Fotograma de The Purple Rose of Cairo (1985) |
"Por eso no le creí cuando me dijo que hoy íbamos a venir a la función matiné. Pero ella repitió la palabra cine y empezó a arreglarse. Le dio unas últimas puntadas al mantel antes de salir, después bajamos caminando hasta el Lido.
Tal vez ésta es otra forma de recordar a Mejía sin pensar que no va a volver. Estamos en cine. Laura a mi lado, con su abrigo que huele a clóset, esperando a que apaguen las luces y corran el telón para que empiecen a desfilar personajes de luz que hablan, ríen y lloran como en la vida real, pero que de alguna extraña manera hacen que todo sea mejor aquí que en el mundo de afuera.
Es la primera vez que vengo con Laura y todavía la siento tensa en su silla. Trata de ahogar los suspiros para que la gente no se incomode, y tose para aclarar la garganta. La miro de reojo y me parece que le ruedan unas lágrimas que no quiere detener. Las deja caer mientras la película empieza."El cine era mejor que la vida. Juan Diego Mejía
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