30 ago 2015

Celebrating Bird: La historia de Charlie Parker


"Hey, man es sólo música. Es tocar claro y enfatizar las notas bonitas."

Este documental televisivo de la serie American Masters, nos muestra un conjunto de entrevistas a personas cercanas al músico, su viuda, compañeros, entre otros, además de varios metrajes de archivo, que nos acerca a la mejores presentaciones del saxofonista. En el documental, vamos a entender las complejidades de este artista, el porqué recibió el apodo de Bird, sus amores, delirios, pero ante todo el virtuosismo que marcó su carrera, sin dejar de lado la tristeza que se convirtió en la contraparte de tal talento, que sólo se pudo asimilar a través de las drogas y del alcohol. Igualmente, este trabajo para la televisión, nos indica la capacidad e influencia que tuvo Bird en los músicos de los años 40, que desafortunadamente no pudo llegar más lejos por su prematura muerte debido a las drogas y el alcohol, los otros componentes de su talento.

Dirigido por Gary Giddins, quien además escribió el libro del mismo nombre de este trabajo audiovisual, y sobre otros artistas del jazz americano.




Charlas sobre cine: Pedro Adrián Zuluaga







La Plataforma es un nuevo espacio para la artes de la ciudad, que en esta ocasión han reunido a varios expertos e investigadores del cine nacional, para dictar unas charlas entorno a las novedades, cambios o eventos cinematográficos de gran relevancia. 

En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de escuchar a Pedro Adrián Zuluaga, y su cahrla sobre el canon, el cine colombiano contemporáneo y las complejidades que estos canosnes han traído al cine nacional. 

El silencio es oro: Homenaje en clave de humor



                    "Y también se descubrió, por contraste, el dramatismo del silencio...."*


Rene Clair, fue uno de los directores más importantes y representativos del cine francés, tanto en las vanguardias como en la comedia;  la calidad de sus obras, innovaciones en el lenguaje cinematográfico y manejo técnico de éstas, hicieron de su nombre, uno fundamental en la transición del cine silente al sonoro, del éxodo forzoso hacia Hollywood y de la misma Academia francesa de cine.  Este escritor, crítico, periodista y cineasta, que escribió canciones para cantantes populares de la época, que actúo en el periodo silente, y que hizo parte de la intelectualidad europea, por sus textos, pensamientos y películas, que hablaban de la sociedad y complejidades de tales épocas, pero todas bajo la influencia del humor con cierto aire esperanzador.     

Con películas como Entreacto o Bajo los techos de París, este director parisino, criado en Les Halles - uno de los mercados icónicos de la Ciudad Luz- le fue dando una identidad, un diálogo cinematográfico, no sólo al cine de su país sino de la Europa de entreguerras. 

El silencio es oro, película que está en el intermedio de su carrera, además de ser un sentido homenaje a los inicios del cine, es una historia de amor, fiel a los preceptos de este director, donde los enredos, los barrios populares y la amistad son puntos que convergen en sus narrativas.


Con guión del propio Clair, donde nos cuenta una historia de amor y amistad, que tiene como fondo a la Ciudad Luz, la primera década del siglo XX y un sentido homenaje al cine silente, principalmente a esos cortometrajes que fueron esenciales en esa década, realizados por personajes como Emile (Maurice Chevalier), un director/productor de unos cincuenta años, que se enamora de una joven actriz Madeline (Marecelle Derrien), hija de un amigo, y del gran amor de su juventud; sin embargo, el amor de la chica corresponderá al joven Jacques (Francois Perier) el tímido y enamoradizo ayudante del director, que aprovechará las lecciones de Emile, tanto para madurar como para encontrar al amor de su vida.

En clave de humor, con algunos tintes dramáticos Clair, crea esta obra de enredos, cinefilia, de opuestos y cambios, como se estaba dando en esa naciente industria cinematográfica; el director francés no sólo hace un homenaje, sino que aporta sus propias conclusiones, sus ideales sobre tales cambios, y lo que él mismo vivió en esa época. La película, es una obra intermedia en su carrera, no sólo por estar realizada a mitad de su vida, además de ser un transito entre su periodo de Hollywood  y su regreso a Francia, sino porque es una película que intercede entre sus propias virtudes y las limitaciones que ya se notaban en su lenguaje cinematográfico.

Aún así, con cierta nostalgia y con la capacidad del director francés, de encontrar en lo musical, los personajes solitarios y el humor del espectáculo, se construye un guión que funciona tanto en su estructura, como en la propia habilidad de homenajear al París que había dejado atrás este director, al cine que había dejado atrás las mismas técnicas y a las historias románticas que que iban cobrando otro sentido.


  
El trabajo fotográfico de Armand Thirard, no sólo estuvo presente en casi un centenar de películas francesas, sino que fue un cinematógrafo de gran relevancia en los años treinta y cuarenta del siglo pasado, su fotografía adaptable tanto a la comedia  como a diversos géneros, no sólo destacó por su sobriedad sino por la ambientación que generaba a través del manejo de la luz, como lo hace en esta película, de planos bien construidos, sobrios y de una naturalismo propio de la esencia del largometraje, sin dejar de lado esas postales de París, en planos cerrados o mucho más panorámicos de esa Torre Eiffel con las luces de una ciudad recién iluminada.

Como sucedió desde su primera película sonora, Clair no sólo encontró en la música una gran herramienta narrativa, sino en el contrapunto, un escenario tan fuerte e importante como la misma imagen, y que en cierto modo, le daba ese carácter tan ritmico a sus obras; igualmente los diálogos de Chevalier, del inocente y un poco torpe Jacques, de la dulce aunque avezada Derrien, se complementan con las composiciones musicales  de Georges Van Parys y de Clair, quien escribió las letras de las canciones.

