonas Mekas






"Pronto podrá hacerse una película con la misma facilidad que un poema y con el mismo dinero. Todo el mundo, en todas partes, hará películas. Los imperios del profesionalismo y de los grandes presupuestos se están viniendo abajo. Todos los días conozco a jóvenes, hombres y mujeres, que se infiltran en la ciudad desde Boston, Baltimore y hasta desde Toronto con rollos de películas debajo del abrigo, como si llevaran pedazos de papel garabateados con poemas. Las pasan en el estudio de algún amigo, o quizás en el Fígaro, y luego desaparecen sin hacer mucho ruido. Éstos son los verdaderos trovadores del cine. Es lo mejor que le ha ocurrido desde que Griffith filmó su primer plano." (1)


(1) https://intermediodvd.wordpress.com/2013/12/26/jonas-mekas-lo-que-el-cine-pudo-haber-sido/ 



24 may 2015

Marina Abramovic: The artist is present

                               
                                        "Nuestro cuerpo es un instrumento de acción"
                                                                                         Henry Bergson


Largometraje dirigido por Matthew Akers y Jeff Dupre, realizadores cercanos al mundo del documental, principalmente Akers, que ha fungido como cinematógrafo en varios de éstos, los cuales han ganado en diversos festivales y se han convertido en  icónicos para este tipo de cine; Dupre que ha producido y entregado a través de su empresa (productora) una serie de documentales de gran éxito y factura, también actúa como productor ejecutivo de muchas de estas obras, además de ser nominado por su trabajo como productor . En este caso, los dos realizadores se vuelven a unir - después de Circus- para entregar este retrato de una de las artistas más importantes de este siglo, y como se define la misma Abramovich (Marina), "la abuela del arte de la performance".

Este trabajo avalado por HBO, que recibió varias nominaciones y premios en festivales de documental, nos muestra tanto la preparación de la retrospectiva de la obra de Abramovich en el MOMA de Nueva York, como varios de los aspectos de su misma obra, de su capacidad como artista, y en cierto modo su relación con la gente, llámese público, galeristas, asistentes o del mismo amor de su vida, que están entorno a su mismo trabajo, que finalmente es la interacción con éstos.

Matthew Akers (cámara) - Marina Abramovich - Fotografía de Jeff Dupre
La obra de Abramovich la descubrí en alguna muestra de videoarte en la Biblioteca Luis Angel Arango, y aunque su nombre lo asociaba directamente con el performance y el choque visual de sus presentaciones, sólo hasta este documental puede entender su obra, o admirar lo que hizo en los años 70/80, y lo que representó para este arte. La figura y personalidad de esta mujer serbia, no sólo está muy bien fotografiada por Akers, quien se encarga de la dirección de fotografía de este trabajo, sino por el mismo desenvolvimiento de ésta, que finalmente expresa todas sus emociones a través de su cuerpo, y que trasciende a las más diversas sensaciones, puestas tanto para su obra como para su estilo de vida.

Como suele suceder con estos trabajos que tienen apoyo de HBO, tanto técnica como narrativamente, son documentales de gran factura, que destacan tanto en su edición/montaje como en sus mismos recursos cinematográficos que quedan evidentemente definidos en secuencias de timelapse en el Museo, los mismos registros de la artista y demás, que encajan perfectamente con el desarrollo de este proceso de creación y triunfo de esta mujer. El documental no está exento de acciones dramáticas o de sentimentalismo, principalmente cuando aparece la figura de de Ulay (Uwe Laysiepen), ex compañero sentimental y de trabajo de la artista, y obviamente cuando los nervios y la personalidad perfeccionista de Abramovich, termina afectando su salud, a unos días de la presentación.


Un trabajo realmente destacado, con una excelente fotografía, que sin ser un modelo del documental por su parte investigativa o desarrollo narrativo, si sabe contar y centrarse en la figura de la artista, profundizando en las capacidades de su propio cuerpo, y de la integración de su expresión artística con su mente. De esos trabajos que se pueden recomendar tanto por su contenido como para conocer la obra de esta artista.

