"Brooklyn está inundado de tipos que tienes tienen
tiendas de chucherías, dos coches y les gusta ir a nightclubs".
Con The French Connection (1971) cabe recordar no sólo uno de los mas papeles mas memorables del recientemente desaparecido Gene Hackman, quien encarna a Jimmy "Popeye" Doyle, policia newyorkino que representa bastante bien a esas calles sucias, duras e inestables de los años 70; así como un neo noir de carácter realista y rústico, que bajo la batuta de William Friedkin (The Exorcist) forja cierto caracter mítico de la gran manzana, tan podrida como visceral; porque esta película de acción, policiaca y criminal, es también reflejo de un cine y época convulsa, de esa que críticos e historiadores llamaron el New Hollywood, con su rodaje en exteriores y uso efectista del montaje como explica Juan Carlos González (1), una película que nos adentra en las entrañas de una Nueva York sórdida y desesperanzada como sus mismos residentes; igualmente porque esta es una obra referencial del cine criminal/policiaco por su aspecto documental - televisivo, que logra explotar muy bien el director estadounidense.
Basada en la novela homónima de Robin Moore, y con guión de un experto en la materia como Ernest Tidyman, creador de Shaft, y quien escribía sobre policias rudos, y grises en su accionar, The French Connection nos cuenta, de forma contrastada el idilio y lujo del crimen como lo refleja el astuto pero elegante Alain Charnier (un gran Fernando Rey) y la tosquedad de los policias newyorkinos encarados por Popeye Doyle y Buddy "Cloudy" Russo (un gran papel de Roy Schneider), en una especie de "el gato y el ratón" criminal nos vamos adentrando no sólo en esta persecusión sino en esta serie de recovecos entre el bien y el mal, tan poco difuminado en este tipo de obras.
Con un aire a documental, en términos fotográficos y de forma - que recuerdan a Naked City (1948) y sus derivados-Owen Roizman, el director de fotografía, toma las calles de New York, y encuentra en su herrumbre, cemento y caos, cierto lirismo de la urbe; además de reconocer sus capacidades técnicas para las secuencias de persecusión; igualmente, gracias a un montaje, que emula perfectamente al New York fébril, dinámico y en contraste, que no sólo nos "habla" de un cine de acción sino de uno que está rompiendo con los lineamientos del clasisismo, y con un tono más conceptual, más discursivo sí se quiere.
De todas maneras, el gran peso de la obra está en Hackman, Scheneider y Rey, quienes no sólo destacan en sus actuaciones sino en lo que terminan representando al género, uno de ambiguedades, constrastes y dureza, no muy ajenos a la ciudad retratada tan acertadamente por Roizman.
Para Hackman, será un papel icónico que repetirá en una segunda parte, pero que igualmente es la base para otro tipo de pelicula, narraciones y arquetipos del detective hard boiled más rústico e igual de vehemente.
Zoom in: Nominada a varios Oscar
(1) https://www.tiempodecine.co/web/una-decada-prodigiosa/
No hay comentarios:
Publicar un comentario