27 nov 2017

Seminario Maria: I walked with a zombie


“aquellos ojos que tan hermosos habían sido, giraban amarillentos y ya sin luz en las orbitas ahuecadas: la nariz se le había afilado: los labios y graciosos aunque ligeramente gruesos, retostados ahora por la fiebre, dejaban ver los dientes que ya no humedecían: con las manos crispadas sostenía sobre el pecho un crucifijo, y se esforzaba en vano por pronunciar el nombre de Jesús, que yo le repetía, nombre del único que le podría devolver a su esposo. Había anochecido cuando expiró”
Como ya se ha hecho habitual en este blog, con retraso señalamos la película y presentación del crítico, periodista y analista cultural Pedro Adrián Zuluaga, sobre su Seminario Maria, la novela de Jorge Isaacs y sus interpretaciones no sólo frente a otras cinematografías sino narraciones entorno a esta historia de amores trágicos e imposibles.

Aunque sólo se pudo asistir a la primera sesión de las cuatro, con esta bastó para entender esas señas de identidad que ha dejado la novela del escritor colombiano, y como ha marcado no sólo diversas caracterizaciones cinematográficas sino literarias, tanto a nivel de ensayo, crítica o reinterpretaciones en los más diversos lenguajes -idiomático o de forma-, y esto fue lo que el analista caleño nos dijo con su característico estilo y profundo debate sobre la manifestación de la imagen como lo pudimos ver en I walked with a zombie de Jacques Tourneur, cineasta del lado b de Hollywood, que con su trilogía de terror para la RKO se hizo famoso, por la economía de su estilo y la capacidad de concreción en sus obras; el francés que hizo del noir todo un lenguaje también logró imprimir en este largometraje ese característico tono fatalista y sombrío que hizo famoso en sus largometrajes.


Con  guión de Curt Siodmak y Ardel Wray, quienes se basan en la novela Jane Eyre y un artículo periodístico sobre zombies, vudú y colonizaciones político-culturales como sucedió en varias islas antillanas y del Caribe tanto en el siglo anterior como en plena Guerra Mundial (II); pero también, como analiza Zuluaga, porque se acerca a la novela Maria de Jorge Isaacs tanto en su carácter trágico, exotismo, cierta novedad frente al tema del racismo y un carácter romántico que se amplifica a su propio lenguaje.

En los menos de setenta minutos que dura el largometraje, nos acercamos a la historia de Betsy Conell (Frances Dee) una enfermera canadiense contratada para cuidar a una mujer 
en una alejada plantación azucarera- otra relación con la novela- en las Antillas. En el camino se encontrará con Mr. Hollan (Tom Conway) su jefe, el esposo de la mujer a la que debe cuidar y un hombre tan misterioso como lo que sucederá en dicha isla. La mujer, llamada Jessica está en un estado catatónico, pero para los habitantes, ella es una zombie, entre rituales, magia y miedo, la enfermera también encontrará el sentido de este viaje.

Además de ser un clásico de la serie B, este trabajo se hace mítico por su puesta en escena, es decir la forma supera al fondo, no tanto porque su guión no sea efectivo sino porque la sencillez de la historia se hace más simbólica con los elementos de traición familiar, magia y destinos fatales, propias al género en el que fueron efectivos Siodmak (terror) y Tourneur.


El camarógrafo y operador estadounidense J. Roy Hunt, aunque no muy conocido, tuvo una basta filmografía que empezó en la I Guerra Mundial y hasta mediados de los años 50, sus intervenciones más que todo estuvieron relacionadas al cine de serie B, el Terror, el Noir y varios directores de culto, que como Torneur, lo alinearon en su equipo de sombras marcadas, contrastes y luces duras.  Entre la artificialidad propia del género y los planos generales, el estadounidense crea un ambiente tan exótico como sombrío, que a la final fue el sello de marca de este tipo de cine.

Tal vez la música de Roy Webb no sea la más acertada para esta obra, pero igualmente, fue un maestro de la música cinematográfica y su unión con Val Lewton, dejó un legado sonoro interesante para el cine B y los mismos subgéneros. Mucho más interesante viene a ser el trabajo de montaje de Mark Robson, que inició como asistente de montaje en el Ciudadano Kane, y más adelante, dirigiendo sus propias películas como Ídolo de Barro, la última de Bogart o  ser nominado a mejor director en los Oscar;  la labor de Robson, es tan  minuciosa en la compaginación como alegórica en su estructura, entendiendo la economía de medios y esa capacidad de hacer uso de lo simbólico  y la insinuación para narrar y crear esos ambientes claustrofóbicos y algo sórdidos, que se terminó convirtiendo en la identidad de la RKO, y el patio de atrás de Hollywood.


Si bien el trabajo de Tom Conway como el de Frances Dee son correctos, también hay que reconocer que son personajes arquetípicos y que no se salen de tales parámetros, por el contrario están demasiado apegados al estilo, afectando en cierta medida su labor en las secuencias más dramáticas o en los puntos más complejos de la historia. De todas maneras, funcionan bastante bien sus interpretaciones y sobresalen a las de sus protagonistas.

Como conclusión, tanto del seminario como de la película, una obra de culto que logra empatar muy bien Zuluaga con la novela María, y que muestra esa capacidad de entrelazamiento que los lenguajes: literarios y cinematográfico, llegan a tener en su conglomerado referencial. Una película y seminario - que ya pasó- igual de recomendables.