Vale la pena destacar el diseño de producción, el vestuario, ambientación, que además  de loable, es de una sobriedad y elegancia, que marca la calidad de la obra, elemento que siempre tuvo preponderancia  en las películas  del francés, que en este caso,  no sólo se limitan al mundo diegético de Emile, sino a las inocentes y primigenias ambientaciones del cine silente.




Obviamente no podemos dejar de lado el papel que interpreta Maurice Chevalier, una leyenda del cine francés, que muchas veces encarnó al dandi algo frívolo pero de origen humilde y buenos sentimientos, como vemos en esta película, Chevalier, quien es el que se lleva todo el peso humorístico y dramático, es igualmente, aunque de forma indirecta un alterego del propio Clair, quien termina reflejando sus inquietudes  y nostalgia a través de este director de cortometrajes.

Una de las películas más conocidas del director francés, que sigue sorprendiendo por la lucidez de su guión, que igualmente peca en cierto modo, por la inocencia de sus personajes, y que en definitiva muestra la gran maestría del francés, tanto en lo sonoro, en el dinamismo de la imagen y en ese aire nostálgico que imprime no sólo al París de esa década, sino de los mismos personajes y homenaje al cine, en su técnica, en su poética y en ese oficio, que en muchos sentidos se parece al amor que se va construyendo en las figuras de Madeline y Jacques. Una verdadera obra de calidad, que tal vez, sin ser tan relevante como Bajo los techos de París, si tiene un  verdadero hálito a ensayo, a diálogo sobre la esencia del cine silente, y lo que se perdió con el sonido, como lo deja establecido el título de la película.


Zoom in:  Primera película que rodó de nuevo en Francia, tras su exilio forzoso.

Montaje Paralelo: Cine silente 




*http://www.march.es/conferencias/detalle.aspx?p5=2859

22 ago 2015

El General de la Rovere: Retratos de la guerra


                       “demostrad a esos canallas que no tenéis miedo a la muerte…”

Segunda película que reseñamos del cineasta Roberto Rosellini, uno de los padres del Neorrealismo italiano; este hijo de la burguesía romana, cinéfilo e inquieto intelectual, no sólo fue un gran participe en ese cine de actores no profesionales, grabaciones en exteriores y técnicas documental; sino un personaje que a través del cine, construyó su propia conciencia sobre lo que estaba pasando en el mundo, o en este caso en la Italia de Benito Mussolini; el director italiano no sólo encontró en este medio un modo de expresión, sino un verdadero vínculo con el pueblo, además de una férrea amistad con Federico Fellini y Aldo Fabrizi colaboradores de su primer largometraje. 

La cinefilia por parte de este director, no sólo fue un gusto adquirido sino fue todo un privilegio, al poder entrar de forma vitalicia al teatro de cine que construyó su padre, un importante y adinerado arquitecto; igualmente su afición por la mecánica, lo llevó en un inicio a trabajar con motores y demás aparatos, hasta entrar en contacto con el mundo del cine, primero con la parte sonora (técnico) y mas adelante como asistente de montaje, todos estos conocimientos y autoformación, se fueron traduciendo en lo que sería más adelante este movimiento (el neorrealismo), que inevitablemente influyó en los países latinoamericanos y demás periferias cinematográficas. 

Con Rosellini, podemos hablar de un par de trilogías, la del fascismo - propagandas que realizó para el régimen, la del Neorrealismo, su periodo vital y fundamental y la de Ingrid, su parte más romántica, sin embargo, otras de sus obras escaparon de esa denominación, y hicieron eco a través de sus historias, ideas o personajes, como lo fue el General de la Rovere, considerada como una de sus mejores películas y la que vamos a reseñar en este momento.


El guión adaptado de uno los textos o retratos de Indro Montanelli sobre la figura del General de la Rovere, es realizado por Sergio Amidei y Diego Fabri con participación del mismo Montanelli, periodista que asumió estos estudios periodísticos en plena guerra mundial. La historia nos sitúa a finales de 1943, cuando los aliados ya han desembarcado en  Italia, sin embargo las tropa nazis aún ocupan ciertas porciones del país fascista, como lo es Génova, donde los estafadores hacen de las suyas, como es el caso de Bertone (Vittorio de Sica), un elegante y teatral apostador, que vive de engañar a quien mejor le convenga, sin embargo, en uno de sus intentos por "ayudar" a una aristocrática mujer, será arrestado por los nazis, y condenado a cumplir una larga condena o colaborar con éstos; Bertone aceptará la segunda opción, emular que es un importante militar antifascista, pero en ese juego de engaños y manipulaciones, este hombre encontrará su propia fuerza, orgullo y reivindicación con los suyos y con su patria.

Con tintes nacionalistas pero absolutamente antibelicista, este drama histórico, que hace soltar una que otra risa por el estupendo papel de De Sica, no sólo es una muestra de esos cambios, transformaciones que se dieron en diversos personajes, como el mismo Rosellini, sino que es una analogía del apoderamiento de una idea, de la actuación y de la capacidad de apropiarse de la penuria de los demás, así sea con su mismo sacrificio.




La estupenda fotografía de Carlo Carlini, multifacético operador italiano, que resalta en este trabajo, en un principio, el realismo propio de lo que se está contando, con unos planos bastante naturalistas, abiertos pero con cierto granulado, que igualmente hace parte de la esencia "química" del sustrato utilizado, sin embargo, a medida que va pasando el metraje, la fotografía de este director se va tornando mucho más contrastada, donde el clarooscuro empieza a prevalecer, no sólo por la ubicación del personaje principal, sino por las connotaciones psicológicas que empieza a tomar el carácter del mismo; igualmente los planos se hacen más cerrados, y el encierro, el manejo de la luz hacen mucho más agobiante la presencia de este estafador convertido en héroe.

