Alguna frase dice que más que el destino, lo que importa es la ruta o el camino, eso no aplica directamente a este "documental" en el que Felix Starck, director, protagonista y aventurero alemán, decide hacer un recorrido de 20 mil kilómetros por el mundo en bicicleta; en un principio, en compañía de un amigo, con el que parte de su ciudad natal, y con otras personas que irán apareciendo en el recorrido, entre ellos, quien más adelante será su novia. Sin embargo, si analizamos bien este trabajo, el único protagonista es el propio Starck, que cámara en mano y sonido ambiente, nos relata sus impresiones, y vivencia.
Road movie, bici movie o el yo, como película.
Siendo sinceros, este trabajo que vimos en Netflix, lo hicimos expresamente pensando en esta sección, es decir Bicinema, pero tanto como documental o experiencia en bicicleta, se queda corto, es decir, sin negar que recorrer varios cientos de kilómetros, es ya de por sí una gran experiencia y proeza; los recorridos más complejos, los terminará haciendo en avión, además los paisajes y el mismo acto ciclistico pasa a segundo o tercer plano, y se centran más en el personaje, que poco o nada tiene que decir, además de una visión muy unipersonal y vertical del mundo. De todos modos, y eso es culpa del algoritmo Netflix, este trabajo se "vende" como un acto de superación personal, un documental sobre ciclismo; aunque la verdad sea más una crónica de viaje y transformación individual, que es donde realmente podría resaltar, y uno termina cayendo en el "engaño".
Igualmente, aunque no haya mucho que destacar, y se quede corto en el mensaje: no hay interacción con los lugareños, son pocas las reflexiones y técnicamente, sea casi un registro casero del viaje; los mismos paisajes, recorrido, la conflictiva personalidad de Starck y uno que otro truco, que va a aprendiendo el viajero, se le pueden rescatar a este trabajo, que finalmente le abrió otros horizontes al protagonista, más adelante hará un viaje por los Estados Unidosa en bus con su pareja (Expedition Hapiness), e irá afianzando su entrada al mundo audiovisual, asì fuera desde la producción.
Aunque no la recomendaría como película, y se vuelve en ciertos pasajes una experiencia egocéntrica, casi en formato reallity y bastante eurocentrista - parece que viajar alrededor del mundo es Europa, USA y una pequeña porción de Asia-., algunas secuencias son bastante interesantes, desde la dinámica humana, nos muestra la otra cara del (ciclo)viajero: reiterativo, facilista, ensimismado; rompiendo en cierta forma, con el idilio y hasta el mito de tal actividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario