"Tres veces capicúa"
Gracias a la Revista Arcadia, se tuvo la oportunidad de ver una de las películas más esperadas y publicitadas del cine latinoamericano para este año, en este caso la animación colombo-uruguaya Anina, primer largometraje del ilustrador infantil Alfredo Soderguit, quien crea una tierna e inolvidable historia con un personaje tan entrañable como su propio guión.
Alfredo Soderguit, es un ilustrador y animador uruguayo, que narra a través de sus imágenes las más diversas situaciones, su estilo gráfico lo acerca mucho más a la ilustración infantil, pero es un artista que ha recibido las más diversas distinciones, y en 10 años ha ilustrado más de 30 publicaciones en gran parte del mundo.
Con su empresa Palermo Estudios, ha desarrollado proyectos individualmente o en colectivo tanto de ilustración como de animación, y ésta es una de las bases o soportes para la producción de Anina, su primer largometraje pero no el único encuentro con esta niña de 10 años de nombre palindrómico, ya que Soderguit ilustró -a pedido del propio autor- la novela del mismo nombre.
Alfredo Soderguit, es un ilustrador y animador uruguayo, que narra a través de sus imágenes las más diversas situaciones, su estilo gráfico lo acerca mucho más a la ilustración infantil, pero es un artista que ha recibido las más diversas distinciones, y en 10 años ha ilustrado más de 30 publicaciones en gran parte del mundo.
Con su empresa Palermo Estudios, ha desarrollado proyectos individualmente o en colectivo tanto de ilustración como de animación, y ésta es una de las bases o soportes para la producción de Anina, su primer largometraje pero no el único encuentro con esta niña de 10 años de nombre palindrómico, ya que Soderguit ilustró -a pedido del propio autor- la novela del mismo nombre.
Aunque las producciones de animación latinoamericanas son pocas y su exhibición es aún menor, son películas de gran calidad que con presupuestos inferiores frente a los grandes estudios de animación, están muy bien logradas, cercanas a nuestras culturas y principalmente de una impecable realización técnica y artística, esta película (Anina) producida en conjunto entre Uruguay y Colombia no es la excepción; ya que sus grandes logros tanto visuales como en su argumento, trabajo técnico e ilustrativo son tan importantes como la pasión con la que fue hecha, al igual que las personas que se entregaron a sus tareas, en donde el gran desempeño y esfuerzo de éstos está en el gran resultado final que es Anina.
Anina está escrita por Federico Ivanier (quien adapta el guión), por el propio Soderguit, Alejo Schettini (director de animación) y Germán Tejeira, grupo creativo que adapta la novela del educador y escritor Sergio López Suárez, quien se inspiró en su propia experiencia como docente escolar, para crear al personaje que responde al nombre de Anina Yatay Salas.
La historia de Anina se puede plantear bajo la sencilla premisa de una niña que debe enfrentar las burlas de sus compañeros de colegio por su "extraño" nombre, además del inusual castigo que la directora de tal institución le impondrá a ésta y a su rival "La elefanta", por pelearse en el patio de recreo; pero más allá de ésto, Anina es la base argumental de un cuento de tolerancia y respeto, de las reflexiones de una niña, que como su nombre son de ida y vuelta.
El entrañable personaje a quien le da forma y trazos el propio Soderguit, es una mezcla de sueños, imaginación y el mundo visto a través de los ojos de esta niña, quien recoge boletos con números capicúas (que al igual que los palíndromos son iguales de un lado y de otro), colecciona todo lo que pasa en su vida y durante la semana que vive el castigo, -donde debe guardar un sobre negro y sellado-, se irá transformando, en ese proceso una lección de vida aprenderá y enseñará a otros este cambio.
Aunque Anina puede ser considerada una pequeña película -casi de la estatura de la protagonista- ya que el equipo de producción, entre actores, músicos y técnicos, suma un total de 120 personas; no está lejos de la calidad de superproducciones tipo Pixar o Disney, y por el contrario tiene una excelente base argumental y un sólido equipo de trabajo que unió tanto al talento uruguayo como la producción, animación y sonido colombianos, a cargo de la productora Antorcha Films y de Johnny Hendrix, director de Chocó; quien finalmente creyó en este proyecto que es ideal para niños de todas la edades, que deja una bonita lección de vida pero inteligentemente contada a través de esta niña de cabello rojo, ideas claras y tierna rebeldía.
