"Donde los hombres determinan el destino de las mujeres y las privan de sus derechos humanos básicos y hay mujeres que ayudan a los hombres en su tiranía, todos nosotros somos responsables de la detención y la inmolación de chicas en este país”de un Tweet de Parvaneh Salashouri.
Los géneros cinematográficos, delimitan unas pautas y caminos narrativo - estéticos, que nos llevan por ciertos senderos, en algunos casos, oscuros con una planimetría claustrofóbica y desasogante, pero que a la final es sólo una excusa para contarnos otras cosa, otro relato u oscuridades más complejas, como sucede con Holy Spider de Ali Abassi, director iraní - danés, del que ya habíamos visto Border, donde también "rompía" con la estructura del género; pero en este caso, en su última película, nos imbuye en un supuesto thriller con un "serial killer" desenmascarado desde los primeros minutos, porque a Abassi lo que le interesa es denunciar lo demencial de una cultura, religión, como el fundamentalismo islámico, disfrazado con el "burka" del suspenso y hombres elegidos por Dios, para "limpiar" al mundo del pecado.
Abassi quien ha dirigido tres largometrajes, no es un director a medias tintas, incomoda, reta al espectador y sus riesgos, formales o narrativos, pueden pecar de chocantes o excesivos, sin llegar a lo mórbido de otros géneros, por el contrario, la sordidez y el engaño genérico, parecen su firma creativa, donde lo canónico y arquetípico, se desestabiliza en favor del relato, y creo que en el caso del nacionalizado danés, de su propio discurso político y denuncia cultural.
Noir- Yihad
Escrita en conjunto por Alassi y Afshin Kamran Bahrami, quienes adaptan libremente un suceso real en Irán, eso sí, disfrazado con la etiqueta del neo-noir para mostrarnos, hasta donde una cultura radicalizada y fundamentalista, puede convertir en héroes a los monstruos, como está sucediendo en uno de los barrios más pobres de Mashad (Irán), donde un amoroso padre de familia y asesino de prostitutas, se convierte en la gran celebridad, al limpiar a una ciudad de los que algunos creen, es impuro. La fuerza del relato, no está en su estructura, sino en la ambigüedad, la del asesino, que como se describe en una secuencia, se ve como un mártir o un héroe, en todo el sentido religioso de la idea, o el cariño que le brinda a su familia en su hogar, a donde también lleva las prostitutas que va a asesinar, y otro par más de sucesos, que describen la dualidad de la sociedad iraní.
Como todo en el cine de género, los parámetros están bien establecidos, al igual que los "lugares comunes" y sus componentes estilísticos, que Alassi aprovecha para darles forma de metáfora, de empoderamientos femeninos y denuncia socio-política, que aunque superficial, es efectiva; lo anterior se ve reflejado en la periodista, que sintetiza lo que no está bien visto en Irán; en cierto sentido, lo que propone Alassi, no es una lucha entre el bien y el mal, sino entre dos parte de una sociedad, que no sólo no se entiende, sino que se desprecia; y es en este punto donde sale airoso el cineasta radicado en Europa.
Aspectos Técnicos/artísticos
Con una fotografía al uso del género, algo más plana, naturalista y con planos cerrados, que hace de la obra, asfixiante y en constante acecho, a lo que se le suma el gran trabajo de montaje de Hayedeh Safiyari - una de las montajistas más reconocidas de Irán- junto a Olivia Neergaard-Holm, quienes no sólo crean esa constante tensión entre los puntos de vista, sino en esa inefable disputa entre lógica y religión puesta a prueba entre planos. Evidentemente la música, con todos sus tópicos y sobrecargas sonoras - propios del género-, le dan más fuerza tanto a la tensión como al relato.
Sin embargo, quienes se llevan todo el peso de la obra son sus actores principales, y la construcción de sus personajes, un psicópata débil y una heroína afligida por sus propios "demonios culturales", en este punto, se le debe reconocer el trabajo a Abassi, que es un gran director de actores o un muy buen arquitecto de personajes, marginales, en términos narrativos. El trabajo de Mehdi Bajestani, sin ser perfecto actoralmente, está tan bien estructurado en su ambigüedad y fanatismo, que cada vez, se hace más potente su presencia, como sucede con Zar Amir Ebrahimi, la periodista, liberal en su contexto, y el otro lado de la moneda de su antagonista, pero también de la sociedad, en la que no se siente cómoda.
Sin ser perfecta ni mucho menos, Holy Spider cumple con lo que promete, criticar no sólo a una sociedad sino darle mayor relevancia a un momento y conflicto histórico, como lo es el iraní, y su "revolución" femenina, sus vicios político-culturales y religiosos, que perfectamente pueden tener el rostro Saed, el asesino, o el de su hijo - tal vez una de las secuencias más elocuentes y desgarradora, la protagoniza éste-, pero todo con el velo superficial del suspenso y el thriller, que siempre logra, ampliar ese concepto entre la realidad y la ficción, que en algunos puntos de la película funciona, y en otros no tanto, como lo es en su ambientación, y en ciertos momentos, donde el juego del cazador cazado, pierde su esencia; de resto, una gran película, muy acertada para esta época.
Zoom in: varios premios y nominaciones, principalmente a mejor actriz y película internacional.
Montaje Paralelo: Serial Killers - Insomnia (2002)
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