14 jun 2020

Una (re)mirada a Shutter y A tale of two sisters


Aunque en muchos de sus aspectos este mundo visible parece formado en amor, las esferas invisibles se formaron en terror.                                                                                                                                Herman Melville   

Esto de la pandemia, ha hecho que se repitan películas o se revisen obras que fueron importantes en su momento para quien escribe, además, porque, si bien se han visto varias películas, es difícil reseñar la mayoría, ya sea por cuestiones laborales o, por todo lo que implica revisar la información de cada una de las obras, llevándonos a buscar: largometrajes cercanos temáticamente, o del mismo género, autor o región; por tal razón seleccionamos dos películas, que sí bien ya habíamos visto, por diversas razones no habíamos reseñado o analizado.

De las dos, además de compartir sus procedencia asiática, tuvieron en común, ese concepto del Hair Horror, y que sus remakes estadounidenses, no fueron muy bien recibidos. 

Shutter (Tailandia)

Un joven fotógrafo y su novia son agobiados por un fantasma que busca venganza, pero mucho más que venganza, es redención lo que busca la atormentada alma del espectro. La historia de vergüenza, no sólo será efectiva en los sustos, sino en la construcción narrativa de ésta obra escrita y dirigida por Banjong Pisanthanakun, Parkpoom Wongpoom, éxito económico y de crítica en su país. 

El inteligente trabajo narrativo, sumado a un gran trabajo de montaje, y de recursos visuales, hacen de esta obra no sólo efectiva en lo genérico sino en su misma disposición moral, en la que la venganza también es entendida como moraleja. 


Desde lo personal, su parte final es tal vez, uno de los mejores giros dramáticos del cine de terror oriental, al igual que su trabajo de fotografía es tan pertinente y logrado como su trabajo de edición, en el que funciona su construcción narrativa.



Two Sisters (Corea del sur) 

Mucho más compleja es la trama de A tale of two sisters, la cual recoge las tradiciones literarias orientales, los cuentos de hadas y los trastornos mentales llevados a los recovecos del terror psicológico y paranormal; porque esta obra del siempre prolífico Kim Ji Woon, es un cuento de fantasmas del pasado, y de las vergüenzas familiares; el inteligente pero "complejo" guión de Woon, se puede interpretar desde el abuso - físico y mental-, pero también desde el olvido, el alejamiento, que es finalmente, lo que lleva a la tragedia, la cual también se puede entender como un ente, como el monstruo que carcome la realidad de la joven protagonista. JUno de esos trabajo que perfectamente podría ir unido a una obra como Lost Highway, y el trastorno de identidad disociativa, y a otras obras, donde la mente, es el mayor peligro.    

Visualmente, es una obra de gran calidad, tanto en el manejo de la luz como del color, que es en términos generales, lo que hace más compleja a esta sobria película de género. 


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