Zoom in:  Nominado a mejor documental en el Independet Spirit Award, Selección Oficial del Festival de Sundance y premio del público a mejor documental en el Festival de Berlín.

Montaje Paralelo: Performance - Retratos de artistas

Las dos Fridas: Retrato.....


"Me pinto a mí misma, porque soy a quien mejor conozco."

El cineasta, documentalista y productor colombiano radicado en México Rodrigo Castaño, -quien murió a principios de este año- no sólo es reconocido por su película El niño y el Papa, sino por hacer parte de una de las familias más tradicionales de la comunicación e información del país, como los Castaño Castaño.

Este director que trabajó en diversas partes del mundo, principalmente en el ámbito televisivo, también dirigió documentales, siendo Las dos Fridas, el más conocido; el Museo Nacional de Colombia, ha hecho una especie de homenaje al presentar este trabajo que nos muestra una serie de entrevistas que confrontan la vida de esta artista mexicana.


Documental de una serie de retratos femeninos que hizo el director colombiano para la televisión mexicana - específicamente para el Canal Once- ; este trabajo basado en los testimonios de personas cercanas a Frida Kahlo y que toma el nombre de unas de las pinturas más representativas de ésta, nos muestra e indica muchas de las anécdotas entorno a su relación con Diego Rivera, sus romances, tragedias, sus retratos de juventud y tantas otras cuestiones alrededor de esta mujer tan compleja y dual como su misma obra. Con personajes como Elena Poniatowska, Carlos Monsivais, la hija de Diego Rivera, la sobrina de ésta, el médico que le operó la pierna y otra serie de personajes, que relatan las capacidades de esta mujer, sus ideas y ante todo lo que significó para la cultura mexicana y del papel de la mujer en este continente.

A pesar de sus reconocimientos y el éxito que ha tenido, este documental no me gustó, me pareció aburrido - además de tener varios errores técnicos de la misma sala del museo-, principalmente por ese manejo de los testimonios, por la poca confrontación que se le da al papel de la señora Kahlo, y por el tono dramático y a la vez mítico, que se le configura a este personaje - que no es de mi total agrado-; igualmente el trabajo de edición no me pareció interesante, y se pierde entre tanta anécdota y celebración sobre la vida amorosa de ésta. Sin embargo, vale la pena escuchar a Monsivais, uno que otro archivo de registro, y obviamente a quienes le interesa la obra de esta mexicana, tiene anotaciones, historias que no se habían contado y las discrepancias propias de quienes fueron testigos de la vida de una figura pública.

Zoom in: Premio al mejor documental biográfico de la Asociación nacional de periodistas, nominado en Melbourne en la misma categoria.

Montaje Paralelo: Frida Kahlo - Biografía



20 may 2015

El abrazo de la serpiente (Invitación promocional)


                                             “Nuestro destino nunca es un lugar, 
                                              sino una nueva forma de ver las cosas”.
                                                                                             Henry Miller


Gracias a Cinevistablog, tuvimos la oportunidad de ver la nueva película del director colombiano Ciro Guerra, obra elogiada en los festivales que ha sido mostrada, y una consecuente evolución en el trabajo de este director nacido en el Cesar. El abrazo de la serpiente, es la tercera película que vemos de este director de cine de la Universidad Nacional, y la segunda que reseñamos en este blog. Guerra, que ha sido invitado a más de 60 festivales, que con esta obra, se han consolidado como uno de los representantes del cine colombiano - y en cierta forma del Latinoamericano- por su cine pausado o reflexivo, que tiene al acto de viajar como parte fundamental de su narrativa, y mostrar la realidad del país con otro enfoque u otra mirada, apropiándose de la misma estructura de la obra; en este caso Guerra, crea un trabajo épico, grandilocuente, con una visión mucho más cercana a la cosmogonía indígena.

