3 dic 2021

Paul Auster. Guiones


Autor: Paul Auster
Año: 2013
País: USA
Género: guiones y entrevistas
Editorial: Booket


Esta recopilación de los tres guiones realizados por Paul Auster, es también un acercamiento a su breve incursión en la dirección cinematográfica, algunas entrevistas y notas de producción, en las que reconocemos la lucidez de este mítico escritor estadounidense , las complejidades de la realización y un gran número de anécdotas, que sí bien raras veces se van a ver reflejadas en los guiones, si quedan cómo testimonio de ese extraño y costoso sueño que es el cine.

Para Auster, el cine, nunca fue algo ajeno, siempre ha reconocido su cercanía con este forma de narrar en imágenes, pero también entendemos, que la dirección fue algo azaroso, una casualidad, que se vio bien compensada con  trabajos como Smoke de Wayne Wang y Lulu on the Bridge,  donde, estuvo sólo en la dirección.

Este libro es una oportunidad para revisar no sólo los guiones de Auster, sino repasar su forma de escritura, que de todas formas, se logra ver bien reflejada, en sus imágenes en movimiento, donde esos aires mágicos en medio del naturalismo y la afectación psicológica sigue presente.


Algunas notas tomadas del libro:

Es como volver a empezar desde el principio, empiezas con el guion, que establece una cierta idea de lo que debe ser la película, luego ruedas el guion y las cosa empiezan a cambiar, las interpretaciones de los actores resaltan diferentes sentidos, diferentes matices, se pierden cosas, se encentran otras, luego entras en la sala de montaje y tratas de casar el guion con las interpretaciones. A veces ambas cosas se funden muy armoniosamente, otras veces no, y eso puede ser muy irritante, tienes el metraje que tienes, y eso limita las posibilidades, eres como un novelista tratando de revisar su libro, pero el cincuenta por ciento de las palabras no están a tu alcance.

De alguna de las entrevistas

....probablemente tenga usted razón. siempre he pensado que era una comedia (sobre Smoke), pero en el sentido clásico del término, en el sentido de que todos los personajes de la historia están un poco mejor al final que al principio, no quiero ponerme demasiado ampuloso pero cuando uno piensa en la diferencia entre la comedia y la tragedias de Shakespeare, no está tanto en el material de las obras como en la forma en que se resuelven los conflicto.

Una de las conversación de Blue in the Face, en la que participa Jim Jarmush como Bob:


Y otra cosa del cine que me parece verdaderamente rara,...es en las películas de guerra...los nazis de la películas ....¿por qué fuman siempre de una manera tan rara....así? (se mete el cigarrillo entre el tecer y cuarto dedo y finge quemar a AUGGIE. luego se  pone el cigarrillo entre el pulgar y el índice y guiña un ojo) ya, tenemos manera de hacerte hablarr, AUGGIE. ¿es que la amenaza de una quemadura es..torturar? o dicen esto: ya, nosotros sabemos quien erres, hemos visto lo que hacías. (fundido) pero lo jodido es que ahora vas a Hollywood....ellos nos engancharon al tabaco, nos enseñaron todo ese glamour...y ahora vas allí y no puedes fumar en ninguna parte. Fumas, enciendes un cigarrillo después de una comida en un restaurante, y vienen (imitando una voz puritana) "lo siento, señor, fumar en los restaurantes está prohibido por ley". Qué me dice de eso? ellos nos iniciaron ¿entiendes?
Otra de las entrevistas: …pues porque me parecía correcto, porque sentí que era el justo. Los thrillers se parecen mucho a los sueños. Cuando les quitas los detalles superficiales, comienzan a funcionar como metáforas de nuestro subconsciente. Individuos sin rostro que te persiguen por las calles oscuras, solitarias. Hombres que penden de los aleros de los edificios, temor y peligro, riesgo, las contingencias de la vida y la muerte.

La pregunta de la entrevistadora: Eugene Lourie, el famoso director artístico francés, describió la escenografía como el arte " no de crear escenarios, sino de relacionarlos con presencias vivas". Está usted de acuerdo con semejante definición?


la directora de arte nos dice lo siguiente: durante muchos años, los únicos films extranjeros permitidos en Bulgaria fueron los clásicos de los años veinte, treinta y cuarenta: principalmente película francesas y las de los hermanos Marx. Se proyectaban sin subtítulos, pero siempre había un traductor, que habitualmente era una mujer madura. Las películas de los de los hermanos Marx ofrecían grandes dificultades de traducción a cualquier otra lengua porque emplean mucho el doble sentido, así que ¡imagínese a la pobre señora esforzándose en ser fiel al diálogo! Todo era muy cómico, surrealista, lo cual describe fundamentalmente lo que estaba gestándose en Bulgaria.

la vestuarista de la tercera película nos dice lo siguiente: Me gusta el cine independiente porque en él hay menos riesgo que en las producciones de estudio de que esa visión del director se vea corrompida o diluida. Cuando dispones de demasiado dinero caen también sobre ti demasiadas opiniones de quienes te lo prestan.

 

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