Otro de los puntos fuerte de este trabajo audiovisual, es la música de Gastón Otero y Bruno Bosselli, quienes saben adaptar el mundo de esta niña, sus fantasías, realidades, y que sin convertirla en un musical, la música complementa la narración y los sentimientos de la película; además es impagable la escena en la que el padre de Anina canta: ¡Me miro en el espejo y me veo un poco viejo, para andar cantando rock¡; escenas y secuencias inolvidables que están presentes en la semana de Anina Yatay Salas, triple capicúa....
Aunque es difícil valorar el trabajo de los actores en las producciones de animación, en este caso, la voz de la niña (para la época de la película) Federica Lacayo, no sólo es fundamental sino que uno comprende que así es la voz de Anina, que es irremplazable; que fue un gran acierto pero un riesgo al dejar esta voz, que finalmente no sería lo mismo sí no fuera ésta. El aporte colombiano estuvo a cargo de Alejandra Borrero y Martina García, como la directora y una de las profesoras, quienes reemplazan las voces originales de unas actrices uruguayas.
Más que una crítica o un análisis, desde este blog recomendamos esta película que no sólo ha sumado un gran número de premios sino que se presenta como una opción del cine latinoamericano en donde sobra talento y calidad; el mundo de la animación junto a esta esta película, son muestras de sobra de ese gran talento que une a dos países relativamente alejados geográficamente pero con los lazos de la calidad de la animación, sonido, producción y demás, que hacen de ésta, una de las más interesantes de lo que va del año, y posiblemente una de las mejores de animación, no sólo por sus obvias cualidades sino por su memorable personaje llamado: capicúa uno, capicúa dos, capicúa tres, Anina.
Zoom in: Premios en diversas categorías de animación y película infantil.
Una de las películas más exitosas en Uruguay
Participación en cerca de una veintena de Festivales
Más de 6 años trabajo entre la creación de ésta y la producción final
Montaje Paralelo: Pequeñas Voces (2011)
Otro de los puntos fuerte de este trabajo audiovisual, es la música de Gastón Otero y Bruno Bosselli, quienes saben adaptar el mundo de esta niña, sus fantasías, realidades, y que sin convertirla en un musical, la música complementa la narración y los sentimientos de la película; además es impagable la escena en la que el padre de Anina canta: ¡Me miro en el espejo y me veo un poco viejo, para andar cantando rock¡; escenas y secuencias inolvidables que están presentes en la semana de Anina Yatay Salas, triple capicúa....
Aunque es difícil valorar el trabajo de los actores en las producciones de animación, en este caso, la voz de la niña (para la época de la película) Federica Lacayo, no sólo es fundamental sino que uno comprende que así es la voz de Anina, que es irremplazable; que fue un gran acierto pero un riesgo al dejar esta voz, que finalmente no sería lo mismo sí no fuera ésta. El aporte colombiano estuvo a cargo de Alejandra Borrero y Martina García, como la directora y una de las profesoras, quienes reemplazan las voces originales de unas actrices uruguayas.
Más que una crítica o un análisis, desde este blog recomendamos esta película que no sólo ha sumado un gran número de premios sino que se presenta como una opción del cine latinoamericano en donde sobra talento y calidad; el mundo de la animación junto a esta esta película, son muestras de sobra de ese gran talento que une a dos países relativamente alejados geográficamente pero con los lazos de la calidad de la animación, sonido, producción y demás, que hacen de ésta, una de las más interesantes de lo que va del año, y posiblemente una de las mejores de animación, no sólo por sus obvias cualidades sino por su memorable personaje llamado: capicúa uno, capicúa dos, capicúa tres, Anina.
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Una de las películas más exitosas en Uruguay
Participación en cerca de una veintena de Festivales
Más de 6 años trabajo entre la creación de ésta y la producción final
Montaje Paralelo: Pequeñas Voces (2011)
Pues tú siempre tienes la camiseta colombiana y lo ves todos con ojos enamorados, la verdad, pero esta vez te creo, me interesa el filme, si bien uno sabe la dificultad de lograr cierto nivel, tipo Pixar, uno muchas veces se sorprende. En Perú ya hay una cantidad aunque pequeña de películas de animación, siendo uno de los primeros países latinos en lanzarse a esta travesía tan ardua y de mucha ilusión. Te tomo la palabra, quiero verla. Un abrazo.
ResponderEliminarPuede ser, aunque en este caso Anina, es una película más uruguaya por encima de una producción colombiana, y realmente vale la pena, un saludo
ResponderEliminarAnina es una novela animada bastante buena. su trama y su producción me encantaron. Anina es una niña muy linda que conquista con su ternura.
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