La economía de los planos y a la vez el ritmo dado por los travelling, no sólo recuerdan las bases del neorrealismo sino ciertos aires al cine de guerra, supeditada por una cámara que pasa de los planos estáticos controlados a unos mucho más dinámicos y ejercidos por la parte mecánica de la operación, dando como resultado esa estupenda secuencia, cuando De Sica, alienta a los presos a no sentir temor, aunque el mismo está muerto del miedo, y de fondo las bombas cayendo cerca a esa cárcel. 

Aunque la música de Renzo Rosellini, hermano de Roberto, tiene una carga dramática fuerte y toma elementos de guerra, ésta no es tan preponderante dentro de la narrativa, que le apuesta mucho más a los diálogos y acciones de los personajes.

Si bien es cierto, que la puesta en la escena de esta obra, o el diseño de producción, es sobrio y limitado, tampoco se puede negar, que cada elemento que aparece dentro de cuadro, tiene una relevancia no sólo decorativa sino como trasfondo ideológico o del pensamiento del propio director.


     
Sin embargo, es innegable que quien se lleva los aplausos es  Vittorio De Sica, este director  y actor italiano que asume un papel que pasa no sólo por una transición moral sino por todos los estados dramáticos y por supuesto actorales, que no sólo los logra trasladar a pantalla a través de su carisma sino por la misma expresividad de sus facciones. La carga dramática que pone a su espalda el cineasta nacido en Sora (Italia), no sólo está articulada en el carácter del personaje, que pasa de la ironía e individualismo absoluto, a convertirse en un mártir de sus propias ambigüedades, y es aquí donde toma tanta relevancia la actuación - que no pierde ni coherencia o dredibilidad- de De Sica.

Otra de las grande obras de Rosellini, tal vez no a la altura de su trilogía del neorrealismo, pero si una estupenda visión del final de la ocupación alemana en Italia, de esas microhistorias de personajes absolutamente cinematográficos, y obviamente una película que desarrolla lo mejores conceptos que estos hombres, concibieron con el neorrealismo.

Obra fundamental del cine italiano, y una magistral puesta en escena, que pasa de la fotografía de Carlini al estupendo papel de De Sica.

Zoom in:  León de Oro en el Festival de Venecia/ Premios David Di Donatello y Nominada al Oscar a mejor guión original.

Montaje Paralelo: Roma Ciudad abierta (1945) 


Colección Cine silente colombiano: Disco 7 - Archivo cinematográfico de los Acevedo/Acevedo e hijos: por un arte propio-



                                    "La familia Acevedo legó un enorme acervo 
                                     fílmico que recoge cuarenta años de labor incansable..."

El disco siete de la Colección Cine silente colombiano, que hace parte de las películas que ha recuperado Patrimonio Filmico, contiene dos materiales, el primero, los registros fílmicos y noticiosos -silentes- de los hermanos Acevedo y el otro, una crónica entono a esta familia considerada junto a los Di Domenico, como los pioneros del Séptimo arte en el país. Gracias a esta colección, no sólo vemos cómo funcionaban lo métodos de producción de la época sino los mismos acontecimientos que estaban marcando el momento, tanto a nivel social, comercial y cinematográfico. Las imágenes registradas por estos hermanos, no sólo fueron de vital importancia en esas casi dos décadas - 1915/1933-, sino que toman un valor informativo y documentativo, en la actualidad, asimilando las costumbres, acciones y un registro antropológico de esos instantes    

La crónica realizada por Juan Carlos Arango Espitia, y narrada por Julio Cesar Luna, es una representación de lo que hicieron estos hermanos, que además de ponernos en escena el funcionamiento de los noticiarios cinematográficos del país, también nos acercan a las realidades que se estaban presentando en la naciente e incipiente industria cinematográfica; igualmente la unión que éstos, los Acevedo, tuvieron con Cinecolombia, tanto en los noticiarios, producción y otras actividades, a las que fueron relegados o acaparados por este "monopolio" del cine; Arango, nos muestra tanto los aciertos, los tropiezos y dificultades que tuvo esta familia, que pasaron por los diversos géneros, y que influyeron notablemente al cine colombiano en su evolución natural, en algunos casos de forma directa, ya fuera a través de sus animaciones artesanales - que perfectamente podrían recordar los trabajos de Guy Maddin-, sus documentales con tintes periodísticos o de reportería gráfica, como a otros postulados, que sin caer directamente en mercadas referencias de la cinematografía nacional, si ha tenido un interés y apropiación funcional dentro de ésta.

La obra audiovisual centrada en las palabras de Luna, en el manejo del material de archivo de estos hermanos, y unas nostálgicas entrevistas que se les hizo a éstos, marcan la narración de esta pequeña producción avalada por Patrimonio, donde se va a estructurar el cómo, los porqué, pero ante todo las cualidades que acentuaron el trabajo de estos artistas/comerciantes/soñadores que sin lugar a dudas, como todos lo pioneros del cine, asimilaron los contextos que se estaban viviendo, transformaron o se apropiaron de los lenguajes predominantes, y en el momento de su ocaso, fueron relegados al olvido, por eso es tan importante observar y analizar el trabajo de estos hombres, que sin estar al nivel de los Lumiere o Melies, sí le dieron un giro a estas industrias culturales, encabezadas por el cine, en ese momento.

Igualmente, no es mostrado el trabajo de éstos, desde el metraje del Entierro del General Herrera, hasta la recreación de la Guerra en el Perú, pasando por los diversos institucionales, documentales y demás obras fílmicas que "reflejaban" ese espíritu progresista, que tapaba de forma soterrada los cinturones de miseria, como aceptaba - en la entrevista- uno de los últimos sobrevivientes de esta familia; la crónica, manifiesta no sólo sus intenciones documentativas sino un halo de memoria por no olvidar lo que hicieron estos hombres, por mantener una cinematografía no sólo estable sino nacional, que en cierta forma fue su gran legado, y que directa o indirectamente sigue presente el audiovisual del país.

