22 dic 2021

Cine Palomitero: Shang -Chi y la leyenda de los 10 anillos

 


Aunque esta película la vimos hace ya un par de meses, hasta ahora la reseñamos por diversas razones, principalmente:  tiempo y una temática en común, frente a lo segundo, cabe destacar que este universo marvelita no sólo está repleto de unos componentes narrativos y estéticos ya definidos, evidentemente formulísticos, sino de otros que se encaminan por una disposiciones ideológicas, no sólo reflejados en el cine de superhéroes, sino de las superproducciones, sin negar  la injerencia de su casa productora, en este caso la "mano blanca" de Disney, que pareciera estar reclutando a un tipo de director, narración y montaje, y  más complejo aún, las disposiciones morales y éticas de la sociedad, eso si con mucho humor, escenas postcréditos e inclusión.

Shang Chi: artes marciales y dramas familiares

La quinta película del director hawaiano Destin Cretton, no sólo es el rescate de un héroe de segunda línea Marvel, sino el protagonismo de un elenco asiático en este mismo universo, en el que las artes marciales, los dramas familiares y las complejidades ancestrales, se encuentran. Cretton junto a Dave Callahan y Andrew Lanham, el primero, habitual en los guiones Marvel y el segundo compañero de escritura de Cretton, adaptan el cómic homónimo de Steven Englehart y Jim Starlin, pero en este caso situándonos en los momentos posteriores al caos provocado por Thanos y la resolución de Los Vengadores, presentándonos a un hombre que lucha con su pasado: Shang - Chi, un aparcacoches en un hotel de San Francisco, quien realmente es el heredero de una poderosa y mística organización, la de los Diez Anillos. 




Humor e inclusión

Las últimas películas Marvel le parecen apostar no sólo al humor - algo de por sí evidente- sino a la inclusión, tanto racial, sexual o social, eso sí, sin salirse de las márgenes de un estilo y forma narrativa, en la que en los primeros 10 minutos, no sólo entendemos la película, sino que se resuelve cualquier tipo de misterio o incógnita dentro de la obra, lo cual sucede con Shang- Chi, y su confrontación con el pasado, donde ha escapado de la tiranía de su padre y organización, y ahora deberá enfrentarse no sólo a sus propios "demonios" sino al que ha creado su propio padre.

Este último punto, también está presente en este universo, es decir, el enfrentamiento con el pasado: familiar o social, pero es un enfrentamiento de sino religioso, una reivindicación, en tono de sacrificio, que hace que los pecados del padre, aumenten los atributos del hijo, aunque esta idea, no es algo que escape  a la lógica de Hollywood y de gran parte del cine, lo que empieza a evidenciar esta extensión marvelita, es un moralismo que nos recuerda a las Megaproducciones de los años 50, en las que a través del entretenimiento, nos prevenía sobre el comunismo, las liberaciones socio-culturales y un profundo americanismo, lo que no deja de ser paradójico porque gran parte de este universo nos presenta estas identificaciones, pero sucumbiendo a lo políticamente correcto que nos dicta la sociedad actual, es decir, vemos en estas películas, que las parejas son estables o no consuman su relación: Hawkeye y su esposa, Bruce Banner y Viuda Negra, El capitán América….y su vida, o Shang -Chi y su mejor amiga, los cuales, además de reconocer su heroísmo y capacidades "sobrehumanas", no lo harán con su relación; pero nuevamente, lo que se puede ver como un error o juzgamiento, Cretton y sus guionistas, hacen de esta pulsión, todo un juego del doble sentido, la alusión y el humor; lo cual hay que reconocerles, funciona en gran parte del metraje.     



Tony Leung y otros

Aunque entendemos que el protagonista de esta obra es Simu Liu junto a Awkwafina, quien se roba la pantalla es Tony Leung, el reconocido actor hongkonés, no sólo funciona en su primer papel hollywoodense, sino que logra asumir y atrapar lo más humano de un ser inmortal y poderoso, también cabe destacar la presencia de Michelle Yeoh, quien emula muy bien su papel de maestra, de resto, hay que reconocer que Liu, peca por no ser el más carismático y reconocible actor, y Awkafina, aunque destaque por su humor, eso mismo cubre sus verdaderas capacidades.

De resto, aunque funcione en su conjunto actoral - cabe recordar que hasta Ben Kingsley aparece- muchos son eclipsados por la misma línea de la historia, empezando por el supuesto antagonista Florian Monteanu y otro par más de personajes.

Crítica rápida

Un trabajo efectivo, sin mayores pretensiones, con secundarios de lujo, que hace uso de la nostalgia y el homenaje al cine de Kung Fu de los 70, para darle sentido a una epopeya familiar, donde lo colectivo y lo emotivo, son fundamentales. Eso si, no más escenas postcréditos, cansan.

Zoom in: Nominada por sus efectos, y catalogada en varias listas del cine de superhéroes.


 

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