Zoom in : Película que hizo parte de esa saga de terror financiado por Val Lewton y la RKO.

Montaje Paralelo: Zombies 



26 nov 2017

Cine en papel: Batman Nosferatu


Los Elseworld, además de haber sido un sello editorial alterno de la DC Comics, fue también la oportunidad de colocar a los superhéroes de dicha editorial, en universos absolutamente ajenos a tiempo y lugar del establecido, pasando por épocas históricas absolutamente conocidas o universos cinematográficos, entre otros; en este caso, uno donde se mezcla ese período conocido como El Expresionismo Alemán y el personaje creado por Bob Kane. Escrita por los hermanos Lofficier, Jean-Marc y Randy, que evidentemente toman al Gabinete del Doctor Caligari, Nosferatu y Metropolis como referentes para crear este cómic con aires oscuros, sangrientos y nihilistas. Igual, cabe esaltar el trabajo de ilustración de Ted McKeever, que se acerca mucho a la estética de la pintura expresionista y al mismo movimiento cinematográfico.

La historia ambientada en una Metropolis,  bajo la ley de Clarc y Lois Kent, cierta prosperidad  y la muerte de Lex Luthor, se irá empáñando tras el asesinato de varios personajes vitales para la ciudad como el Detective Gordon y el mismo Dirk Grayson, todo esto después de la aparición de un hombre- invención denominada El hombre que ríe, que en sus palabras y acciones, lleva la palabra muerte. La sangre y la traición, hará que Bruss Wayne, salga a la calle, a buscar venganza y protección de su amada Barbara Gordon, ahora la paradoja, es quien es el demente, detrás de todas estas acciones....y nadie sale a salvo.


Visualmente impecable,  con una violenta y demencial historia que indaga en la cara más oscura, no sólo de Batman sino de la psique humana. Un cómic que hace parte de una trilogía compartida por el Metroplis de Batman, que hace alusión a la pelíucla de Fritz Lang y El Blue Amazon, que le rinde homenaje a ese primer papel de Greta Garbo. Un trabajo de cómic con unos referentes cinematográficos, no sólo muy logrados sino de gran calidad. 

24 nov 2017

Good Morning Babilonia: Homenaje a la dirección de arte y al cine silente


                “Los decorados, al igual que la arquitectura, pueden incluso aspirar
                   a los ideales de las otras artes, a la expresión de sentimientos                                                  esenciales en una forma arquitectónica.”
                                                                                                Robert Mallet Stevens


Aunque no es la primera película que reseñamos de los hermanos Taviani, sí es la primera que tiene un tono comercial, homenajeando a Hollywood, a D.W Griffith y a ese universo un poco escondido, que es el de los decorados y la dirección artística; los nacidos en San Miniato (Toscana), con casi seis décadas de trabajo, múltiples presentaciones en festivales y una serie de obras que se han hecho representativas para el cine italiano y europeo, además de escribir, producir y obviamente dirigir, han establecido una filmografía con claras alusiones políticas e históricas, adaptando tanto literatura de gran envergadura como relatos más comunes, pero en todos evocando un fuerte mensaje humanista.

Con casi noventa años, homenajeados por su obra en diversos festivales y aún con la lucidez que hicieron un Padre, Padrone o Good Morning Babilonia, ésta última, la que vamos a analizar; siguen frente a las cámaras, colocando en las imágenes en movimiento, sus pensamientos, búsquedas intelectuales y obviamente, sus ideologías.



El guión escrito a seis manos por parte de los Taviani junto al gran Tonino Guerra (Antonioni, Angelopoulos y Nostalgia de Tarkovski), ahondando en una idea de Lloyd Fonvielle, en la cual dos hermanos de gran talento para la construcción, terminan en Hollywood, haciendo parte del equipo de D.W Griffith y su Intolerencia, además del éxito propio de la época, pero la Primera Guerra Mundial, y una serie de tragedias, mostrará el verdadero destino de estos hombres.

La película nos ubica en la primera década del siglo XX, primero, en una Italia en la que la pobreza y las diferencias culturales se pueden vislumbrar en la quiebra de la cantera - explotación minera- con la cual creaban las esculturas y piezas arquitectónicas los hermanos Nicola y Andrea, los cuales tendrán que emigrar a los Estados Unidos, no sólo por dinero sino por su mismo afán de éxito y talento al construir monumentos; entre el azar y su capacidad artística terminarán en Hollywood, primero como ayudantes, y más adelante como los directores de arte de D.W Griffith, el éxito, talento y hermandad, se pondrán a prueba, primero por una tragedia familiar  y más adelante por una universal, como lo fue la Primera Guerra Mundial, el destino y la barbarie, harán que estos hermanos no sólo rompan sus lazos, sino que terminen peleando en bandos contrarios. Narrado de forma cronológica, el guión no sólo está centrado en los hermanos escultores sino en las complejidades, virtudes, cambios e idealizaciones del Hollywood silente, ese, donde el director era el gran responsable de la obra, la dirección de fotografía era una mezcla de artesanía, técnica y grandes galpones, cuyas paredes estaban construidas por enormes paneles translúcidos y móviles que, mediante bisagras, se abrían o cerraban, según lo requería la escena, permitiendo el paso o el bloqueo de la luz.(1); o como podemos ver en alguna secuencia, ese cine, que estaba experimentando con su lenguaje, como lo hacía el Griffith interpretado por Charles Dance, mientras, montando en una especie de grúa y en un auto, realizaba un travelling*, y muchas otras secuencias y narraciones, entorno a esos primeros y fructíferos años del cine.   Tampoco podemos dejar de lado, que es una película que nos está contando sobre el oficio del director de arte, pasando por la escultura hasta esos decorados monumentales, en las que los italianos, fueron verdaderos maestros, como sucedió con Cabiria (Pastrone), y más adelante con Intolerancia y otras de Griffith. Es decir, aunque obviamente es un drama histórico, el metarelato está absolutamente presente como homenaje, crítica y en cierto modo, autoreferenciando a los propios Taviani.