Ver: Acevedo e hijos   

20 ago 2015

Manifiesto: Manifiesto del sonido/ Manifiesto del contrapunto orquestal*

MANIFIESTO DEL SONIDO

El sueño del filme sonoro se ha convertido en realidad. Con la invención de la práctica del filme sonoro, los americanos lo han colocado en el primer escalón de una realización rápida y sustancial. En Alemania se trabaja intensamente en la misma dirección. El mundo entero habla del silencioso arte que ha aprendido a hablar.

Los que trabajamos en la URSS nos damos cuenta de que con nuestro potencial técnico no podemos situarnos a la cabeza de una realización del filme sonoro en un futuro cercano. Al mismo tiempo consideramos oportuno establecer un número de premisas principales de carácter teórico, porque parece ser que el resultado de esta invención se está empleando en una dirección incorrecta. Entre tanto, una concepción equivocada de las potencialidades dentro de este nuevo descubrimiento técnico, no sólo puede obstaculizar el desarrollo y la perfección del cine como arte sino que incluso amenaza destruir su actual perfeccionamiento.

Actualmente el filme, por medio de sus imágenes visuales, produce un poderoso efecto sobre las personas y ha alcanzado merecidamente uno de los primeros lugares entre las artes.

Se sabe que el medio básico (y el único) que ha dado semejante fuerza poderosamente efectiva al cine es el MONTAJE. La afirmación del montaje como el principal medio de efecto se ha convertido en el indiscutible axioma en el cual se ha construido toda la cultura del cine.

El éxito de los filmes soviéticos en las pantallas del mundo es debido principalmente a los métodos del montaje, que han sido los primeros en revelar y consolidar.

Por tanto, los momentos importantes del sucesivo desarrollo del cine serán solamente aquellos que refuercen y amplíen los métodos del montaje que afecten al espectador. Al examinar cada nuevo descubrimiento desde este punto de vista resulta fácil demostrar la insignificancia del color y la estereoscopia en el filme comparado con el sonido.

El sonido es una invención de dos filos y lo más probable es que sea usada siguiendo la línea de menor resistencia, es decir, siguiendo la línea de satisfacer la simple curiosidad.

En primer lugar habrá la explotación comercial de la mercancía más fácilmente vendible, los filmes hablados, en los cuales el registro sonoro procederá según un nivel de realidad, correspondiendo exactamente con el movimiento de la pantalla y proporcionando cierta «ilusión» de gente que habla, de objetos que producen determinados sonidos, etc.

Un primer período sensacional no perjudica al desarrollo de un arte nuevo, pero lo que es espantoso en este caso es el segundo período, un período que reemplazará y hará desvanecer la virginidad y pureza de esta primera percepción de nuevas posibilidades técnicas estableciendo una época de su empleo automático para «dramas altamente culturales» y otras obras fotografiadas de estilo teatral.

El uso del sonido en esta forma destruiría la cultura del montaje, porque cada ADHESIÓN del sonido a una pieza visual del montaje aumenta su inercia como pieza de un montaje y aumenta la independencia de su significado, lo cual redunda-ría sin duda alguna en detrimento del montaje, al operar primeramente en la YUXTAPOSICIÓN de las piezas y no en su montaje.

Unicamente un empleo «contrapuntado» del sonido en relación a la pieza visual del montaje puede deparar una nueva potencialidad al desarrollo y perfección del montaje.

LOS PRIMEROS TRABAJOS EXPERIMENTALES CON EL SONIDO DEBEN DIRIGIRSE HACIA LA LINEA DE SU DISTINTA NO-SINCRONIZACIÓN DE LAS IMÁGENES VISUALES. Solamente de este modo se obtendrá la palpabilidad, que conducirá luego a la creación de un CONTRAPUNTO ORQUESTAL de imágenes auditivas y visuales.

Este nuevo descubrimiento técnico no es un momento accidental en la historia del filme, sino una forma orgánica para salir de todas las series de callejones sin salida que parecían no tener remedio en la cultura de la vanguardia cinematográfica.

El primer callejón sin salida es el subtítulo y los infructuosos intentos de ligarlo en la composición del montaje como una pieza del mismo (tales como dividirlo en frases o incluso en palabras, aumentando y disminuyendo la medida de la letra empleada, usando el movimiento de la cámara, etc.).

El segundo callejón sin salida son las piezas explicatorias (por ejemplo, insertar ciertos primeros planos), que entorpecen la composición del montaje y retrasan su tiempo.

La labor de tema y de narración se complica cada vez más, y los intentos de resolverla por medio de métodos de montaje «visual» sólo conducen a problemas insolubles y obligan al director a realizar estructuras de montaje de fantasía, con peligro de hacer surgir la terrible eventualidad de la falta de sentido o la decadencia reaccionaria.

El sonido, tratado como un nuevo elemento de montaje (como un factor divorciado de la imagen visual), introducirá inevitablemente nuevos medios de enorme poder de expresión, y la solución de las tareas más pesadas que ahora nos oprimen, con la imposibilidad de vencerlas por medio de métodos imperfectos que empleen solamente imágenes visuales.

El método «contrapuntado» de construir el filme sonoro no sólo no debilitará el cine internacional, sino que llevará su significado a una altura cultural y un poder sin precedentes.
Este método de construir el filme sonoro no lo limitará al mercado nacional, como sucede con las comedias fotografiadas, sino que dará mayor posibilidad que nunca a la circulación a través del mundo de una idea fílmicamente expresada.