Guerra, que ha adoptado los road movie, a su personal estilo, a la poética de sus historias, es un cineasta que ha influenciado a otros realizadores colombianos, ha colaborado con la fotografía de otras películas, producido y escrito guiones, demostrando no sólo su alto talento sino una "pequeña" maquinaria creativa, que algunos llaman "cine de festival", pero que finalmente se estructura un lenguaje cinematográfico propio, o por lo menos una estética que se adapta a las mismas posibilidades del país, y eso más que una avance, es una estructuración en torno a contar historias y mostrar el país con otra óptica, en este caso, una en blanco y negro, cercana a los registros fotográficos de esos etnógrafos y demás estudiosos que "atraparon" la imagen de estas poblaciones.


Escrita por Guerra junto a Jacques Toulemonde - quien ya había colaborado con Guerra como asistente de dirección en Los viajes del viento-, quienes adaptan libremente los diarios de Theodor Koch y de Richard Evans, su contacto con las tribus indígenas del Amazonas, estudios, sentimientos y amistad, son la base con la que éstos, crean una película de tintes épicos, vista desde la óptica del indígena, del chamán, de un viaje espiritual que apela al aprendizaje para evitar nuestro fin, como dice uno de los personajes.

La película centrada en la figura de Karamakate (Nilbio Torres -Karamakate joven, el movedor de mundos-, y Antonio Bolivar - el viejo chamán que ha olvidado sus enseñanzas), un chamán -único sobreviviente de su pueblo- que guiará a dos científicos, en busca de una sagrada y milagrosa planta, que ante todo, es una figura de lo que este hombre desea enseñar a estos sistemáticos y materialistas personajes, que tienen en la ciencia, en sus fotografías, dibujos y anotaciones un registro de un mundo, que está más allá de lo obvio y de la ciencia, un mundo donde los sueños, lo espiritual cobra vida en muchos sentidos; el abrazo de la serpiente, es el abrazo de una contemplación.

Las figuras o adaptaciones de Koch y de Evans, son el recuerdo de un cambio, la aceptación de una sabiduría, de un viaje trascendental no sólo a través el río, sino de la mente de estos hombres, que ven en la Yakruna - la planta sagrada- tres visiones del mundo, que va desapareciendo en el corazón de la selva; igualmente los guionistas se toman el tiempo para hablar de la "Matanza" - o fiebre- del caucho, agregando elementos del cine de aventura, de la forma más inteligente para poder narrar sobre  las brutalidades que se cometieron con los aborígenes, no sólo buscando tesoros, tratando de convertirlos a una fe que les era innecesaria, o una sociedad - civilización- que era absolutamente brutal y ajena a sus costumbres. Un guión, que a pesar de tener tantos elementos o temáticas, logra acomodarlos de forma coherente a esa estructura narrativa, con unos más que inteligentes y bellas elipsis, a través de los reflejos del río, y de otros recursos narrativos - y audiovisuales- que demuestran la capacidad del director colombiano.



El realizador, cinematógrafo y camarógrafo bogotano David Gallego, -que ya había tenido cierta experiencia con el Amazonas, en trabajos para la televisión y documentales- es el encargado de crear la dirección de fotografía de esta obra, que se aproxima al lenguaje documental, al cine científico de los años 20 y obviamente a los registros que hicieron etnógrafos, botánicos y demás, emulando cierta estética tomada de los daguerrotipos y de esas primeras filmaciones de quienes estudiaron a estas comunidades. El trabajo de Gallego, hecho en 35 mm - en un principio pensé que estaba grabada en digital-  no solo es de gran calidad por su manejo del blanco y negro, sino por los múltiples recursos a los que recurre, para acercarse a una fotografía naturalista, repleta de reflejos, planos abiertos y ese lirismo que se desprende de la selva, de su cruel belleza y espectral entorno.

Igualmente debemos destacar la banda sonora, no sólo la música de Nascuy Linares, quien logra acercarnos a la época que se está viviendo, a las sensaciones y ese tono épico de la historia, e igualmente debemos destacar esos sonidos de la selva, de los mismos diálogos, sonidos que además de crear un gran ambiente, también tiene un logrado matiz técnico, donde también destaca el montaje de Etienne Bousac, que logra empatar perfectamente no sólo estas historias paralelas sino contribuir con unas elipsis  y manejos del tiempo, que no sólo juegan a favor de la narrativa sino de la misma esencia de ésta. Y obviamente, no podemos dejar de lado el diseño de producción/ dirección de arte por parte de Angélica Pérea y Ramses Benjumea.



