4 jun 2019

24 Frames: a 24 cuadros por 114 minutos


                                 "La imagen está en el territorio de lo inmanente" 
                                                                                                  Bergson

Si para Henri Bergson el movimiento no solo es un espacio recorrido, sino el movimiento que produce un cambio (Navarro en Bergson, 2014) para Kiarostami, el movimiento es un antes y un después de la imagen tomada (still image), proponiendo, de forma metafórica o poética, un cinetismo de lo estático, como lo pensaran los artistas-pintores de las primeras vanguardias o los más avezados fotógrafos de las primeras décadas de 1800, es decir Kiarostami, toma como excusa, sus propias fotografías, y le da movimiento, entendido no como un loop sino como una reflexión del tiempo, como esa paradoja de la inmanencia y la trascendencia (Navarro, 2014). Manipuladas a partir de un software de posproducción  - probablemente After Effects-, el iraní (fallecido en 2016) construye 24 pequeños "relatos" que responden al antes y después de "obturar" y obtener una imagen fotográfica.

Este proyecto, que se convirtió en trabajo póstumo para el cineasta iraní, además de lo anteriormente citado, es de cierta forma una alusión a ese espectro visual que es la ventana, el frame, el cuadro cinematográfico que da paso a otro mundo, y que se podría asemejar al documental corto de Peter Greenaway (Ventanas, 1974) y como analizan en el articulo de El Espectador Imaginario una "visión como imagen pictórica”de Joel Snyder (1) y su representación de la realidad.

El trabajo funciona, principalmente porque detrás de éste está el nombre de Kiarostami, sin negar, que varios de los cortos, son realmente bellos, como propuesta poética; de todas formas es un experimento que logra atraer la mirada, que deja una reflexión sobre el tiempo, aunque en términos líricos, y de cierta manera, la propuesta de "darle vida" a las imágenes estáticas, es algo que parafraseando a Roman Gubern, lo han hecho desde las cuevas de Lascaux y Altamira"; además, porque si uno toma como ejemplo lo visto en 24 Frames, se puede convertir en un excelente ejercicio didáctico en el que podemos observar no sólo las ideas del iraní sino de cierto pensamiento contemporáneo, marcado por la dualidad digital, la inmediatez de la imagen  y la falta de  reflexión de la misma, que podemos encontrar en  el cuadro de Brueguel (el primer corto), que va adquiriendo sonido, movimiento y toda la paradoja o contradicción que implica lo pictórico y lo cinematográfico; o el último de esta serie, en la que el tedio del durmiente en primer plano, no hace eco de la imagen cinematográfica dispuesta en una pequeña pantalla, y en el fondo, como sucedió como muchas de las imágenes Lumiere, lo más importante era el movimiento de las hojas de un árbol.

Zoom in: Kiarostami, no pudo ver terminado este trabajo

Montaje Paralelo: Ventanas (1974) 




Referencias
Navarro,  S. La poética de la Imágenes de cine

No hay comentarios:

Publicar un comentario