Aunque la fotografía del italiano Giuseppe Lanci,  ganador de un David de Donatello por esta labor,  es bastante efectiva, sacando provecho de la artificialidad de Hollywood con la luz natural, también es cierto que algunas secuencias, o son muy planas, o no logran la emotividad que corresponde a este reconocido operador que trabajó para Tarkovski, Nani Moretti, entre otros. Aún así, es innegable su talento frente a los planos generales y el uso de lo épico, como sucede en la comida matrimonial, las secuencias de Griffith frente a la pantalla o esa bella secuencia cuando los hermanos recogen una luciérnagas en medio de la noche hollywoodense.

De la mano al trabajo de Lanci, vale destacar la labor de Lorenzo D´Ambrossio, que no sólo emula la época representada sino una serie de decorados que hace conexión con el tema tratado, Ambrossio junto a Gianni Sbarra y Massimo Spano, recrean de la mejor manera el Hollywood de la primera década del siglo XX, y crean, como Lanci, toda una percepción épica de ese "universo" y de la misma vida de los hermanos escultores.

Si bien la música de Nicola Piovani, no sólo es adecuada al estilo y época, también es cierto que no parece estar a tono con el carácter dramático de la película, tal vez el tema central de la obra, es la que mejor define lo que sucede, pero tiende a perderse en el desarrollo, y sólo hasta el final es donde toma mayor relevancia, sería absurdo desmeritar el talento del compositor italiano, pero creo que no es el mejor trabajo de éste, o por lo menos su uso en este largometraje no funciona del todo.     


Aunque los actores principales son Vincent Spano y Joaquim de Almeida, un newyorkino y un portugués que hacen de italianos, quien en cierta forma se roba el protagonismo es Charles Dance, que como escribíamos más arriba interpreta a Griffith, además del actor fetiche de los Taviani, Omero Antonutti, que en los pocos minutos que sale en pantalla opaca a los demás, esto no quiere decir que las actuaciones de Spano y de Almedia sean malas, sólo que no tienen el peso suficiente como protagonistas, y el primero cae en muchas ocasiones en la exageración; de resto, interpretes que asumen bastante bien su papel, pero que tampoco llegan a destacar.

Una de esas películas que debo recomendar más por el tema que por sus propio conjunto fílmico, que abarca demasiado y no llega a la mejor conclusión, principalmente por su  tono idealista, emotivo e irregular, en su propia narración, pero que como documento de la historia cinematográfica, llega a ser importante, no solo por la aparición de Griffith sino por tocar el oficio del director de arte, y a ese cine, que empezaba a balbucear en un italiano que construía monumentos de piedra, cartón e ilusiones.

En conclusión, para quien estudia cine o le importa la historia del mismo, un trabajo importante, que se justifica en varias secuencias; y que tiene en una historia de amor y rompimientos fraternales, tanto un mensaje humanista como de reconciliación, marcado no sólo por la tragedia sino por la guerra, que parece ser un tema que va de la mano en muchos relatos, imágenes e historias.

Zoom in:  Selección oficial en Cannes, fuera de concurso

Montaje Paralelo: Cine dentro de cine - Cine Silente 


(1)http://www.elespectadorimaginario.com/good-morning-babilonia-comienzos-del-cine-mudo-en-hollywood/ 



*Traveling "acarreo" (voz inglesa: «viajando» y que al español también podría ser traducida por «desplazando» o «desplazamiento»), se emplea en el cine para indicar que la cámara se desplaza de su ubicación mientras se graban imágenes.

21 nov 2017

Reeker: Reflexión... de muerte


El terror psicológico puede ser entendido como parte de un conglomerado de subgéneros que parten de la ciencia ficción, el terror y el suspenso, enmarcado en una narrativa engañosa pero acertada dentro del universo cinematográfico, y este fenómeno, lo pudimos observar en el período de cambio de siglo y posiblemente hasta el año 2005/2006, en el que, como en toda tendencia, se derivó a otra fuente o estilo. Para este fin, retomamos  Reeker una película, que en su momento, por lo menos fue "interesante", y que al día de hoy, realmente la vemos, como lo que realmente fue, una obra menor, de poca calidad pero con un final sorpresivo, como lo hicieran en su momento, y de mejor manera Stay de Marc Foster (2005), Dead End, ópera prima de Jean Baptiste Andrea y Fabrice Canepa, o la misma Identity de James Mangold (2003), entre otras, destacando las de Brad Anderson con Session 9, o la misma Los Otros de Alejandro Amenabar (2001); teniendo la base o suposición, que en ese período, estas películas tuvieron un enlace temático, narrativo o conceptual, finalmente, la originalidad de éstas, se convirtió en su propio vicio como lo podemos ver en Reeker, del mediocre director Dave Payne, del que poco podemos escribir, a excepción, de su capacidad para realizar la música, producción y otras labores de su obra.   