El trabajo del actor belga Jan Bijovet, es tan destacable como la del estadounidense Brionne Davis, que además de generar la multiculturalidad propia del filme, también se apropian de sus caracteres, de la sabiduría y el caos de la selva, de afrontar las dificultades del idioma, del espacio físico; de sus mismo papeles colonizadores - antagonistas-, pero a la vez  imbuidos de la humanidad y pequeñez que impone la selva. Sin embargo, quienes en definitiva se llevan los halagos son Antonio Bolivar, Nilbio Torres y Yauenku Migue, que aunque no son actores profesionales, y desconocían ciertas cuestiones técnicas, no sólo llegan a demostrar sus grandes capacidades sino una sólida representación de esa naturaleza y sabiduría, propia de sus pueblos, de su tradición oral y ancestralidad.


Queda claro, porque esta película era una de las más esperadas por los cinéfilos colombianos, no sólo por lo que había demostrado Ciro Guerra, con sus anteriores trabajos sino por ese referente de la selva, la Amazonía y su carácter épico, alejado de otros parámetros del cine colombiano. Guerra, crea un trabajo sólido tanto en su narrativa, como en su parte técnica, que sabe homenajear de forma inteligente al Fitzcaraldo de Herzog, o a la misma The Fountain de Aronofsky, pero bajo el lenguaje común de este director, que ha encontrado o mejor sigue buscando en el viaje su estructura fílmica y su gran recurso para contra historias, historias que nos cuenta sobre el país, sobre nuestras "realidades" y sobre esa poética de lo olvidado, de los recuerdos, de lo indígena, que aflora de la mejor manera a través del personaje de Karamakate, sus concisas respuestas, y su camino de enseñanza, que  como en cualquier libro de Carlos Castaneda, éste - tanto el director como el escritor- dejan al espectador con su propia conciencia de creer, ver y entender la disposición de tales enseñanzas, de estas representaciones.

Creo, sin temor a equivocarme, que El abrazo de la serpiente es una de las mejores películas del cine colombiano actual, la más sólida de Guerra, y un trabajo que además de sus reconocimientos en Cannes y festivales latinoamericanos, tiene en su propia esencia, una de las lecturas más validadas del cine de nuestro país, y del mismo cine como lenguaje de reflexión y cambio. 

Una de las películas más recomendadas este año - visión absolutamente subjetiva-, trabajo épico, grande del director nacido en Cesar, que no sólo tiene una consecuente evolución, sino que es propositivo con su mismo material cinematográfico, con la formalidad de ésta, y ante todo un director que sabe internarse en lo profundo de la selva y de la psique humana, como lo estructuró con El abrazo de la serpiente.

Zoom in: Alabadas en los festivales y muestras en las que ha participado, diez minutos de aplausos en Cannes, después de su presentación, y considerada como una de las 10 mejores de tal festival.     
Como aclara Guerra en una estrevista, es la primera película que se graba en varios años en él, sobre y dentro del Amazonas.

Montaje Paralelo: Los viajes del viento (2009) - Amazonía - Road Movie



18 may 2015

La mirada de Stan Brakhage


"La poesía es un arte totalmente diferente que el cine."

Fotograma de "Free Radicals"


“Imagina un ojo no gobernado por las leyes de perspectiva creadas por el hombre, un ojo que no se deja llevar por los prejuicios de la lógica de la composición, un ojo que no responde al nombre de todo pero que debe conocer cada objeto encontrado en la vida a través de la aventura de la percepción."
                                                                                  Metáforas de la visión de Stan Brakhage



"Brakhage llamó a este nuevo tipo de percepción “visión hipnagógica”. “Hipnagógico” hace referencia al estado que precede al sueño pero, para el cineasta, representaba aquello que podemos ver cuando cerramos los ojos; es decir la impresión de las siluetas de los objetos, su reflexión lumínica, en nuestros párpados. Una forma de percepción visual, interior o mental, que despreciaba el registro ocular de la realidad en favor de todo aquello que “el ojo mental” era capaz de capturar en nuestro entorno." (1)



(1) https://pequenoscinerastas.wordpress.com/2011/03/12/notas-sobre-el-cine-de-stan-brakhage/

Lanzamiento: Transgresión - Vida y obra de Marta Rodríguez-


     " tú qué piensas Fernando...?"


El documentalista bogotano Fernando Restrepo, no sólo ha realizado diversos trabajos al lado de Marta Rodríguez, constituyéndose un testigo de la realidad campesina y etnográfica del país (Colombia) sino de la misma obra y vida de esta directora latinoamericana/colombiana, considerada como una de las más importantes y referente del cine documental. Restrepo, publicista y actor profesional - como lo aclara la página web de la parte cultural del Banco de la República-, se convirtió en un heredero directo de las temáticas  y estéticas de Rodríguez, y por casi una década estuvo a su lado, siendo su soporte tanto en cámara, dirección y en su misma recuperación de la memoria indígena, afro y campesina.

Ya hablando directamente del evento, el documental se presentó en el auditorio Jorge Enrique Molina del Teatro México de la Universidad Central, con una alta afluencia de conocedores de la obra tanto de Marta Rodríguez como de Restrepo, invitados, familiares y personas cercanas, que pudieron disfrutar de este documental personal e íntimo del retrato de una mujer vital para el audiovisual del país.

Fernando Restrepo y Marta Rodriguez en la sesión de preguntas

El documental que inicia con unos muy logrados - casi experimentales- títulos de crédito, pasando directamente a la figura de Marta Rodriguez, la cercanía y confidencialidad con el director, son más que obvios, y empezamos a escuchar a una mujer franca y directa, nostálgica de sus logros y capacidades pero sumamente lucida en sus posturas e ideas del mundo. El documental se va desarrollando entre visitas a festivales, el trabajo en Bogotá - en la casa/fundación de Rodríguez-, los viajes y charlas entre grabaciones, edición y demás, nos va acercando a las realidades de esta mujer, las complejidades de su vida, sus luchas y ante todo su amor por Jorge Silva - que a pesar de los años, aún perdura en sus recuerdos-, su enfrentamiento con el olvido de las maquinarias culturales, y tantos otros temas, que se van mezclando con la historia de su vida, que ella misma va contando, y Restrepo, constata a través de imágenes de archivo, o imágenes alegóricas, que también se deprenden de su cámara, ya que este además de dirigir este trabajo, lo edita, graba y multiopera, como a sido el trabajo de estos documentalistas independientes y al margen de ciertos manifiestos estéticos.

El documental, toma otro rumbo o mejor da un giro de 180 grados, después de  una reunión de Rodríguez con Diana Uribe - y otras personas- que podemos ver pasado el meridiano del metraje, este cambio va más hacía corrientes políticas, y que le quita un poco de fuerza al relato, o mejor salta, de ese retrato íntimo y personal de Rodríguez - con su humor y protección sobre el mismo director- a una visión mucho más pesimista y chocante de los diversos sucesos entorno al país, a la vida misma de Marta - como la muerte de su hija- y a la desazón que parece prevalecer por las cosas que siguen sucediendo en el país.

A pesar de la larga duración del documental, es algo excesivo el metraje, y algunos saltos muy fuertes entre un tema y otro, esta obra se convierte en un documento fundamental para conocer el trabajo de Marta Rodríguez, la memoria del país, y lo que se está haciendo de forma independiente - que casi parece redundante- en el audiovisual documental. 

Zoom in: Lanzamiento del documental 

Montaje Paralelo: Documental social 





17 may 2015

Aelita: Soñaban los marcianos con comunistas soviéticos


                                             "En una revolución, como en una novela,
                                             la parte más difícil de inventar es el final."
                                                                                Alexis Tocqueville

Yakov Protanazov, es considerado uno de los padres fundadores del cine ruso; formado como actor, este guionista y cineasta que realizó casi una centena de películas - la mayoría desaparecidas-, tuvo su mayor éxito entre la primera década del siglo y después de la Revolución Soviética, donde creo su obra más conocida y representativa como lo fue Aelita, ciencia ficción silente y considerada la primera película sobre viajes interplanetarios. A pesar de no ser muy conocida su obra - no sólo por la desaparición de la misma sino porque algunas sólo salieron o fueron proyectadas muchos años después en el resto del mundo- Aelita, si es un punto referencial para la cultura cinematográfica tanto por su historia como por su diseño de producción o mejor aún por su ambientación de corte "constructivista", que no sólo se apropiaba de la ideología del momento sino de las manifestaciones artísticas que se estaban viviendo en la Unión Soviética.

Con guión de Alexsey Fajko y Fyodor Otsep, los cuales adaptan la novela homónima de Aleksey Tolstoi - pariente lejano de Leon Tolstoi-, la cual nos ubica en plena (pos)revolución, donde un ingeniero obsesionado con viajar a Marte y desilusionado de su vida en la Tierra, crea un cohete capaz de hacer tal desplazamiento; de forma paralela Aelita, Reina de Marte, se ha enamorado de éste y manda un mensaje de ayuda; cuando los dos se encuentren en el planeta marciano, no sólo reconocerán su amor sino una forma de revolución, pero para Aelita, además del amor está el desligarse de su despótico padre, del poder de sus seguidores, pero en cierta forma quiere ser como ellos, su revolución es igual de despótica. La película concebida como una metáfora/sueño sobre los regímenes totalitarios, entre cercana a la ideología y a la vez crítica con ésta, se desarrolla esta historia de amor, que tiene como fondo una búsqueda de la libertad, que ya tienen frente a sus narices.


Con una impresionante puesta en escena - principalmente el mundo marciano- que va desde la colectiva fotografía entre Emil Schünemann y Yuri Zhelyabuzhsky, un logrado montaje, y ante todo, esa ambientación constructivista por parte de la diseñadora Aleksandra Ekster, llena de formas básicas y geométricas, libre de toda lógica o contenido científico, pero que igualmente hace de la creatividad y del ingenio toda una arquitectura de puertas automáticas, escaleras imposibles y objetos descomunales, que recrean perfectamente la visión de estos personajes como de la misma idea que tenían tanto director como guionistas.  Una película de propaganda,  matizada por las cuestiones cienciaficcionales, que aunque buscando cierta repercusión a través de tales artilugios, igualmente lograron crear toda una manifestación estética que aún al día de hoy es perdurable o reconocible.

Vale destacar el vestuario de Aelita (Yuliya Solntseva), así como su actuación y aspecto físico - entre el maquillaje y sus mismas formas-, así mismo el papel de Igor Ilyinsky, protagonistas de esta obra. Así mismo, muchas de estas secuencias - las marcianas- parecen propias de un ballet de la Bauhaus o de las mismas experimentaciones formales de la danza rusa complementada por puestas en escenas donde la geometría y lo suprematista dominaban tanto el fondo como el protagonismo de la escena.  


Aunque la película no me gustó mucho, su guión se hace demasiado complejo a pesar de la sencillez y obviedad de la historia, si es innegable la calidad de su puesta en escena, su cercanía con la obra de Rodchenko y del constructivismo en general, y ante todo esa imponente, infuncional y magnánima arquitectura que en definitiva es el todo de esta obra, considerada como una obra maestra del cine de Ciencia Ficción, que influyo bastante en las películas de Flash Gordon, y en general de los mundos fantásticos de los viajes interplanetarios. Recomendable, principalmente por su parte visual aunque narrativamente no sea realmente nada especial.   

Zoom in: Considerada pilar de la ciencia ficción al igual que Metropolis en Alemania o High Treason en Inglaterra.
La película ganó un premio en la Feria Internacional de Artes Decorativas en París  en 1925
Como muchas de las películas silentes, grupos de diversos géneros musicales han adaptado la película a su música, o la han homenajeado a través de todo un concierto o banda sonora, en este caso el grupo finlandés Cleaning Women.

Montaje Paralelo: Metropolis (1927)