7 nov 2021

Especial Halloween: Suspiria (2018)



En el cine intervienen todas las artes: la plástica, por la fotografía; la música, por el sonido; la literatura, por el argumento y también la danza por el montaje, que es realmente fascinante. 
                                                                                                                   Raúl Soldi

El dilema de los remakes o nuevas adaptaciones fílmicas, es la expectativa; no sólo por el contenido o  forma, sino  por lo que llega a generar en los fanáticos de la obra original; con el Suspiria de Luca Guadadigno no es diferente, y menos con una obra de culto del giallo y  terror sobrenatural como el Suspiria de Dario Argento. Sin embargo, escogimos para este especial de Halloween la obra de Guadadigno, no sólo porque la teníamos pendientes dentro de nuestro catalogo de películas sino porque valía la pena revisar otra visión del clásico de Argento, y definitivamente, porque sus desiguales críticas, la hacían aún más llamativa para quien escribe en este blog. 

Del director nacido en Palermo, es la primera película que veo, y aunque difícilmente se puede reconocer un estilo o forma cinematográfica, si se pueden identificar algunos elementos particulares, su cuidada puesta en escena, el ritmo pausado y cierto homenaje a la cultura visual, y ya profundizando, el uso de actores fetiches como Tilda Swinton,  así como ciertos riesgos conceptuales, principalmente en el montaje, tal vez, lo que más me gustó de esta película. Con nueve largometrajes en su haber, un par de documentales y la incursión en la  moda, el italiano, parece convertirse en una figura relevante tanto en el panorama europeo como mundial, y uno de esos directores, que de ahora en adelante, siempre generará expectativas con una obra que se dirige a Hollywood.   


El guion que es una adaptación -homenaje al Suspiria de Dario Argento y Daria Nicolodi, de la que se toman elementos particulares y reconocibles de ésta, pero con el propio pulso del italiano y de David Kajganich, guionista especializado en obras de terror (Wolf Creek y The Terror) y quien ya había colaborado con el italiano. En este caso, ubicándonos a finales de los años 70 y en una convulsa Alemania, en plena crisis nacional, conocida como el Otoño Alemán*; a la cual ha llegado la joven Susie Bannon, una joven estadounidense que va a audicionar en la rígida pero exitosa Academia de danza Tanz, su innegable talento, será el motivo para entrar en dicha academia, además de la extraña desaparición de una de sus compañeras, y ese aire de misterio, que se vive en ese la ciudad, y en esa inmensa, antigua y sombría casona, que es la academia.

Kajganich y Guadadigno, no se alejan de los elementos principales de la película original, es decir, la brujería, el lesbianismo, los matriarcados y el poder, con un aire sobrenatural, pero con las particularidades que le quisieron imprimir a la misma, que en algunos caso puede pecar de sobre explicativa; si lo vemos bien, el Suspiria de Kajganich y Guadadigno, son dos películas, el misterio que despierta Susie Bannon y el caos culposo del aquelarre, en el cual, encuentra respuesta el subtrama del otoño alemán, sin ser del todo, eficiente.


La danza y el montaje, son muy parecidas 

El algún video sobre el montaje cinematográfico, varios profesionales - incluyendo a Walter Murch-, decían que el montaje se parecía mucho a la danza, por aquello del movimiento y el ritmo, así como el saber dónde cortar, situación que se ve muy bien reflejada en el trabajo de montaje de Suspiria, a mí parecer, lo más destacado de esta obra junto al papel de Tilda Swinton; en la labor de edición, está un colaborador habitual del director italiano, como lo es Walter Fasano, quien entendió bastante bien esa relación entre danza y montaje, no sólo en dichas secuencias en la forma y estructura de la obras, microsaltos o jumpcuts, en secuencias de dialogo, cortes en apariencia azarosos, pero que hacen más dramática o incómoda la situación, y varios otros "trucos", que van generando esas sensación de enrarecimiento que toma la obra.

Igualmente, hay que reconocerle a Fasano, que logra empatar una obra disímil en estructura narrativa, es decir, el material de la crisis alemana con la ficción, y que sin escapar del realismo que le imprime el director, el montajista juega con ese carácter onírico y hasta caótico de la danza contemporánea, que innegablemente, es un punto narrativo de la obra.


Lo que no me hizo "suspiriar"
     
Menos interesante, pero no por eso errática, es la fotografía de Sayombhu Mukdeeprom - director de fotografía habitual de Apichatpong Weerasethakul, en este caso, un trabajo visual que sin ser monocromático, elimina los colores primarios, siendo bastante sobria en su colorimetría - casi tirando a colores ocres-, a diferencia de su antecesora; de todas maneras, hay que reconocerle a este largometraje, sus inspiración en el estilo Fassbinder  y en las películas de los años 70, donde el zoom y los planos largo, eran coherentes con lo relatado. 

La música de Tom Yorkhe, que sí bien está acorde a la película, no le quita ni aporta a la misma, por el contrario, es un elemento que se desaprovecha y pierde protagonismo dentro de la misma.

Debo reconocer que las actuaciones de Moretz, Johnnson o Mia Goth, no son las que más me impresionaron, y que definitivamente el papel - performance de Tilda Swinton, le resta aún más al trabajo de las demás actrices; eso si, vale la pena revisar el trabajo de  Angela Winkler e Ingrid Caven - íconos del cine alemán -, y que en sus cortas apariciones, se roban la cámara, y entendemos no sólo esa idea de la brujería sino del poder como defecto.

  


En conclusión

Aunque debo reconocer que me gustó el Suspiria de Guadadigno, principalmente a nivel visual, su historia, actuaciones y aire sobre explicativo, le restan bastante a esta obra, de la que tampoco tenía mayores expectativas; eso si, me sorprendió para bien el montaje, la puesta en escena y la secuencia de danza, que es literalmente un danse macabre. De resto, pues ni vale la pena compararla con su antecesora, aunque de ésa, use temáticas y hasta  a la actriz principal pero en otro papel - como  homenaje-; y esté lejos de ser una obra cumbre de algo, ni del italiano, ni del género o de la cinematografía de ese año, con todo y premios. Aun así, para mi fue una grata sorpresa, pero tampoco me hizo seguidor de Guadadigno. 


Zoom in: varios premios en Italia y presentada en diversos festivales; no fue muy bien recibida por Dario Argento.

Montaje Paralelo:  The Neon Demon (2016)







*https://es.wikipedia.org/wiki/Oto%C3%B1o_alem%C3%A1n

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