30 dic 2016

¿Qué invadimos ahora?

                          "Mi única duda es saber si Estados Unidos acabará
                      con el mundo o si el mundo va a acabar con Estados Unidos."
                                                                                                         Henry Miller 
El polémico escritor, activista y documentalista Michael Moore, no sólo nos ha mostrado la cara más oscura y violenta de los Estados Unidos, sino que con su tono irónico nos hemos acercado a las complejidades y contradicciones que vive la gran potencia, ese país del norte que ha estado en más guerras que cualquier otro, que en su  primera enmienda es legal "portar" armas (right to bear arms), y que vive un latente racismo, donde las minorías cada vez son mayorías. Moore, criticado por sus manipuladores documentales y maniqueas posturas, ha puesto estos principios desde sus primeros trabajos como en Roger y yo, o en su programa para la televisión The awful truth, sin embargo, ésto no le resta a su capacidad de indagar en cuáles son esas dificultades y problemáticas que se han venido dando desde los tardíos años 60 o aún los 50, donde las ansias de poder y capital, se fueron haciendo más notorios en este país. Con este director las medias tintas, y la objetividad, no están del todo claras, pero aún así, su trabajo se reivindica con esa capacidad de generalizar y en cierto modo Popularizar el trabajo investigativo y documental. 

Las verdades incómodas, un patriotismo progresista y un activismo contra el dominio mundial y la globalización, son puntos referenciales en el trabajo de Moore, y esto se hace mucho más notorio en su último documental ¿Qué invadimos ahora?, un satírico retrato de retazos sobre esos modelos de otras partes del mundo que parecen ajenos a los estadounidenses.



Divida en capítulos, esta "invasión" por parte de Moore a varios países europeos, proponiendo un cambio en los "intereses" y soluciones gubernamentales de Estados Unidos, obviamente todo bajo la mirada paródica  de este director; Moore, el omnipresente, nos va mostrando diversos ejemplos de las cualidades europeas, empezando por una idílica Italia, donde se descansa más de lo necesario a todo nivel social, eso sí, Moore declara en este "documental", que el sólo va a mostrar lo positivo, y no las complejidades que necesariamente también han vivido en el viejo continente, después de eso nos vamos para una Francia guormet, donde los estudiantes de colegio comen como verdadero reyes, eso sí saludable, desconociendo las bebidas gaseosas y las hamburguesas, aunque es difícil de comprobar la veracidad de los datos, en cierta forma, tampoco es algo que esté lejos de la realidad; la tercera invasión, y la que ha tenido mayor difusión por las redes sociales es la de Finlandia y su modelo educativo, tal vez este capítulo, saca lo mejor del trabajo de Moore, y en cierta forma, se ha convertido un "parámetro" sobre la educación, en donde entendemos a través de las voces principales, los docentes y alumnos, el porqué de su éxito, un poco menos profundo e investigativo resulta la vista a Eslovenia, y su Universidad gratuita; y mucho menos objetivo resulta siendo el capítulo de Túnez, en donde se habla de uno "derechos civiles" adecuados, cabe resaltar los capítulos de Portugal y Noruega, tanto por su concepción de los Derechos Humanos, de las cárceles y los presos, resultan siendo capítulos muy bien fundamentados por quienes participan en las entrevistas, y finalmente la visita a Islandia, sobre los derechos y empoderamiento de las mujeres, resulta bastante interesante no sólo en ideas sino en lo que muchas de estas piensan sobre Estados Unidos, y las múltiples tareas que han cumplido en el pequeño país nórdico.

Aunque este documental o mejor esta sátira creada por Moore, mucho más cercana al programa de opinión, al turismo con fines políticos o demás híbridos, que parece un tour mostrando las cualidades  europeas, en realidad es un choque que nos hace ver la realidad de los Estados Unidos, su pobreza, su sistema de salud, caro y precario, el racismo y demás factores que parece tratar de mediar este director a través de las mejores propuestas que tienen otros países; si bien es cierto  que el trabajo de Moore es maniqueísta, manipulador y carece de esa factibilidad necesaria en este tipo de audiovisuales, algunos puntos y capítulos están bastante logrados, más como opinión que como factores, y obviamente como anécdotas, sin negar que algunos tipos de investigación cualitativa se basa en ese tipo de modelos, el de la anécdota, el de lo simple como comparación de lo que se está viviendo, y de lo que se necesita actualmente, en una sociedad mundial, violenta, destructiva y en retroceso.


Aunque es el trabajo menos crítico, y tiene un aíre esperanzador en su final -un poco forzado-, Moore no deja de utilizar el sarcasmo como su mejor herramienta comunicativa, sin embargo, también es el trabajo en donde más aparece el director, y esto le resta también, a la "seriedad" o por lo menos a la objetividad del trabajo; aún así, como escribía mas arriba, capítulos como el de Finlandia, el mensaje que deja el policía portugués sobre los derechos humanos, las reflexiones de los noruegos sobre las cárceles y el museo de la memoria en Alemania, como parte de la aceptación de sus pecados del pasado con el nazismo, dejan bien parado no tanto a Moore, -que cada día se parece más a un personaje de South Park o South Park cada vez se parece más a Moore-   sino al llamado a reflexionar como sociedad, que debe cambiar para bien con lo han demostrado estos países.

Zoom in: Nominado a mejor documental en los Satellite award, Critics Choice y Asoación de críticos de Chicago.

Montaje Paralelo: Michael Moore 

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