MANIFIESTO DEL CONTRAPUNTO ORQUESTAL

El arte del montaje, espectacularmente desarrollado durante la época muda, se encontraba con la aparición del cine sonoro en una seria disyuntiva: Desaparecer en un discreto segundo término, dejando que el cine se convirtiera en mero teatro hablado y proyectado, o desarrollar tecnologías que permitieran experimentar el inmenso potencial artístico y narrativo del nuevo lenguaje audio-visual. Con el tiempo, la divertida ilusión de ver hablar y cantar a los actores de las películas estaba destinada a convertirse en algo inesperadamente rico y complejo. 
El sueño largo tiempo acariciado del cine sonoro es una realidad. Los norteamericanos han inventado la técnica del film hablado y lo han llevado a su primer grado de utilización práctica. Alemania, asimismo, trabaja muy seriamente en idéntico sentido. En todas partes del mundo se habla de esta cosa muda que finalmente ha encontrado su voz. Nosotros, que trabajamos en la Unión Soviética, somos plenamente conscientes de que nuestros recursos técnicos carecen de la envergadura suficiente para permitirnos esperar un éxito práctico y rápido en este camino. Pero ello no impide que consideremos interesante enumerar un cierto número de consideraciones preliminares de naturaleza teórica, teniendo en cuenta, además, que si no estamos mal informados parece que este nuevo progreso tiende a orientarse por un mal camino. Porque una concepción falsa de las posibilidades de este descubrimiento técnico no sólo puede estorbar el desarrollo del cine-arte, sino que también puede aniquilar su auténtica riqueza de expresión actual. El cine contemporáneo, al actuar como lo hace por medio de imágenes visuales, produce una fuerte impresión en el espectador y ha sabido conquistar un lugar de primer orden entre las artes. Como sabemos, el medio fundamental -y por añadidura, único- mediante el cual el cine ha sido capaz de alcanzar tan alto grado de eficacia es el montaje. El perfeccionamiento del montaje, en tanto que medio esencial de producir un efecto, es el axioma indiscutible sobre el que se ha basado el desarrollo del cine. El éxito universal de los filmes soviéticos se debe en gran parte a un cierto número de principios del montaje, que fueron los primeros en descubrir y desarrollar. 

1.- Así pues, los únicos factores importantes para el desarrollo futuro del cine son aquellos que se calculen con el fin de reforzar y desarrollar sus invenciones de montaje para producir un efecto sobre el espectador. Al examinar cada descubrimiento, situándose en esta perspectiva, es fácil demostrar el escaso interés que ofrece el cine en color y en relieve en comparación con la gran significación del sonido.

 2.- El film sonoro es una arma de dos filos, y es muy probable que sea utilizado de acuerdo con la ley del mínimo esfuerzo, es decir, limitándose a satisfacer la curiosidad del público. En los primeros tiempos asistiremos a la explotación comercial de la mercancía más fácil de fabricar y de vender: el film hablado, en el cual la grabación de la palabra coincidirá de la manera más exacta y más realista con el movimiento de los labios en la pantalla, y donde el público apreciará la ilusión de oír realmente a un actor, una bocina de coche, un instrumento musical, etc. Este primer periodo sensacional no perjudicará el desarrollo del nuevo arte, pero llegará un segundo periodo que resultará terrible. Aparecerá con la decadencia de la primera realización de las posibilidades prácticas, en el momento en que se intente sustituirlas con dramas de "gran literatura" y otros intentos de invasión del teatro en la pantalla. Utilizado de esta manera, el sonido destruirá el arte del montaje, pues toda incorporación de sonido a estas fracciones de montaje las intensificará en igual medida y enriquecerá su significación intrínseca, y eso redundará inevitablemente en detrimento del montaje, que no produce su efecto fragmento a fragmento sino -por encima de todo- mediante la reunión completa de ellos. 

3.- Sólo la utilización del sonido a modo de contrapunto respecto a un fragmento de montaje visual ofrece nuevas posibilidades de desarrollar y perfeccionar el montaje. Las primeras experiencias con el sonido deben ir dirigidas hacia su no coincidencia con las imágenes visuales. Sólo este método de ataque producirá la sensación buscada que, con el tiempo, llevará a la creación de un nuevo contrapunto orquestal de imágenes-visiones e imágenes-sonidos. 

4.- El nuevo descubrimiento técnico no es un factor casual en la historia del film, sino una desembocadura natural para la vanguardia de la cultura cinematográfica, y gracias a la cual es posible escapar de gran número de callejones que realmente carecen de salida; el primero es el subtítulo, pese a los innumerables intentos realizados para incorporarlo al movimiento o a las imágenes del film; el segundo es el fárrago explicativo que sobrecarga la composición de las escenas y retrasa el ritmo. Día a día, los problemas relativos al tema y al argumento se van complicando. Los intentos realizados para resolverlos mediante unos subterfugios escénicos de tipo visual no tienen otro resultado que dejar los problemas sin resolver, o llevar al realizador a unos efectos escénicos excesivamente fantásticos. El sonido, tratado como elemento nuevo del montaje (y como elemento independiente de la imagen visual) introducirá inevitablemente un medio nuevo y extremadamente eficaz de expresar y resolver los complejos problemas con que nos hemos tropezado hasta ahora, y que nunca hemos llegado a resolver por la imposibilidad en que nos hallábamos de encontrar una solución con la ayuda únicamente de los elementos visuales.

 5.- El «método del contrapunto» aplicado a la construcción del film sonoro y hablado, no solamente no alterará el carácter internacional del cine, sino que realzará su significado y su fuerza cultural hasta un punto desconocido por el momento. Al aplicar este método de construcción, el film no permanecerá confinado en los límites de un mercado nacional, como sucede en el caso de los dramas teatrales y como sucedería con los dramas teatrales filmados. Al contrario, existirá una posibilidad todavía mayor que en el pasado de hacer circular por el mundo unas ideas susceptibles de ser expresadas mediante el cine.


