Michel Beajour
“el autorretrato es una memoria que media entre el individuo y su cultura. Esta memoria se relaciona particularmente con aquellos lugares donde las relaciones entre la mónada microcósmica y el macrocosmos lingüístico y cultural se problematizan para enfrentarse” (1)
La artista multidisciplinaria Laurie Anderson, mucho más conocida por sus aportes musicales, haber estado casada con Lou Reed, inventado un par de instrumentos y presentado unos experimentales performance, también ha realizado un par de trabajos audiovisuales o cinematográficos, que transitan por los mismos caminos de su música, donde la reflexión política, sexual y de la misma civilización occidental están presentes; sin embargo con Heart of a Dog, es donde mejor explora esos elementos. Anderson, nacida en Illinois, poetisa, cantante, activista y compositora, logra asumir muchos de estos roles en su documental con tintes de ensayo audiovisual, que con la excusa de hablar sobre el "punto de vista o la mirada de su perro, también nos está mostrando los conflictos de esta época.
Construido a partir de material de archivo, imágenes tomadas de su propia colección, animaciones y diversos recursos de imágenes en movimiento que junto a su voz, construye una narrativa con ecos poéticos, experimentales y reflexivos sobre la vida, muerte, sociedad y política desde la mirada de su perra Lolabelle, ensayo audiovisual, que como Chris Marker, usaba la figura animal, el gato, como desarrollo de una idea, concepto y percepción del mundo. Anderson, construye un bello y lírico autorretrato de imágenes en movimiento, que a través de la introspección y un mirar hacia adentro, como lo hiciera años atrás Guy Maddin con su My Winnipeg, también reconoceria al mundo de hoy, a la complejidad de lo que vivimos y en cierto modo a hacernos entender qué necesitamos para la vida o mejor de que debemos alejarnos.
Igualmente, la directora construye una serie de elementos, destinados a sus vivencias en el Nueva York postonce de septiembre, a su fiel perra y demás cuestionamientos, entorno a su filosofía de vida, a su modo de entender la muerte, desde el budismo y tantos otros recuerdos, reales o no, como construcción narrativa, que a la final es una representación de las propias realidades de esta artista forjada en la generación más creativa de los Estados Unidos.
Imágenes cargadas de poesía, sobreimpresiones, texturas, formatos y estilos, acompañadas de los sonidos musicales de la directora, así mismo de pequeño fragmentos literarios, cuestionamientos e intereses en blanco y negro, color, animación, rayones y textos, donde los sentimientos y el incuestionable paso del tiempo, se van uniendo a una serie de pensamientos, disfrazados de imágenes .
Uno de los mejores trabajos documentales que he visto este año, no solo por su construcción autoreflexiva, sino por la apropiación, por parte de la artista, de un mundo propio, sólido y que en palabras de Aumont, es un cine como forma de pensamiento, porque logra lo que para Arlindo Machado es el cine-ensayo, una búsqueda e indagación del concepto (2) desde esa "inocente" mirada de una perra, como lo hiciera el francés Chris Marker con los gatos, y por que Anderson, sabe cómo estimular nuestras sensaciones no sólo con la música, la mirada y su propia voz, sino con esa concepción, que es encontrar en lo más pequeño o sencillo, lo poético.
Trabajo absolutamente recomendable para quienes disfruten de la obra de Chris Marker, de Godard o de obras tan experimentales como Color perro que huye de Andrés Duque, como para seguir la línea narrativa perruna.
Zoom in: Nominado a mejor documental en varios festivales
Sección oficial largometrajes a concurso en Festival de Venecia
Montaje Paralelo: Sans Soleil (1983) - Color perro que huye (2010) - My Winnipeg (2007)
(1) http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/encuentro2007/02_auspicios_publicaciones/actas_diseno/articulos_pdf/A6036.pdf
(2)http://www.lafuga.cl/el-filme-ensayo/409
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