Especial: Cine animado

Lejos estamos del concepto del paso de manivela (Melies) o de las placas dibujadas a mano de manera secuencial (Reynaud), eso sí, la animación como soporte de fábulas, eventos históricos o mitos es algo que siempre ha permeado a su narrativa, sin embargo, las técnicas, estilos o representaciones no solo han ido cambiando sino que se han acomodado a la evolución tecnológica, en estos cuatro ejemplos de animación, podemos observar que si bien, los fotogramas claves, el rotoscopiado o la tridimensionalidad, son los factores a reconocer en estas obras, el movimiento y el tiempo siguen siendo el punto de partida de estás películas. 

Aunque las cuatro películas no comparten nada en común, a excepción de la técnica, cada una, es un fiel reflejo de las múltiples posibilidades que este cine es capaz de solventar, igualmente, nos damos cuenta que la animación no solo es capaz de moldear tiempo y espacio sino de las mismas figuras retóricas, además de facilitar ideas y planteamientos, haciendo de la creatividad un factor tanto narrativo como expresivo que no se limita, y que por el contrario juega con todas esas posibilidades de deformar la realidad o darle a la imaginación toda la pureza de la interpretación.  

Olimpia (2018)

Este trabajo que tiene como fondo el movimiento estudiantil mexicano del 68 y las violaciones militares y políticas que se dieron el 2 de  noviembre de ese año, hace uso de la animación como un recurso estético y falseamiento no tanto de la realidad  sino del contexto temporal de la obra, que como reconoce el director José Manuel Cravioto, el uso de tal rotoscopiado, fue para evitar la anacronía; el trabajo funciona narrativamente en su primera parte, donde conocemos a los personajes y el contexto de los sucesos, establecemos cierta afinidad, tanto por el guión como por algunas grabaciones o archivos propios de la época, sin embargo, la película empieza a decaer en su segunda mitad, porque no logra concretar su foco narrativo; de todas maneras como ejercicio funciona, y nos sigue revelando la capacidad de la animación con cierta disposición a la no ficción o hecho reales.  

Virus Tropical (2017)

Santiago Caicedo toma la novela gráfica homónima de Power Paola, y la convierte en este trabajo de animación tradicional en la que vemos reflejados las experiencias y vivencias de Paola (autobiografía), su familia e involucramiento en un mundo, que como a todo adolescente, no parece pertenecerle; con un trabajo gráfico que respeta la línea gráfica de la novela gráfica original: líneas finas, blanco y negro -muy cercano al cómic underground-. Aunque interesante la idea de narrarse a sí mismo, para mi, va perdiendo fuerza el relato, y esa cercanía con la idiosincrasia del país, no es lo más certero. No es el trabajo que más haya disfrutado, y los coming of age, no es una narrativa que me guste, y menos en este tipo de trabajos de animación.

The Painting (2011)

Uno de los trabajos de animación más interesantes que he visto recientemente, no sólo a nivel temático sino en su mezcla de técnicas, aunque el 2D es lo que prevalece; un trabajo inteligente tanto en su historia como en su mismo mensaje de tolerancia y referencia a lo pictórico, como un ente de creación pero también de los conflictos humanos. Dirigida por el animador Jean Francoise Laguionie, quien parece estar especializado en este tipo de narrativas y formas, en las que la metáfora no sólo es un gran lector de su tiempo sino de una sociedad, una en la que una pintura inacabada es un espejo o mejor un trazo de los que hemos vivido los últimos años. 

Psiconautas, los niños olvidados (2016)

Otro trabajo que viene del mundo de la novela gráfica, con un ambiente más nostálgico y depresivo, donde no sólo nos presentan la relación entre Birdboy  y la ratita Dinki, sino ese desolado mundo, consumido por la contaminación. Alberto Vázquez y Pedro Rivero, los directores, toman la depresión juvenil, las drogas y esos primeros amores en forma de antropozoomorfismo y liberación. Su línea gráfica con cierto toque al dibujo de libro infantil pero imbuido de poesía y tristeza.