El guión se puede resumir, en un par de jóvenes que van de vacaciones en un carro, y cuando llegan a una parada, irán siendo asesinados hasta que nos damos cuenta de la verdad de su muerte y tragedia.

Dentro del período del 2001 hasta el 2005 varias películas asumieron la "tarea"de visualizar ese tránsito entre la vida y la muerte, o esos últimos fragmentos al fallecer, Payne, que hace el guión, toma esta idea y la une a un viaje de estereotipos, diálogos sin sentido  y lugares comunes, que de una forma o de otra, se "amalgama" de forma coherente en el relato. Más allá de sus evidentes errores, su engaño narrativo y erráticas actuaciones, como idea, mejorada por las películas ya citadas, imprimía una cierta novedad en el campo del terror, que ni fue muy bien explotada o asimilada por directores más capaces, a excepción tal vez de Marc Foster o del mismo Amenabar.


No hay mucho que reflexionar o analizar sobre los elementos técnicos, la fotografía o la música- que la hace Payne-  siendo de poca relevancia hasta los mismos efectos especiales, que se quedan cortos, tanto en el aspecto gore como en la construcción de los mismos.

Para finalizar, una obra poco importante, que de todas formas me acordó de esa serie de películas que tenían a la muerte como protagonista o ese tránsito hacía la misma, que  marcó cierta relevancia para el cine, la tv u otras narraciones.

16 nov 2017

Charla Magistral: José Luis Guerín



En su paso por Bogotá, el cineasta español José Luis Guerin visitó la Cinemateca Distrital, y conversó con los asistentes sobre su documental En Construcción -que se pudo ver en la funciín anterior-, su forma de trabajar, interese estéticos, conceptuales y cinematográficos, y muchas de las acciones detrás de éste, y su casi veintena de obras; conocido por su depurado y reflexivo cine, no sólo nos dejó varias inquietudes sino varios razonamientos  entorno al 7mo arte, cultura y demás procesos de la imagen en movimiento.

Como parte del taller que va a dictar  en conjunto con Luis Ospina y Victor Gaviria, el director español se centró en las posibilidades de su trabajo, el montaje y todo ese "lenguaje" que tanto lo documental como la ficción guardan en común.

Un dialogo, aunque corto, bastante provechoso para entender la obra de este director que encuentra en la ficción, la realidad y lo poético, la suma de las partes, como dijo en algún momento de la charla.

15 nov 2017

Decoupage : Closer de Mark Romanek


                       Nine Inch Nails: Closer (Uncensored) (1994) from Nine Inch Nails on Vimeo.

Obras de Arte:


Rudolf Hausman - Forum der einwärtsgewendeten Optik (1948)

Peter Joel Witkins - Harvest (1984)

Peter Joel Witkins  
izq. inferior: Selfportrait (1984) 
 Journeys of the mask (1982) superior izquierda.

Man Ray - Woman in mask and handcuffs (1928)

Peter Joel Witkins- Savoir of the Primates (1982)
             Penitence (1982)

Francis Bacon - Figure with meat (1954)

John Deakin - Retrato de Bacon (1952)

Marina y Uly Abramovic - Relation in tone (1977)
 Otras fuentes:

izq. The sins of Joan Miro (1981) - Indestructible machine (Man Ray)- Selfportrait (M. C Escher)   

Street of the Cocodriles (Hermanos Quay)

14 nov 2017

Blade Runner 2049: Un sueño Neonoir


                       "Somos máquinas, estampadas como tapones de botella.
                        Es una ilusión ésta de que existo realmente, personalmente.
                        Soy sólo un modelo de serie."

El director canadiense Denis Villeneuve, se ha convertido en uno de los cineastas fundamentales para este blog, no sólo por la calidad de sus obras sino porque su nombre, nos asegura una serie de películas que rompen, o por lo menos, se salen de los parámetros genéricos, apostándole a narrativas, que sí bien, son convencionales, tienen un punto de giro que se desliga de los planteamientos iniciales del largometraje, es decir, a pesar de ser un cine comercial, la autoría del canadiense, un equipo técnico de lujo y cierto riesgo en su visión fílmica, sacan a flote lo mejor de estas obras.  Si en un principio, el cine de Villeneuve mostraba el lado más oscuro del hombre común, con sus últimas películas, de gran presupuesto, ha logrado darle cierto lirismo a la ciencia ficción con puestas en escena de gran belleza visual, narrativas pausadas e inteligentes desarrollos dramatúrgicos. La carrera de este canadiense, formado en la Universidad de Quebec, no sólo es una de las más fructíferas sino polifacéticas, al haber incursionado en diversos géneros, estilos y visiones, que le dieron la difícil tarea, de ponerse en los zapatos de Ridley Scott  y su clásico Blade Runner,  treinta y cinco años después, con una secuela igual de independiente que la adaptación del libro de Phillip K . Dick.


