3 oct 2023

Especial: Mujeres a bordo de un ataque de....sueños





Aunque el sueño y el amor, se pueden entender como procesos, son totalmente ajenos en su definición y forma, aunque uno se pueda confundir con el otro, como las canciones y poemas lo reseñan, su unión llevada a los extremos se transforma en su versión  más oscura: es decir las pesadillas; en este especial, no sólo el amor se vuelve una pesadilla sino que los personajes parecen vivir en ese purgatorio de la irrealidad que también colinda con los sueños.

Las películas que vamos a reseñar aunque compartan ese límite entre el sueño, la pesadilla y el amor, donde las mujeres además de objeto de deseo son el propio delirio, no tienen mucho en común, tanto en su forma como en su género, por el contrario cada una es un universo tan disimil y apartado, como es entendido el amor.

La interpretación de los....

Eso sí, Freud que pensaba que los sueños, se podía entender como una asociación de símbolos, algo que tampoco es muy ajeno a lo cinematográfico, y que en estas películas, se deja en evidencia, ya sea en el montaje, formas narrativas o en su misma estructura; donde el murmullo surrealista, de las profundidades de la mente se revelan.


Estoy pensando en dejarlo / I'm Thinking of Ending Things (2020)




Tercera película de Charlie Kauffman, que toma muchas de sus obsesiones, donde el amor, la lucidez y la identidad son confrontadas no sólo desde lo discursivo sino desde su misma sustancia afectiva, llevando a los límites de la mente y de ese personal viaje que no sólo es el sueño sino el amor, o mejor el fin de éste.

Kauffman crea un brillante ejercicio de confusión tan cercano a los sueños como a las incoherencias que se presentan en una relación, desprendiéndose de ciertas lógicas, muy bien trasladas al montaje cinematográfico y su continuidad, como a los "mundos" que separan a una joven mujer  (Jessie Buckey) y Jake (Jesee Plemmons), quienes llevan un tiempo corto de noviazgo.

Primera persona del ....

Aunque, desde el punto de vista de la joven mujer - la cual recibirá diversos nombres-, nos acercamos a su relación con Jake, y su intención de finalizar dicho noviazgo, es Jake quien expande ese mismo universo de sentimientos. Con Kauffman sabemos que además de complejizar lo rutinario, en ese transito se pregunta sobre sí mismo, sobre la cultura, sobre el amor y sus demonios, y ante todo, esa particular forma de contar, en la que, las figuras retóricas se vuelven imágenes en movimiento. 




Jake "Chica sin nombre" Kauffman

Entendemos o vamos reconociendo que Jake, la joven mujer y los demás personajes son Charlie Kauffman, o mejor sus pensamientos, argurcias intelectuales, referencias y discursividad; y eso no es ni mucho menos un gran descubrimiento, los grandes guionistas y autores de cine lo han hecho, sólo que Kauffman lo lleva a un nivel más profundo, pero a la vez más evidente, es decir el director estadounidense, es un gran reflejo de  la intelectualidad cinematográfica, donde no sólo cita sus gustos, amores y obsesiones si no a sí mismo y sus confrontaciones mentales, algo así, como una terapia, ensayo y catarsis, pero con un vestido más accesible.

Minicrítica

Uno de esos grandes trabajos, -de lo poco que rescatamos en su momento- cuando se vio en Netflix, principalmente por sus libertades, por su depurado pero a la vez discontinuo estilo visual, y las siempre acertadas actuaciones, que bordean la locura en su estado más contenido.

Como siempre, con el cine de Kauffman, siempre queda libre a la interpretación, pero lo metacultural o la cabeza del director, seimpre será un gran laberinto al que vale la pena entrar, como lo son sus películas.    


Belle /Belle (1973)




Película belga con tintes de un realismo extraño en la que un escritor felizmente casado, descubre en las profundidades del bosque a una mujer que no sólo no entiende su idioma sino sus prácticas, Belle como la nombra el escritor, se convertirá en su obsesión y en cierto modo en su perdición. 

Asumiendo dos vidas, el hombre entrará en un sueño que poco a poco se irá volviendo una pesadilla de la realidad. Escrita y dirigida por Andre Delvaux, este cuento de "amor fou" con algún halo surrealista, nos introduce en esos pasajes singulares de pintor Paul Delvaux - sin ningún parentesco con el director- o de esa pintura metafísica, que no escapaba a cierta irrealidad.



Los Delvaux

Aunque director y pintor, no tuvieran una relación filial, la pintura del artista belga si fue fundamental para esta película, no sólo como inspiración sino en su planimetría, muy bien interpretada por su director de fotografía, pero también en una ambientación que entre el naturalismo y el extrañamiento, nos va imbuyendo en las complejidades de la mente tanto del escritor, como de la extraña mujer, que nos hace preguntar y al mismo protagonista, si ésta (la mujer) no sólo es producto de su imaginación. Entre el drama, el amor y cierto carácter psicológico, los Delvaux, nos hacen entrar en una pintura en movimiento, en la que no todo parece concordar, principalmente, la realidad. 


Valerie y su semana de las maravillas/Valerie a týden divu (1970)

 

A finales de los 60, y principalmente en los años 70, el cine europeo, principalmente el que había salido de la "cortina de hierro", no sólo buscaba una identidad sino temáticas que se alejaran del "realismo socialista"; la juventud y su despertar sexual, las otras familias, la desobiencia, principalmente a  sistemas opresores, tenian que ser reflejadas en este nuevo cine, que igual se mezclaban con cierta naturaleza tradicionalista (cuentos de hadas o ancestrales), experimentación visual - sonora y su particular humor; todo esto lo podemos ver en una de las obras más reconocidas de Jarimil Jires, Valerie y su semana de las maravillas, película entre lo vampírico, el despertar sexual de una adolescente y un surrealismo desorientador.

Escrita como un cuento gótico, entre la delicadeza y la brutalidad del tránsito a la madurez de Valerie, quien será acosada por toda clase de seres, quienes quieren su inocencia y cuerpo; el onirismo en el que permanece la joven la hará pasar por las más diversas aventuras, tan cercanas a las de Alicia en el país de las maravillas, el erotismo de Emmanuel y esos cuentos del siglo 19, donde los sentimientos se desbordaban.


Minicrítica

Tan extraña como compleja, el vampirismo sexual de esta obra, no sólo nos remite a la naturaleza de esta obra sino de lo que se quería representar o asumir de la época, todo bajo esa lupa de creatividad y experimentación, tan propia de los checos.

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