"Inteligencia militar son dos términos contradictorios."
Segunda película que vemos en este blog de los hermanos Marx, en este caso, una de las obras consideradas, maestras y más accesibles de estos comediantes que llevaron el caos y lo estrafalario a las grandes majors o estudios, marcando no sólo un estilo donde lo anárquico sino lo "políticamente incorrecto" eran sus huellas narrativas. Dirigida por un especialista en comedia como Leo McCarey, que en los años 30 tuvo su mayor auge por su elegancia e ironía al dirigir burlescos, pero también conocido por haberse hecho participe en los años 40 de una película multipremiada por los Oscar como lo fue Going My Way (1944) y de la propaganda McCarthista, de la que muchos directores talentosos se aferraron para continuar en la industria. McCarey, destacado dentro de esos cineastas llamados de segundo orden o grandes artesanos de la industria, además de sus cualidades narrativas, su capacidad para hacer del screwball comedy todo un arte y estar ligado al surgimiento del actor Cary Grant, fue uno de esos cineastas que hizo que Hollywood, tuviera una edad dorada, junto a Hawks, Sturges y otros menos conocidos, como él mismo.
El guión escrito a varias manos, entre ellas las de Harry Ruby, un conocido compositor musical y guionista, al igual que el músico Bert Kalmar y los dialoguistas Arthur Shekman y Nat Perrin, quienes, asumen la titánica labor de poner en escena a los cuatro hermanos Marx, en el ficticio país europeo de Libertonia, donde se ha posicionado como presidente el extraño y extravagante Rufus T. Firefly (Groucho), por las complejidades económcas y aristocráticas de dicho país. Las amenazas de guerra por parte de Sylvania, un país vecino, se irán convirtiendo en realidad no sólo por la hilarante actitud de Firefly sino por los incompetentes espías (Chico y Harpo) enviados por el embajador de Sylvania. De ahí en adelante, entre la retórica "marxiana", los efectos especiales, los gags y musicales, nos iremos adentrando en la guerra más absurda y divertida del cine.
La presencia de los hermanos Marx (incluyendo a Zeppo, la cual sería su última incursión en el cine), con sus diálogos de doble sentido e intraducibles creaciones de lenguaje se mezclan con sus chistes visuales y el absurdo como narración, que se pueden observar en secuencias como la del espejo, las de Harpo y Chico con el vendedor rival, las de los enfrentamientos con el embajador de Sylvania y tantas otras, que en medio del humor, se está satirizando la Guerra venidera, la Gran Depresión y demás conflictos que se estaban presenciando en la mitad de los años 30.
Con más de 100 títulos en su haber el director de fotografía Henry Sharp, fue prolífico en su carrera, trabajando con los grandes estudios; sí bien, su mejor trabajo fue durante la época muda, logró acomodarse a los más diversos géneros y estilos, como lo podemos observar en Duck Soup, donde el trabajo en estudio, y la cámara centrándose en los personajes y sus acciones, era lo fundamental.
Como escribíamos más arriba Ruby y Kalmar, no sólo se encargaron del guión sino de las piezas musicales, que en este caso van a ser esenciales para el desarrollo narrativo, el absurdo y la sátira frente a la guerra como es la secuencia musical de "This Country´s going to War", tal vez las más hilarante de todas.
Además de los gags de los hermanos Marx son bastante eficientes los efectos para reforzar dichos chistes visuales, algunos desde el montaje por parte de Leroy Stone, y otros desde el departamento de efectos, cámara y demás, cuando éstos técnicos no eran demasiado acreditados en las obras.
Indudablemente quien se llevaba el peso de esta colectividad humorística era Groucho, sin negar que cada uno de los hermanos logra individual o en conjunto, disparatadas secuencias, o en el mejor de los casos un caos absoluto en sus frenéticas interpretaciones, que pasan por los estados más disimiles y primarios de la interpretación, no sólo como actores sino como referentes psicológicos, como decía en algún punto Zizek en su Pervert Guide To Cinema; sus actuaciones, superlativas e hiperbólicas no dan pie para establecer un punto de crítica simplificada en bueno o malo, simple y sencillamente, su estilo y exageración además de sus juegos de palabras, era lo que demarcaba a los hermanos Marx, y es aquí, donde permanece su capacidad e importancia en la cultura cinematográfica y popular.
Aunque no siempre es tan fácil acomodarse al humor de los hermanos Marx, principalmente los diálogos, la parte visual, su anárquico estilo e incorrecta visión del mundo, los hacen tan actuales y vitales como lo fueron en su época. Película clásica del humor absurdo, y todo un divertimento para reflexionar sobre la guerra y el absurdo de la misma.
Zoom in: Aunque en su momento, no tuvo las mejores críticas ni taquilla, -por ésta los hermanos Marx cambiaron de estudio- el tiempo y crítica, la ha convertido como en la película capital de éstos.
Frente al tema político, esta película fue censurada en la Italia de Musollini.
Es una d elas películas que más ha influenciado a Woody Allen.
Está considerada como una de las mejores comedias por la AFI
Montaje Paralelo: El gran dictador (1940)
¡Hola, Andrés!
ResponderEliminarQué bonito post. Soy muy fan de sus películas. Me las he visto todas.
Un abrazo.
yo o he vito muchas, pero sí, vale la pena su absurdo y disparatado humor, un saludo
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