(firmado por) 

S. M. Eisenstein.
V. I. Pudovkin.
G. V. Alexandrov.

* De uso educativo

17 ago 2015

La tierra y la sombra: La tristeza como relato


                      "Cada suspiro es como un sorbo de vida del que uno se deshace."
                                                                                                                   Juan Rulfo


Con algo de retraso, retomamos el análisis de La Tierra y la sombra de César Acevedo, estrenada en la Cinemateca Distrital, pero que en salas comerciales, ya había cumplido su segunda semana; esta película ganadora del Cannes a mejor opera prima, y posiblemente el trabajo que ha recibido - hasta el momento-  el premio más importante para el cine colombiano, no sólo es un retrato de esa modernidad que empieza a consumir al campo y a sus gentes, sino a sus propias tradiciones, y que parecen vivir en un eterno desplazamiento. En cierta forma el director caleño, lo propone a través de esta obra, como a través de su propia experiencia, siendo una película con tintes autobiográficos; Acevedo, formado como Comunicador Social en la Universidad del Valle, y que su experiencia cinematográfica se limitaba a la dirección de asistencia en El vuelvo del cangrejo y a Los hongos, no sólo consiguió finalizar este proyecto que le tomó cerca de ocho años sino que los premios han mediatizado su obra, y lo han puesto al nivel de realizadores clásicos europeos.

Con un año cinematográfico colombiano relativamente bueno, por lo menos frente a festivales y duración en carteleras, una película como la de este director, no sólo juega un papel vital para tener otro punto de vista, otra forma de narrar o de poner en escena, temas presentes en la pantalla, pero construidos a través de la belleza y de la poética de lo tradicional.

Acevedo (camisa a cuadros) / Fuente: Revista Visaje
Escrito por el propio Acevedo, este drama que retrata el regreso de un hombre a su antiguo hogar para ayudar a su hijo moribundo, es igualmente una tragedia familiar, el desplazamiento por la modernidad, el reencuentro con la memoria, y el olvido como parte de ese mismo tránsito hacia un cambio, una nueva vida.

Alfonso (Haimer Leal), un viejo campesino que retorna después de 17 años a su tierra, a su finca, a la familia que abandonó; se encuentra con la realidad de un pueblo cambiado por la modernidad, donde el cultivo de la caña de azúcar, ha desplazado los viejos oficios, y ha traído nuevas enfermedades, como la que tiene su hijo Geraldo (Edison Raigosa), las mujeres del hogar, son las que trabajan, cortando la caña, y la inocencia de un niño, será el gran motor para este hombre que sólo tiene los recuerdos de una humilde casa a la sombra del Samán (un árbol). Con un ritmo pausado, de planos casi estáticos, el director nos acerca a una tragedia moderna, llena de melancolía y tristeza que se refleja en los rostros de los personajes, su entorno y en ese fin de una era, que parece la de esta familia campesina.



La impresionante fotografía de Mateo Guzmán, que ha recibido diversas distinciones por esta labor, no sólo destaca por la composición y sobriedad de cada plano, sino por lo que cada uno de éstos dice dentro de la película, planos sugerentes, de una lograda manifestación entre lo naturalista, lo pictórico y a la vez una artificialidad, que parte de las mismos sentimientos que se presentan en esta opera prima. Guzmán, se alimenta de diversas fuentes pictóricas tantos del país como del naturalismo francés, sin dejar de lado la influencia de la fotografía de Nykvist en Sacrificio de Tarkovski , y de otros cineastas, pero con una huella de identidad propia, definida y estilizada con lo colombiano.

Si bien es cierto que la película tiene pocos diálogos, el sonido es técnicamente correcto; aunque podemos hablar de ausencia de música, a excepción de la canción Amor se escribe con llanto (interpretada por Garzón y Collazos), la misma que se utiliza en el trailer y de forma diegética, es más que suficiente este pequeño extracto sonoro para ilustrar los sentimientos que se van desarrollando en este largometraje. Igualmente, su montaje, dirección de arte y producción en general son sobrios pero de gran relevancia, estructurados de forma coherente con el relato y con lo que se quiere expresar.



Aunque las actuaciones funcionan, el aplacamiento de los actores naturales está muy bien manejada por Acevedo, en ciertos puntos hay notables saltos en esas misma interpretaciones, que si bien no afectan al ritmo o calidad del trabajo, si se hacen notorias por la sobriedad de la película; vale la pena destacar el trabajo del niño y de Haimer Leal, quienes, en medio de estas actuaciones corales, son los que sufren los mayores cambios dramáticos, e igualmente son la contraposición cultural, que se está contando en este trabajo.

Para finalizar, y a modo personal, una película que nos acerca a la memoria de un país, a entender como nuestras tradiciones deben ser comprendidas y heredadas, como parte de nuestra propia idiosincrasia; todo bajo una excelente fotografía, ritmo pausado, contemplación, donde la tristeza es protagonista de un mundo en constante cambio.

Cabe destacar, el protagonismo de la casa, de la pequeña finca que se termina convirtiendo en un personaje más, que respira y a la vez, está consumiendo a los demás interpretes; casa que recibe la luz, la sombra, la tierra y los sentimientos que afloran en esta pequeña parcela, que remite a una metáfora del desplazamiento y de la misma modernidad reinante.

Aunque comparada (la película) con las obras de Tarkovski, yo la situaría mucho más cerca al trabajo de Andrey Zvyagintsev, por sus tragedia griegas, llevadas a este mundo contemporáneo, donde la familia también tiene repercusiones en ese mismo destino infranqueable, inevitable. Una película, que igualmente nos está hablando del cuidado de la naturaleza, de las tradiciones, del respeto por nuestros recuerdos, en resumen, una excelente obra, no sólo como opera prima, sino por todo el engranaje emotivo y estético que la envuelve.

Zoom in: Cámara de Oro en Cannes, a mejor opera prima, Sección oficial en San Sebastián, y múltiples premios en el resto del mundo por su fotografía, dirección, entre otras.