Con guión de Hampton Fancher, escritor original de Blade Runner (1982) y el productor/escritor Michael Green, quienes expanden no sólo el universo neo-noir creado por Ridley Scott sino los planteamientos metafísicos/filosóficos escritos por Phillip K. Dick en los años 60. El largometraje es cronológicamente, una visión treinta años después de la desaparición de Deckard, el bladerunner e historia original.  

En el 2049, los replicantes están mucho más integrados a la sociedad, y es donde hace aparición K (Ryan Gosling), un bladerunner replicante, creado para obedecer, cazando y matando a sus congéneres rebeldes y clandestinos. La investigación de K, se irá convirtiendo, no sólo en un posible "milagro" de la bioingeniería, como lo es el embarazo de una replicante sino en una serie de arcanos y conspiraciones, en las que él mismo, parece hacer parte por sus recuerdos infantiles y cierta empatia con el caso; pero todo ésto, hará que K, se vuelva ahora un clandestino, siendo perseguido por Luv, una replicante asesina, que hace parte de la Fábrica de Replicantes que dirige Niander Wallace (Jared Leto). En su búsqueda K se encontrará con Rick Deckard (Harrison Ford), ese bladerunner original, que parece ser la clave de todo éste complejo entramado de recuerdos, embarazos imposibles y destinos fatales.

Sin perder su esencia (neo)noir, y con un argumento, mas accesible que el original, esta obra, alude tanto a esa reflexión sobre la ética de la inteligencia artificial como a la misma naturaleza humana, y su poder de "soñar", como lo indica el nombre original del libro; es en este punto donde la obra de Villeneuve como de los guionistas, funciona tanto a nivel narrativo como que en su argumentación, que no sólo está en la búsqueda de una verdad sino en el tránsito de la misma, elementos que siempre han estado presentes en la obra del director canadiense.



Pero sí debemos buscar el punto más fuerte de este largometraje, está en la fotografía de Roger Deakins, cinematógrafo no sólo considerado como uno de los mejores, sino todo un referente tanto en técnica, estilo, economía y color, porque el director de fotografía inglés, que inició en el documental,  tiene la capacidad de lograr con lo justo, secuencias de gran belleza, planos abiertos que evocan tanto la naturalidad como lo expresivo del largometraje, y porque a través del color, las siluetas y la luz natural, crea retratos en movimiento, inolvidables. Deakins, que prácticamente es el director de fotografía oficial de los hermanos Coen,  y últimamente de Dennis Villeneuve, logra interpretar la visión de estos directores pero además imprimir sus propias identidades, talento y ese lirismo, que fluye de la óptica, la física y el dibujar con luz. En este caso, el inglés, logra sacar provecho tanto de la tecnología, los chroma como de la luz natural; al igual que las luces neón de la ciudad o de las pocas fuentes de luz en la desértica granja a las afueras de Los Angeles; aunque la mayor parte de las tomas se hicieron en estudio, es igualmente una proeza y todo un compendio de los talentos de este operador, que para muchos, es el fotógrafo vivo más importante de este momento.

Aunque en un principio creí que la música del islandés Johan Johansson iba a estar presente en esta película, como se había anunciado, y lo había demostrado en la anterior obra de Villeneuve (Arrival, Sicario), por cuestiones creativas y funcionales, se reemplazó por el trabajo del mítico e incansable Hans Zimmer junto a Benjamin Wallfisch (It), que se acercan mucho más al trabajo sonoro original de Vangelis. Sin negar que es una excelente composición musical, y que el señor Zimmer, es posiblemente el mejor interprete de lo visual a lo sonoro, si se echa en falta los tonos melancólicos de Johanson, o una banda sonora más arriesgada, no por eso, se le van a quitar las grandes cualidades del compositor alemán, y sus arreglos electrónicos, orquestales y de narración a partir de notas, tonos y demás lenguaje musical. 

También cabe destacar el trabajo de diseño de producción con sus impecables maquetas y miniaturas, vestuario y obviamente la creación de ese distópico mundo que es Los Angeles del 2049, es decir, visualmente, es una obra absolutamente remarcable y épica en su concepción.



Y como complemento a todo el contexto audiovisual, las actuaciones de Ryan Gosling, Harrison Ford,  Robin Wright o la bella Ana de Armas, cada uno asumiendo un papel de gran relevancia no sólo en sus interpretaciones sino en la misma disposición narrativa, es decir, sin negar que es una obra de actuaciones sobresalientes, éstas, están dispuestas en favor de la historia y lo visual. Aún así, cabe destacar la labor de Gosling, que en este caso, su impasible rostro funciona a la perfección con su papel de K, el cazador de su propia especie; aunque la actuación de Ford, está lejos de su papel original - y de muchos otros- como anécdota o invitado de lujo, funciona; mucho más destacables son las actuaciones de Wright y de la misma Ana de Armas, la primera como la jefe de K y la segunda como su holográfica esposa, cada una, desempeñando un papel que narrativamente es vital para la obra. Algo más exagerada, pero puntual como la Femme Fatale, la actuación de Sylvia Hoeks, está bien lograda, tanto como género como en su propia argumentación; tal vez, el papel menos interesante viene a ser el de Leto, que ni se profundiza ni tampoco aporta demasiado a la obra.    

Como conclusión, o mejor para finalizar, una gran obra, que no debe ser vista en 3D - como lamentablemente lo hice-, porque se pierde mucho del trabajo de Deakins, pero de todas formas se puede apreciar como su trabajo sonoro, diseño de producción, montaje que con un ritmo pausado más no cansino, y que en su engañoso pero acertado guión, nos deja preguntas con tintes "existencialistas" sobre la moral de la inteligencia artificial y la (des)humanización del futuro.

Más que una obra maestra inmediata, un trabajo que como su antecesora, se hará de culto para las nuevas generaciones; y ese puede decir el mejor halago para esta gran película.

Zoom in:  A pesar de sus excelentes críticas, y ser considerada un clásico inmediato, en taquilla no ha funcionado tan bien.
El hijo de Ridley Scott dirigió dos cortometrajes que hacen conexión con la Bladerunner original y ésta.

Montaje Paralelo:  Blade Runner (1982) -  Neonoir 






8 nov 2017

Lanzamiento del libro: Los monstruos no van a cine


En la librería del FCE, Gabriel García Marquez, se tuvo la oportunidad de escuchar la charla y lanzamiento del libro Los Monstruos no van al cine del escritor y documentalista caleño Erik Zuñiga, texto de cuentos cortos sobre monstruos, terror y cine, como ya lo había hecho en su documental Frankenstein no asusta en Colombia, que vimos en uno de los Zinema Zombie de años atrás; la charla con Alexander Herrera, no sólo estuvo marcada por el tono cinéfilo, sino por las complicidades entre estos compañeros de libros y películas. Un libro que vale la pena revisar, que dejó una interesante reflexión sobre pedagogía y literatura, ya que este libro, le hizo cambiar la mentalidad a un niño no lector; y finalmente, un texto, que parece reivindicar que la ciencia ficción, el horror y lo genérico, parece ser la mejor apuesta para la literatura y el cine contemporáneo de nuestro país, o una forma de reflexionar la realidad a través de la fantasía.        

Cineclubiando: A Serbian Film



"Fue el episodio más cruento de la historia de Europa desde el fin de la segunda guerra mundial. La Corte Internacional de Justicia vio en esta matanza el primer caso europeo de genocidio desde el Holocausto."
                                                                                           Serbia: una nación dividida (1)


El primer, y hasta el momento único largometraje del guionista y director serbio Srdan Spasojevic, no sólo se ha convertido en una de las obras más polémicas, censuradas y prohibidas del siglo XXI, sino en un trabajo de culto por su violencia extrema, sordidez e interpretaciones o representaciones socio-políticas devenidas tras las guerras en los Balcanes, la limpieza étnica y la guerra civil en Yugoslavia; formado fuera de Serbia como cineasta, Spasojevic, con su ópera prima no sólo saca a relucir sus más honestas convenciones sobre lo que es el cine, sino que lo hace a través de una de las metáforas más escabrosas y brutales como lo es A Serbian Film, un descenso a los infiernos por parte de un actor porno retirado, que de paso arrastrará a su familia, como muchas veces sucedió en el gobierno de Milosevic, los ultranacionalismos y las segregación racial, religiosa y en últimas, moral, que se vivió en dicha región. Es decir, y usando una frase del mismo director, la película "muestra el fascismo que hay tras lo políticamente correcto" (2), hablando sobre la censura, el cine serbio y la misma sociedad, tras la posguerra en esa región, llena de conflictos, desde tiempos inmemoriales.




El guión escrito en conjunto por Aleksandar Radivojević y Srđan Spasojević, no sólo es una parodia del cine serbio actual o una metáfora sobre las complejidades de la posguerra balcánica, sino que literalmente es un viaje a los infiernos de un hombre, que por una mejor economía, terminará viendo la peor cara de su sociedad.

La película nos narra la historia de Milos (Srdan Todorovic), un actor porno retirado pero aún, una leyenda de dicha industria, que vive apaciblemente con su esposa e hijo, sin embargo, las penuria económicas y una oferta por parte de una antigua socia, harán que Milos regrese a su antigua labor, una especie de película porno artística que imita a la vida, como dice Vukmir Vukmir, el director. Pero las sospechas y miedos de este hombre, no sólo se convertirán en pesadillas, sino en el punto más bajo de una sociedad decadente y la locura colectiva entorno a esta industria y la muerte, como espectáculo.

Aunque pausada en la primera parte, la narración se va haciendo más frenética en el clímax de la misma, y el drama se va convirtiendo no sólo en terror sino en un macabro espectáculo de incesto, violación, tortura y muerte, donde el guión se "resuelve" de la manera más brutal y efectiva, y no por esto menos dramática.

  
Aunque la fotografía de Nemanja Jovanov no salga muy bien librada en este trabajo - su labor principal está en el campo de la colorización*-, tampoco se puede negar, que su ejercicio cinematográfico está determinado por el estilo del cine porno, y en cierta forma, mediado entre un naturalismo (exteriores) y la artificiosidad (de las secuencias en exteriores), es decir, aunque técnicamente no sea correcta, como concepto funciona, en algunas partes; sin dejar de lado que es una fotografía plana, con pocos contrastes y que a la final no tiene la misma fuerza, que su brutal guión.

Mucho más acertado viene a ser el trabajo musical de Sky Wikluh que logra concentrar en los sonidos electrónicos, toda la rabia, malestar y terror que es A Serbian Film; un dubstep, que recoge todo ese ambiente oscuro y sórdido con ritmos sincopados y distorsiones propias del género musical y de lo que vamos a ver en pantalla.

