Mi juventud, la falta de experiencia, mi sexo, todo conspiraba en mi contra
Que el primer cineasta, haya sido una mujer, ya no es una revelación - afortunadamente-, pero lo que hay detrás de toda esta historia y del papel de Alice Guy- Blaché en el cine, tal y como lo conocemos, si ya es otro cuento, porque esta directora, productora y guionista, que realizó casi mil películas e innovó en la naciente industria del cine, también es la figura esencial de ese silencio en el que cayó el papel de la mujer en el séptimo arte, y en mucha de su historia, que nunca ha estado exenta de tales olvidos. Este documental dirigido por la realizadora y creadora de títulos Pamela B. Green, es un didáctico y muy educativo trabajo en el que además de acercarnos a la vida de Guy - Blaché, lo hace a los inicios del cine, su artesanía, complejidad y como todo pionero, a sus lados más oscuros.
Contado casi como un capìtulo de CSI o de Crímenes por resolver*, donde las múltiples animaciones, motion graphics, archivos de sonido, video y celuloide, se van revelando, en algunos casos, tan espectaculares como lo que se va contando: el papel de Alice Guy - Blaché, no sólo como cineasta, pionera del sonido - cinematográfico- en Francia, productora, guionista con tintes feministas e innovadora de un lenguaje que hasta ahora se iba formando, sino la exploración de un mundo que ha oscurecido por varios años el papel de la mujer en el cine, en cierto modo, guardando las proporciones, Green asume muchas de las inquietudes y necesidades no sólo de Guy- Blanché sino de la mujer en dicho oficio. Para Green, este es su primer largometraje, aunque ya sea una veterana en el mundo del cine, su productora PIC, es responsable de varios spots publicitarios, main titles de películas y animaciones, que están presentes en Be Natural, tanto en su presentación como en varias secuencias explicativas.
La acertada narración de Jodie Foster se mezcla con las peripecias de Green para encontrar pistas, datos y huellas del trabajo y presencia de Alice Guy - Blaché tanto en los Estados Unidos como en Francia y en el naciente Hollywood, en el que no sólo Guy - Blaché fue importante sino otras mujeres, algunas, rivales o mejor amantes del esposo de la directora francesa. Aunque algo caótico, el orden de la obra está mediado por la vida de Guy- Blache, sus inicios con la Gaumont como secretaria, su oportunidad de dirigir, su éxito como directora, el viaje a Estados Unidos y matrimonio, en el que se mezclan materiales de archivo; luego vemos la creación de Solax, el estudio de cine que creó en los los Estados Unidos, la rivalidad con su esposo, el olvido y ensombrecimiento sobre la figura de Guy - Blaché, esto se mezcla con la búsqueda insaciable de Green, de huellas, ecos de la francesa, algunas de estas secuencias, casi emulando a alguna película de detectives y por último el reconocimiento de la francesa mezclada con varias entrevistas, no todas muy efectivas, en las que el homenaje y la subjetividad se asoman de forma más evidente.
Se natural......un consejo de Guy- Blaché
Hasta para los actores, el trabajo de la directora y pionera francesa es indispensable, ese Se Natural, texto con el que se era recibido en los estudios Solax, fundado por Guy junto a su esposo, fue una premisa que hizo cambiar la forma de actuar, algo más natural, alejado del exceso del cine mudo.
Esa naturalidad, fue la que expuso Guy en todo lo que hizo, sus obras tan originales como bien estructuradas, no sólo la llevaron al éxito sino a ser una directora y productora rentable, aceptada en su momento, pero que, con el avance de la industria, y otros factores socio-políticos, empezaron a opacar su trabajo, principalmente en su natal Francia; cabe destacar como reputados historiadores de cine, le dieron el crédito de las películas de Guy- Blache a otros directores, y el mismo Gaumont, sin negar su labor le restó cierta importancia al mismo, tampoco se puede dejar de lado, que su esposo entró en competencia, y llevó a la quiebra a los estudios Solax, que las guerras mundiales también afectaron a la francesa, y que, como tantos otros pioneros, su nombre se fue perdiendo en las brumas del tiempo; la gran diferencia fue su propia tozudez, la de otros, que reconocían su trabajo y obviamente Green, que acumuló todo lo anterior, y lo conviritió en este documental tan didáctico como efectivo en su narración.
Aunque se le puede achacar al documental cierta desorganización, y que en algunos momentos la espectacularidad de la búsqueda le robe protagonismo al eje central del trabajo; lo emotivo y sentido del homenaje, la profundización en temas o ideas sobre la vida y obra de Guy-Blaché, los materiales de archivo de los últimos años de la francesa, y algunos de esos momentos tan absurdos y excesivos, en los que un material en video, una conversación o una foto, casi se convierten en otra historia, en un hallazgo digno de un tesoro o del punto de giro de una serie detectivesca, valen la pena, y le dan la suficiente validez a este largometraje.
Uno de esos trabajos, en los que lo didàctico, su efectiva narración y el tono educativo superan cualquier defecto o desequilibrio del formato documental. Un trabajo que debe ser visto, analizado y esencial para quienes estudian cine, y entender el papel no sólo de Guy en tal industria sino de la mujer en general, que aún al día de hoy, es complejo.
Zoom in: Presentada en diversos festivales
Montaje Paralelo: Documentales de cine
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