"Aun viéndote sucia y borracha, me arrodillo para nombrarte: ¡Madre!"
Roberto Fontanarrosa
Aunque Anna es el primer largometraje del director de ascendencia francesa Jacques Toulemonde, su experiencia y trabajo ha estado presente en diversos audiovisuales del país desde cortometrajes hasta su reconocimiento como guionista en el El abrazo de la serpiente, igualmente con su productora Janus Films, no sólo ha distribuido películas colombianas de gran importancia de este último año, sino que, lo ha enlazado con su propia obra. Su experiencia, acumulada al trabajar como asistente de dirección, además de su faceta como escritor, lo confirman como uno de los nuevos rostros de este naciente "auge de cine colombiano".
Aunque la película tuvo un difícil enfrentamiento con los estrenos de esa semana Batman vs. Superman, Zootopia y Kung-fu Panda, de todas maneras, pasó esa primera prueba de fuego, para mantenerse unos días más en cartelera, y eso, aunque parezca poco, ya es un triunfo para el cine nacional, que sigue manteniendo esa mala estadística, de más obras estrenadas, pero el mismo público y sillas ocupadas, cuando no es que se reducen.
Aunque la película tuvo un difícil enfrentamiento con los estrenos de esa semana Batman vs. Superman, Zootopia y Kung-fu Panda, de todas maneras, pasó esa primera prueba de fuego, para mantenerse unos días más en cartelera, y eso, aunque parezca poco, ya es un triunfo para el cine nacional, que sigue manteniendo esa mala estadística, de más obras estrenadas, pero el mismo público y sillas ocupadas, cuando no es que se reducen.
El guión escrito por Toulemonde junto a Franco Lolli nos acerca a la vida de Anna Y Nathan, madre e hijo que disfrutan no sólo de un amor incondicional sino de una inseparable compañía mientras corren y juegan por las calles de París; sin embargo esta felicidad será truncada por Philippe, padre de Nathan y ex-esposo de Anna, quien no confía en las capacidades de la mujer colombiana radicada en Francia, y por ende decide tomar la custodia total del niño, ésto dará pie, a una decisión extrema por parte de esta protectora madre.
Anna (interpretada de gran manera por Juana Acosta) es una madre singular, perfecta para su hijo Nathan, absolutamente irresponsable para su ex-esposo Philippe, adorable para su nuevo novio, y mentalmente inestable para las demás personas, aún así, su amor por su hijo está más allá de la cordura y responsabilidad, la cual la llevará a viajar de regreso a Colombia, con el niño, su novio Bruno (Bruno Clairefond) y una maleta llena de dudas, complejidades y sueños poco probables. Concebida como una roadmovie, con una madre que desea una nueva familia y vida, es igualmente un retrato sobrio sobre la paternidad contemporánea, y esa "otra" Colombia, de caminos estrechos, gente amable y sueños por cumplir.
Anna (interpretada de gran manera por Juana Acosta) es una madre singular, perfecta para su hijo Nathan, absolutamente irresponsable para su ex-esposo Philippe, adorable para su nuevo novio, y mentalmente inestable para las demás personas, aún así, su amor por su hijo está más allá de la cordura y responsabilidad, la cual la llevará a viajar de regreso a Colombia, con el niño, su novio Bruno (Bruno Clairefond) y una maleta llena de dudas, complejidades y sueños poco probables. Concebida como una roadmovie, con una madre que desea una nueva familia y vida, es igualmente un retrato sobrio sobre la paternidad contemporánea, y esa "otra" Colombia, de caminos estrechos, gente amable y sueños por cumplir.
La destacada fotografía del caleño Paulo Andrés Pérez, no sólo es fruto de la experiencia sino de una sensibilidad en el manejo del color y la luz natural, como ha venido haciendo desde sus primeros trabajos que van desde el documental hasta otra roadmovie colombiana como Los viajes del viento de Ciro Guerra. Su puesta en escena sencilla y sobria se refleja en el montaje y diseño de producción, que va de la mano con este relato de familia, de viaje y reflexión, sin moralismos, efectismos o excesos dramáticos, que por el contrario, es un espejo de la realidad del país, de latinoamérica y del mundo; porque esa es la gran virtud de esta obra, ser un relato universal pero con los dotes de lo local, de la individualidad de un país o idiosincrasia.
Obviamente, en este tipo de películas, lo que tiene mayor trascendencia o lo que le da ese carácter, son las actuaciones, y la de Juanita Acosta junto a Kolia A. Dosseto (Nathan) y Bruno Clairefond (que ya había trabajado con Toulemonde) son notables, no sólo porque deben soportar todo el peso dramático de la obra sino por la misma capacidad de asumir todos estos retos de familia disfuncional; aún así, quien se merece los aplausos es Juana Acosta, que no sólo es la protagonista de la historia sino quien le dan nombre a la misma.
Obviamente, en este tipo de películas, lo que tiene mayor trascendencia o lo que le da ese carácter, son las actuaciones, y la de Juanita Acosta junto a Kolia A. Dosseto (Nathan) y Bruno Clairefond (que ya había trabajado con Toulemonde) son notables, no sólo porque deben soportar todo el peso dramático de la obra sino por la misma capacidad de asumir todos estos retos de familia disfuncional; aún así, quien se merece los aplausos es Juana Acosta, que no sólo es la protagonista de la historia sino quien le dan nombre a la misma.
Un trabajo bastante logrado, que guarda cierta cercanía con la también opera prima de Franco Lolli, y que tiene en la sencillez su mejor virtud, una película recomendable, y que hace reflexionar de la mejor manera, sin caer en los vicios de una obra que trata de cambiar al mundo.
Zoom in: Participación en diversos festivales, premios nacionales e internacionales, principalmente de financiación o técnicos.
Montaje Paralelo: Gente de bien (2015)
Tomo nota.
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