Vale la pena destacar el trabajo de edición, no tanto por su compaginación o coherencia, sino por las metáforas que utiliza durante las escenas de sexo y por cierto tipo de montaje, al que le cabría la palabra de simbólico, en la primera parte, y por lo frenético del clímax, y chocante del final, en resumen, la labor de Darko Simic, es tal vez, otro  de los puntos fuertes de este largometraje.


   
Las actuaciones son discordantes, si bien el actor Srđan "Žika" Todorović, es considerado como uno de los más importantes y representativos de Serbia, su interpretación no pasa desapercibida, tanto por la exageración, que es necesaria en ciertas secuencias como el aplomo para otras, pero de lo que no cabe duda, es que un personaje que a pesar de su ambigüedad, es absolutamente empático, y ésto es lo que termina generando mayor trauma con el trabajo, es decir, más allá de sí lo hace bien o mal, lo que representa el personaje, está absolutamente logrado; no se puede decir lo mismo de Jelena Gravilovic o de  Sergej Trifunovic, la primera porque termina siendo eclipsada por Todorovic, y el otro, porque su hiperbólica interpretación afecta al tono de la historia, y aún así, es vital esa misma exageración para el personaje, de resto, no hay mucho que decir, o son lo suficientemente correctos o igual de exagerados a sus pares.

En conclusión, y frente a la polémica, es una obra que no es indiferente, que uno sale con un mal sabor de boca, como muchos salimos de la proyección que se tuvo oportunidad de ver en el mes de Halloween en el cineclub 4 bits de la Universitaria Agustiniana, que shockea tanto por su violencia como por el tono nihilista y decadente que presenta, pero también cabe como reflexión frente a las representaciones del cine contemporáneo, a esa doble moral, que maneja el crítico o experto en cine, cuando alaba a un Saló de Pasollini  - sin negar las virtudes de ésta- o le apuesta a una Mujer del Animal de Gaviria, por su mella critica a la violencia, pero a la obra del director serbio, la crítica pasa por la superficie y no por lo que puede demandar en su misma metáfora, sin negar, las obvios errores, lo explicito y demás elementos por las que se le ha censurado o vetado, también, porque la hiperviolencia de la escribe Zavala y otros autores, también tiene cabida en el cine, ya no sólo como espectáculo mórbido sino como una forma de describir las complejidades del siglo pasado y de lo que estamos viviendo, y algunas veces, un machetazo, una violación o el punto más macabro de una escena, puede llegar a definir mucho mejor que la realidad obvia y documentativa de otros cines. Eso sí, A Serbian Film, no es una obra para recomendar, no es un trabajo para repetir, pero que hay que ver, con otra mirada, más llá de las capas de violencia y "mal gusto".

Zoom in: Presentada en diversos festivales, Sitges y Cannes incluidos, en donde la polémica, censura y retiro de las salas, empezó a convertir a este largometraje, en otra obra de culto.
Desde su presentación pública ha recibido censura y prohibición  en Australia, Noruega, Inglaterra, España y otros países. 
La escena del bebé, entre otras, no sólo fue realizada con un muñeco de látex sino falseada para la obra.

Montaje Paralelo: 8mm (1999) - Human Centipede (2004) - Explotation - Gore  - Al interior (2007)





(1) http://www.nationalgeographic.com.es/mundo-ng/grandes-reportajes/serbia-dividida_480/3
(2)(https://es.wikipedia.org/wiki/Srpski_film)
*http://apreciacioncinetec.blogspot.com.co/2015/03/colorizacion-en-cine.html

2 nov 2017

IT: Miedos, amigos y un payaso


                                    “—Flotan —gruñó la cosa—, flotan, Georgie. 
                               Y cuando estés aquí abajo, conmigo, tú también flotarás”.


Es siempre difícil analizar el remake de una obra clásica del Terror o la Ciencia Ficción,  no sólo por el mejoramiento de efectos, censuras u otros factores no estéticos o artísticos, que pueden pesar en mayor o menor medida en la creación de la obra, en el caso del It de Andy Muschetti, pasa lo que exactamente ha sucedido con otros reencauches, visualmente es más efectiva, los efectos "funcionan" en beneficio de la historia y la corrección de color, composición y demás le apuntan a fortalecer la imagen, sin embargo, esto no quiere decir que supere a la original o logre darle una mejor vigencia a la obra como tal, y es a partir de esa premisa o interrogante que vamos a escribir sobre el segundo largometraje de Andrés "Andy" Muschetti, un argentino, que gracias a Mamá (2008) y el aval de Guillermo del Toro, se metió en las filas del remake del clásico libro de Stephen King. Este cineasta bonaerense que trabaja con su hermana Barbara como productora, pasó de ser un absoluto desconocido que con un cortometraje de tres minutos, recibió la producción ejecutiva de Del Toro y un debut de varios millones de dólares, aunque es complicado definir un estilo o hasta una solidez en su carrera, en los dos largometrajes que ha estado involucrado, el dinero y recibimiento del público a estado a la par, y parece seguir en aumento su carrera.  


El guión escrito a seis manos, incluyendo a Cary Fukunaga - director de True Detective-, Chase Palmer y Gary Dauberman, quienes adaptaron la novela homónima de Stephen King, principalmente la historia y personajes de los Loser Club (El club de los perdedores), es decir, los niños que enfrentan a Pennywise, el ente que ha llevado miedo  y desaparición cada 27 años al pueblo de Derry. Eso sí, a diferencia del libro, cambia la época, y se trasladan a los años 80, haciendo homenaje a la versión televisiva y publicación del libro.

