19 abr 2020

Terror incómodo 2: Redes Sociales y metáforas raciales en clave de terror

      “Por eso, así dice el Señor: — Voy a traerles una desgracia de la que no podrán escapar; me llamarán a gritos, pero no pienso escucharlos” (Jeremías 11:11).

Lo ideal, cuando se ve una película, no importando el género, es tener, todo esos rituales que de forma implícita recalcan al seleccionar una obra, es decir, su director, premios, interés particular o hasta el mismo contexto sociocultural del momento; sin embargo, en estos tiempos de pandemia y de rituales truncados por diversas razones - la convivencia con otra persona, es el principal, el tiempo dedicado al teletrabajo educativo es otra y el mismo aburrimiento -, hacen que muchas veces, se termine observando, o una serie de películas, sin prestarle atención, o fragmentos de un collage, en el que tiene cabida, series, comerciales, videoclips o hasta algún noticiero monotemático (es decir, corrupción, coronavirus, muertos, romantización del aislamiento); sin embargo, a falta de un buen libro o de ese sopor nocturno ayudado por el encierro, finalmente uno es atrapado por alguna película que pasan en televisión, y en este caso por un director, que resuena tanto en los portales más independientes del cine como del Hollywood más palomitero, como es el caso de Jordan Peele, quien con  su Get Out de 2017, cosechó las mejores críticas tanto a nivel de cine genérico de terror y comedia como por sus interpretaciones sociales frente al racismo y a la sociedad estadounidense de la última década; razones suficientes para soportar una película con el pésimo doblaje para Latinoamérica, la consabida publicidad del canal y tantos otros fallos de formato como de duración y demás; a pesar de ésto, vimos con todas las "reglas cinéfilas" el segundo trabajo de Peele, que de cierta forma sigue respondiendo o preguntando sobre el nuevo cine de terror, en este caso estadounidense, en el que la incomodidad y rareza está por encima del susto fácil  y los  estereotipos del género. Us (Nosotros 2018) se puede establecer en esas obras de Doppelgangers o copias malvadas de la humanidad, con alguna cercanía a películas de los años ochenta o tiempos más recientes, la siempre interesante Enemy (2013); pero lo que pretende Peele con esta obra, además de asustar o incomodar, es dejar un mensaje de reconocimiento, frente a la memoria y esa figura histórica del enemigo, ya no externo sino nuestro propio reflejo, es decir todos nosotros, nuestros pares o la sociedad estadounidense. Son muchas lecturas escondidas, que gracias a internet y a personas más avezadas intelectualmente, se pueden descubrir en esta obra, que no sólo se entiende  como una crítica a la indiferencia, al racismo, al consumismo sino al privilegio de clases, y como el otro, el que está por debajo de la cadena, es un enemigo a nuestra "estabilidad" moral, física. El gran acierto de Peele, es que crea una película "palomitera" como el mismo director reconoce, pero con varias capas interpretativas, y con un aire de extrañeza, que genera más lecturas que afirmaciones, y eso, se puede entender de la mejor manera con esta obra.   


Siguiendo en la misma línea, y ya entrado en gastos, vimos otra película de terror, en este caso    Unfriended: Dark Web (Eliminar amigo 2), mucho más ligera como concepto, pero bastante interesante en su propuesta, es decir una variante del found footage  pero usando la pantalla de un computador, redes sociales y las muy conocidas, por estos días, reuniones virtuales. El concepto es básico, un joven  está trabajando con su nuevo portátil que adquirió de forma no tan legal en su sitio de trabajo, y se dará cuenta que tiene una serie de carpetas y videos, propios de la Dark Web,  de los hackers y del oscuro mundo de que se entreteje en la web y las redes sociales; la reunión virtual entre amigos, se convertirá en una pesadilla y casi que en un slasher binario, en el que oscuros grupos criminales de la web disfrutan con el dolor ajeno, en  un juego macabro de artimañas y entretenimiento como responden los personajes de Caronte (el grupo). Más allá de lo evidente que resulta el guión, lo que es interesante de esta obra, que también resulta incómoda por encima del susto, es el uso de la pantalla de computador, la redes sociales, las múltiples pantallas de las reuniones virtuales, los materiales de archivo, y demás, para crear una obra que narrativa y dramáticamente, entendida  desde el rigor del suspenso es efectiva. De resto, si bien no hay mucho que decir, tanto en actuaciones y en los giros dramáticos, como propuesta es interesante, y logra - indirectamente- criticar a su propio medio, que son el uso de las redes sociales, y de esta nueva forma de comunicación.   

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