Montaje Paralelo: Campesinos 




8 ago 2015

Cine para la Paz: Retratos de familia




"Falso Positivo: es el arresto o ejecución de personas inocentes por parte de los organismos castrenses pasando dichos inocentes por criminales abatidos." (1)


La desaparición de casi una veintena de jóvenes de la localidad de Ciudad Bolivar (Bogotá) y Soacha (Cundinamarca), no sólo se convirtió en otros de los capítulos oscuros de la realidad colombiana sino en uno de esos hechos vergonzosos, donde estuvieron implicados, las fuerzas militares del país, un Gobierno que demandaba resultados (políticos, militares y sociales) a cualquier costa y la desidia de un pueblo polarizado por un maniqueísmo, reducido a Guerrilla (malo), Gobierno (bueno) por encima de cualquier otra razón; sin dejar de lado, la pobreza, la falta de oportunidades y el desempleo, como factor de "oportunidad" para justificar la muerte de estos jóvenes, donde, como dice el documental, la vida se convirtió en mercancía.

Este trabajo audiovisual con Apoyo de Centro Memoria y de otras entidades del Gobierno Distrital de turno, nos va mostrando progresivamente esos testimonios de las Madres de Soacha, una colectividad que a punta de dolor y de reivindicar los derechos, no sólo de sus hijos sino de sus propio duelo, han logrado visibilizar esta situación y encontrar cierta paz, demostrando la inocencia de los suyos, y el oportunismo de un Gobierno (2002 - 2010) enceguecido por la guerra y el poder. 

Son seis historias, entre madres y una compañera sentimental, que nos relatan de forma sentida, digna pero absolutamente sincera sobre la vida de sus hijos, primo o pareja, que la directora va enlazando con las investigaciones del mismo caso, con imágenes de archivo, pero ante todo, una mirada respetuosa y cercana, de unas mujeres que además de buscar justicia, tratan de superar este suceso, dándole a su propia comunidad, una voz y un sentido de responsabilidad frente a este escándalo, avalado y "martirizado" por el propio presidente de ese momento, el ahora senador Uribe Velez.


Dirigido por Alexandra Cardona, documentalista, guionista y productora audiovisual, conocida por haber escrito el guión de Confesión a Laura y sus documentales relacionados a los Derechos Humanos, una trabajadora incansable que ha recibido varios premios y que a través de Karamelo Films, su productora ha mostrado los diversos rostros del país.

Si bien no podemos decir que es un documental de grandes elementos técnicos, sus limitaciones, se superan con creces con los relatos de estas mujeres, la sobriedad del montaje, evitando la afectación y manipulación sobre los sentimientos - que ya de por sí, el tema lo hace muy fuerte-, así como es destacable la canción de Andrea Echeverry, que sí bien, en cierto punto se hace repetitiva y demasiado punzante, es una canción y letra totalmente efectiva con el trabajo.

Para finalizar, debemos recordar que estos DVDs o materiales audiovisuales, que fueron entregados por Pathos Audiovisual y por la directora Patricia Ayala, no sólo como parte de ese gran ejercicio que es Cine para la Paz, sino como una estructura para reconocer y entender esos proceso de duelo y dignidad, ya ante todo de perdón, que es en cierta forma, la gran enseñanza que nos deja este trabajo.

Zoom in: Ganador en diversos festivales, muestras y proyectos sobre memoria y reconciliación.
Muchos de los implicados, aún no han sido condenados

Montaje Paralelo:  Colombia

 




(1) https://es.wikipedia.org/wiki/Esc%C3%A1ndalo_de_los_falsos_positivos

7 ago 2015

El Instituto Atticus: Terror ....encontrado


                                   "Llevamos el diablo en el cuerpo. Todos nosotros."
                                                                                                        Joe Hill

El guionista y actor secundario Chris Sparling, nos entrega su primera película; una donde las posesiones infernales, el mockumentary y el artificio del engaño van de la mano; Sparling, quien ha tenido su mayor éxito con la película Buried, y que ha escrito para diversos cineastas, estilos y formatos, parece aferrarse a ese subgénero del falso documental de terror de corte realista, marcado por "materiales de archivo" y supuestos casos de la vida real.
Aunque menos conocida su faceta como actor, principalmente en obras de bajo presupuesto, fue este oficio el que finalmente lo acercó a la escritura de guiones, y el poder establecerse en ese lado indie de Hollywood.  Atticus Institute, es su primer largometraje y la película que vamos a reseñar.

Con guión de Sparling, y tomando como referentes a El Conjuro, Actividad Paranormal y otra serie de películas de corte sobrenatural pero basadas en casos reales, este director nacido en Rhode Island, nos presenta al Dr. Henry West (William Mapother) que a principios de los años 70, crea junto a otros científicos, un instituto encargado de investigar y ayudar a personas con poderes mentales; a pesar de los notables resultados, de algunos engaños; será la presencia de Judth Winstead (Rya Kihlstedt), la que no sólo confirmará la capacidad de los poderes mentales sino de las extrañas presencias que pueden estar detrás de estas capacidades, pero en algún punto cuando parece manifestarse todo el mal a través de esta mujer; y el ejercito estadounidense se apodere del mismo instituto, nos daremos cuenta que hay algo más oscuro y diabólico detrás de todo ésto.
La película que se alimenta de ese lenguaje televisivo de casos reales, de misterios sin resolver, se va desarrollando de forma inteligente o coherente durante la primera mitad de la obra, sin embargo su parte final, que tiene un giro argumental en el género, y que se apropia o se sale de los parámetros del mismo, también está marcado por una serie de errores no sólo narrativos sino en la credibilidad de la misma atmósfera de la película.