La película inicia con esa secuencia que ya parece famosa e icónica de los hermanos Denbrough construyendo un barco de papel, el más pequeño jugando y corriendo en la lluvia con ese barquito que va terminar cerca a un desagüe, y dentro del mismo, un payaso de aspecto macabro y aterrador, que será  punto de partida para que unos niños, unan sus limitaciones y lazos, descubriendo cual es el mal que se apodera de su pueblo natal. Dividida entre la desaparición de Georgie, el hermano menor de Bill Denbrough (Jaeden Liberhen), y las situaciones que se desencadenan en el segundo periodo de 1989 en Derry (Maine), cuando un grupo de amigos, llamados el Club de los perdedores se una para vencer a una fuerza sobrenatural, en la forma de sus mayores miedos, principalmente un payaso que se autodenomina Pennywise, la amistad de los niños se hará más fuerte, como el miedo que irá generando el ente. 

Es un largometraje mediado entre el terror (no sangriento) de Pennywise, el humor por parte de los niños, y el aire a homenaje a la década de los 80 - y porque no decirlo al mundo de Stephen King-, que no llega a cuadrar del todo, pero funciona, por lo menos para la audiencia.


Como escribía en un principio, visualmente es una obra que llega a destacar, el trabajo de Chung-hoon Chung, director de fotografía habitual de Park Chang Wook, es una de las razones para ver este largometraje, no sólo por su labor dentro del género sino por sus aportes a las escenas más terroríficas o intensas, es evidente su talento en las composiciones, ópticas, y aún en el manejo de los efectos, y es aquí donde entra en juego, la paradoja de la calidad técnica de los remake - en algunos casos hasta estéticos- pero que no se ve marcado en lo narrativo o hasta en lo conceptual, entendiéndose que la obra de King, tomaba referentes del payaso psicopáta J.W Gacy; entre otras situaciones propias de la época.   Volviendo al trabajo fotográfico de Chung, los detalles, contrastes y angulaciones de cámara, son fundamentales para los "sustos" y hasta influyen en la narración.   

Es menos imponente la música de Benjamin Wallfisch, aunque no sea un trabajo menor, eso lo demuestra con su participación en Blade Runner 2049; sin embargo, sus sonidos orquestales no marcan tanta diferencia, a pesar de ser un género idóneo para las capacidades de este compositor inglés.

Tenemos que reconocer que un punto importante en este trabajo está determinado por el montaje, no sólo en la compaginación del mismo, o en la coherencia de las imágenes/relato, sino en varias secuencias tanto de terror, acción o de las mismas aventuras entre los amigos, es inevitable reconocer que el montaje de este tipo de películas no sólo brilla por su rigidez sino sus acertados componentes,  donde sale triunfante Jason Ballantine, un australiano experto en editar terror y grandes producciones; para especificar, la secuencia en la que Pennywise sale de la proyección - aunque esté mediada por los efectos-, las secuencias de bicicletas, entre otras de los amigos del club,  y el final, que es donde descargan sus mejores herramientas, el equipo técnico.



Las actuaciones son ese componente complementario que encajan con lo técnico y narrativo; tanto el papel de Skargard como Pennywise o la de niños del club de los perdedores, son actuaciones con cierto contexto coral, algunas más importantes que otras, pero donde no hay un protagonista  absoluto, en cierto modo fortaleciendo a la obra, no tanto porque Skargard lo haga bien o mal, al igual que los niños, sino que esa coralidad ayuda a la empatia y a encontrar en cada personaje, principalmente los niños, un refugio de sentimientos, sensaciones y vivencias, que tampoco se le puede negar al mismo Pennywise como motor del miedo. Es decir, sin que las actuaciones sean las mejores o se caigan en ciertos estereotipos/arquetipos, dados por el libro, o que el performance de Skargard se reduzcan a sus facciones, no limita las apropiaciones que esa colectividad va generando durante los 135 minutos que dura la obra.

Igualmente, no hay que dejar de lado, que es una obra que juega con los modelos del cine de aventuras juvenil de los 80: Los Goonies o Stand by me, entre otras, que se mezclan con el terror, tanto el sobrenatural, como a los abusadores, y se configura una obra, fácil de digerir, de un humor logrado, algún que otro sobresalto, y una coherencia que va flaqueando con el pasar del clímax, pero con los componentes necesarios para brillar en taquilla y recordar viejos tiempos.

Como conclusión a esa pregunta inicial, los remakes, no son necesarios pero funcionan en su cometido, y sin hacer mayor diferencia, algunas veces, lo que terminan acertando, es que uno descubra la versión original, o el proceso de una obra o los tránsitos mismos del cine.

Zoom in:  El proyecto ha estado en marcha desde el año 2009 con reportes y anuncios oficiales periódicos que rara vez se materializaron. La película ha pasado por dos importantes fases: inicialmente estuvo al mando de Cary Fukunaga y luego a cargo de Andrés Muschietti. (1)


Montaje Paralelo: Stephen King - Goonies/Stand by me/amistad adolescente





(1) https://es.wikipedia.org/wiki/It_(pel%C3%ADcula_de_2017)