"Las películas son un mundo de fragmentos"
Tercera o cuarta película que veo de Jean Luc Godard este año, y como ha venido siendo habitual con las obras de este director, las he visto por error o descarte pero encontrando un "mundo" no sólo de experimentación sino de gran valía cinematográfica; sin embargo, en esta ocasión, vi una de sus obras menores y ante todo, un largometraje "incomprensible", no tanto por la temática o estilo, sino por lo personal de la misma, que de todas maneras no se traduce ni en la manipulación estética o artística de ésta; y más bien termina siendo una (auto)reflexión sobre el papel del cineasta, sobre la propia condición - de ego- de Godard, que muestra su gusto por el slapstick, y los burlesco como punto de atención.
Con una carrera plagada de cambios, estilos y colaboraciones, el cineasta francosuizo, entrega a finales de los años 80, esta obra mitad comedia, mitad documental de rock, y ese simbolismo que aman y odian por parte iguales tanto críticos como espectadores; como escribía más arriba, una obra menor y poco conocida de Godard, que si bien no me gustó y no entendí - aunque en los extras del dvd editado por Intermedio, se explican varias cosas- a la final vale la pena por su montaje y por ver actuar a Godard al más puro estilo de Jerry Lewis y de los comediantes silentes.
Con guión de Godard, o mejor este Work in progess, donde vemos al grupo de rock Les Rita Mitsuko, en la preparación de un álbum de estudio, mientras que el cineasta va transitando por la ciudad con unas latas de cine, y en ese transito, el Godard "sabio" queda suspendido en un avión y en sus propias reflexiones, y el Godard "terrenal" interpretado por Jacques Villeret, deambula por diversos estados mentales, que van desde lo sexual hasta la propia pesadez de su existencia. Con ecos del Príncipe Idiota de Dovstoieski, libro que aparece constantemente como referencia en la película.
La mezcla de lo burlesco, de lo exagerado se va difuminando con las reflexiones- y en este caso muy obvias, ya que Godard es la voz en off, el narrador de la película- y con esos momentos impersonales y cotidianos de los Les Rita Mitsuko, que más que acompañantes musicales o un paralelismo, juegan como progresión de la misma obra más no como narrativa.
Aunque la fotografía de Caroline Champetier, no es muy destacable o por lo menos no se percibe una gran novedad en este campo, si trabaja bastante bien con los detalles y la luz natural, principalmente esos planos de las ventanas que dejan entrever la playa, los primeros planos en el tren y una que otra secuencia en exteriores; no podemos hablar de música como tal, porque ni Les Rita Mitsuko, hace parte de la banda sonora de este transito del Idiota/Príncipe, aunque en cierta forma está dispuesta para el raccord o continuidad de la misma, y esta parte, la del montaje, es uno de los elementos más interesantes y logrados de esta obra, que finalmente evita la incoherencia por medio de esta acción, de un montaje que perfectamente tiene cabida en lo simbólico/poético y que estructuralmente conjuga una narrativa que puede ser vista desde las imágenes o desde lo sonoro, conformando imágenes sonoras, como explica Alain Bergala - en los extras del DVD, uno de los conocedores y difusores de la obra del francosuizo.-
Si bien es cierto que las actuaciones en las películas de Godard, tienden a lo hiperbólico o a la mesura total, en este caso funciona la exageración tanto del mismo director que se interpreta a sí mismo, como la de Villeret, que asume el papel de un Godard terrenal, confundido y caótico, que se va encontrando con esas particularidades del cine de este director, en cierto modo lo destacado de Villeret, es que su interpretación en un tour de force contra sí mismo y contras las imposiciones de este cineasta.
De las películas que menos me han gustado de Godard, teniendo esos elementos cinematográficos que tanto se le critican, lo críptico de ciertas secuencias, sus personajes absurdos y la interpretación de lo que es el cine; sin embargo, a pesar de no satisfacer mi curiosidad tanto en lo narrativo, visual o demás, si es relevante y casi pedagógico, el montaje de esta obra, un trabajo en paralelo totalmente desconectado, que sin embargo no pierde la coherencia,un trabajo de raccord como disposición narrativa y un juego/homenaje a la comedia, a lo burlesco y a lo absurdo como parte de la construcción cinematográfica. No es una película para recomendar, si nunca se ha visto algo de este autor, pero si puede ser una pieza importante - discutible- sobre la edición, y el cine que reflexiona sobre si mismo, como parte de su planteamiento ideológico.
Zoom in: La película parte de un corto de Jacques Tati
Montaje Paralelo: Sympathy for the Devil (1968) - Experimental
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