Montar en bicicleta. Montar en bicicleta. Montar en bicicleta.Fausto Coppi
Para quienes montamos bicicleta, ya sea de forma recreativa o deportiva, este medio de transporte, es uno de lo más efectivos y libres para el desplazamiento, es un gran ejercicio y una grata experiencia, tanto individual como colectiva; pero el ciclismo como una práctica competitiva, puede estar más cerca del calvario y la frustración que cualquier otro deporte, eso es lo que recoge el director belga Phillipe Harel, quien nos acerca a Ghislain Lambert, un ciclista promedio en plena época de Eddie Merckx, que quería ser el mejor, con más corazón que piernas. Con guión de Harel, el actor principal Benoit Poelvoorde y Oliver Dazat, quienes entre el drama y la comedia, revelan no sólo la dureza de este deporte sino su lado B, esa cara oscura y menos glamorosa, la del dopaje, los fracasos y la mala publicidad; ambientada en los años 70, de un imbatible Eddie Merckx, y uno de esos momentos icónicos del ciclismo, por su competitividad y calidad.
Ghislain (Poelvoorde) fue uno de esos tantos ciclistas europeos que además de ser profesionales, querían ser los mejores, en un mundo donde ya existía el mejor y más completo ciclista: Eddie Merckx, este icono y a la vez fetiche para Ghislian, alentará a su personalidad, entre inocente y exagerada, a darlo todo por el ciclismo, desde su mayor esfuerzo hasta el dopaje y cierta corupción, que no era ajena a dicho deporte en ese momento; sus compañeros, hermano y esposa, serán sus mayores admiradores y enemigos a la hora de entenderlo y apoyarlo, donde el director acomodará el lado más humorístico de la obra, porque Poelvoorde, con sus característicos rasgos, es el mejor receptor de lo amargo y dulce del ciclismo y de quienes lo rodean.
La película de Harel es correcta en su fotografía y montaje, porque donde tiene mayor esfuerzo es en su ambientación de los años 70, y evidentemente en todo lo relacionado al ciclismo, tanto las bicicletas como la ropa, nos imbuyen en la época, y le dan sentido a ese concepto de competitividad y esfuerzo de tal deporte.
Aunque la obra se centra en el protagonista, la presencia de Merckx y la "pureza" de este deporte, es todo lo contrario a Ghislain, quien lo va revelando en su personalidad, aspecto y porque no, hasta en su atuendo, lo que también nos deja ver todo lo que significaban los uniformes, y demás elementos, no sólo en lo evidente y sus marcas patrocinadoras, sino lo que reflejaban en la capacidad y hasta personalidad de los ciclistas.
También cabe destacar la actuación del reconocido actor belga Benoit Poelvoorde, aunque su aspecto y edad, no fueran los más certeros como representación de un ciclista, sus expresiones, son el mejor mapa de sus triunfos y desgacia.
Zoom in: Ganadora a mejor guión en San Sebastián (2001)
Montaje Paralelo: Ciclismo - Vive Le tour (1962)
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