Aunque la fotografía de Alex Vendler, destaca, no tanto por su ejecución sino por cómo se manifiesta a través de diversos montajes y formatos, que juegan en favor de la película, igualmente es bastante destacable la posproducción de la misma, por esos mismo detalles, donde se tiene fotografía manipuladas como si fueran de los años 70, materiales de diversa clase, que sin embargo van a perder fuerza, cuando el engaño se hace obvio, y cuando el guión empieza a flaquear.
Punto aparte son las actuaciones de Mapother y de Kihlstedt, los protagonistas, de un reparto coral, de esta obra, que más que destacar, se hacen factibles y creíbles por su aplacamiento, además de ser los únicos que no son "entrevistados" o que aportan un punto de vista, sino que son en definitiva, los objetos de estudio de este ejercicio de engaño y técnica. 
Aunque la película puede llegar a decepcionar, y la "magia" del engaño cae rápido con la presencia de Mapother, si vale la pena destacar sus recursos técnicos y su planteamiento narrativo, de resto, es una película menor, estrenada directamente al dvd, y que a pesar de su intento, no deja de ser una más dentro de esa oleada de mockumentaries de terror. Aunque poco recomendable, si vale la pena ver su trabajo técnico, las fotografías, principalmente 

Zoom in: Lanzada directamente en DVD en 2015

Montaje Paralelo: The Fourth Kind (2009) - Actividad Paranormal



2 ago 2015

Robamos Secretos: La verdad os hará...."famosos"


  "La verdad en un tiempo es error en otro."
                                                                                      Montesquieu


Alex Gibney, es considerado como uno de los documentalistas más importantes de los últimos años, sus largometrajes no sólo han sido elogiados por crítica y festivales, sino que han ganado los Óscar en diferentes años y categorías, mejor documental largo y cortometraje.

Gibney, hijo de un reconocido periodista estadounidense, no sólo tuvo influencia por este oficio sino que él mismo se forjó una carrera, donde la polémica, la profundización en temas complejos pero a la vez muy humanos además de los diversos puntos de vista que son fundamentales en una obra que ha pasado por diversas etapas, estilos y formas, pero estructurados y soportados en las mejores corrientes tanto periodísticas como cinematográficas y narrativas, generando relatos de gran convencimiento y neutralidad, que hacen de sus trabajos verdaderos "documentos" contemporáneos, que dictan el funcionamiento de la sociedad actual. Desde su producción en Gonzo hasta la dirección de We Steal Secrets, este realizador de no ficción ha mostrado que es uno de los mejores en su campo.



En el año 2007, quedó registrado en video el asesinato de civiles en Bagdad por parte de un militares estadounidenses desde un helicóptero Apache, los civiles resultaron ser periodista un periodista de Reuters y sus asistentes, este material de "dominio público", no fue entregado como prueba de tal "error", hasta que Wikileaks, puso este video inédito, en su plataforma revelando no solo la brutalidad del acto sino colocando en jaque al aparataje militar estadounidense; y en cierta forma este es el punto de partida de este documental que se centra en la historia de Wikileaks y del contradictorio Julian Assange. 

Alex Gibney, construye el documental a partir de este suceso, de los actores e involucrados en esta situación, y de paso nos va revelando el verdadero rostro de Assange, uno tan complejo y cuestionable como la verdad que ofrece Wikileaks, esa organización sin ánimo de lucro, que pasó de ser una reunión de hackers, intelectuales y revolucionarios virtuales relativamente desconocida hasta una de las más mediáticas y vitales, revelando  "secretos" de estado, secretos cercanos al crimen, pero aún así, donde los inocentes siguen siendo las grande víctimas, como queda revelado con el soldado que filtró gran parte de la información en Afganistán, los civiles en las guerras y demás personas ajenas a estos juegos de ego y poder. De forma sutil, progresiva y sin demasiadas intervenciones, el documental va pasando de lo particular de ese caso a la generalidad de lo que representa Wikileaks y finalmente a la misma personalidad del australiano Assange, que nos es mostrado a través de diversas lupas, sus más cercanos colaboradores, periodistas, contradictores, amigos y enemigos, políticos entre otros, sin olvidar, que finalmente el propio Gibney, en medio de una constante "cacería" pudo encontrar imágenes inéditas de éste, ya que una entrevista con Aggange costaba un millón de dólares, de todos modos quedan registradas sus opiniones, ideales y verdades en este trabajo - así sea material de otras fuentes-.

Con neutralidad, sin mayores posiciones ideológicas, el director se apropia del discurso de estos hombres, que ante todo terminan encontrado un punto en común, que es la libertad de expresión sin que ésta afecte la vida de los demás, pero el documental deja en claro, que ésto no sucedió con con Bradley Manning - el soldado que filtró las primeras informaciones, condenado, como traidor a la patria- y con otras personas que de un modo o de otro fueron afectadas por la "verdad" de esta organización, o aún peor por la megalomanía de Assange, demostrando que el poder de una figura pública, está por encima de sus ideologías.



El documental, que tiene una destacada fotografía por parte de Maryse Alberti, material de archivo y una reconstrucción de los textos o charlas del soldado Manning con quien reveló sus dudas, informaciones y demás; apoyado por un gran montaje que no sólo hace coherente al relato sino al dinamismo de éste.

Personalmente, un documental revelador sobre la figura de este polémico personaje, muy bien estructurado por el cineasta newyorkino, que da muchos puntos de vista, y que finalmente deja al propio criterio del espectador, qué creer acerca de Assange, de Wikileaks, sin dejar de lado todo la problemática que se esconde detrás de los "secretos de estado" de un país como Estados Unidos y su política invasora; un trabajo que debe verse, e igual cuestionarse sobre la verdad o verdades de un mundo que cada vez se parece más al virtual.

Zoom in:  Nominada a mejor guión documental por el sindicato de guionistas
Assange acusó al director por falsedad este documental

Montaje Paralelo:  Enron (2005)