"...Te darás cuenta que está cerca de ti cuando emita tres sonidos característicos BA-BA BA DOOK DOOK DOOK".
Debut de la actriz y cineasta australiana Jennifer Kent, que principalmente ha trabajado en la televisión de su país en series de diversos géneros, que además, tuvo como maestro a Lars Von Trier, a quien asistió o fue uno de los asistentes en Dogville, y de quien recibió el consejo de seguir la ruta de la dirección cinematográfica. Kent, que estudió Bellas Artes/Artes Dramáticas, ha tenido cierta fascinación por las películas de monstruos y el terror psicológico como lo hizo en un cortometraje anterior llamado Monster, que en cierta forma es la base para The Babadook, la película de la que vamos a escribir, éxito en Sundance y considerada como una de las mejores obras de suspenso/terror del año anterior.
Escrita por la propia Kent, esta producción australiana, es más que una película de terror al uso, es un drama que tiene como excusa a este género para establecer un discurso sobre la maternidad, la ira y desesperación humana resumida en una figura sobrenatural.
Después de la violenta muerte de su marido, Amelia (Essie Davis) debe de cuidar a su inquieto, hiperactivo y ensimismado hijo Samuel (Noah Wiseman), niño de gran imaginación, que lucha contra monstruos y sueños; sin embargo, las pesadillas de este niño se harán tangibles cuando un extraño libro llamado El Babdook aparezca en su casa. Las alucinaciones y su errática conducta llevaran a esta familia no sólo a alejarse de los demás, sino a encerrarse en su propia trampa, El Babdook, la presencia oscura se ha instalado en la casa de Amelia y Samuel. Aunque lineal en su relato y con evidentes manipulaciones desde lo narrativo, el guión de Kent, más que una obra brillante es un texto inteligente, lleno de símbolos, percepciones femeninas y tensión psicológica que de desarrolla entre un humor logrado, miedo y las fórmulas del cine de terror, todo bajo el sustento de la perdida y el dolor familiar, que es a la final el gran "demonio", el verdadero Babadook.
Aunque la fotografía de Radek Ladzcuk es fiel al estilo de este género, igualmente es un trabajo que destaca por el contraste, las sombras marcadas, los detalles y angulaciones para generar miedo, los reflejos y el muy acertado trabajo de cámara, que se puede especificar en la secuencia en la que Amalia, cae profundamente en sueño, desplazándose junto a la cámara, como muchas otras en el clímax de la obra. Aunque con diversas canciones, la composición principal de esta película está hecha por el australiano Jed Kurzel, que imprime las sensaciones que va a vivir esta familia, aunque funciona no es una banda sonora remarcable.
Con un excelente diseño de producción por parte de Alex Holmes, quien se encarga no sólo de ambientar esta realidad con tintes sobrenaturales, sino por la esencia y transformación de pesadilla que toman los espacios de la casa, obviamente sin dejar de lado su inspiración del expresionismo alemán y su Gabinete del Dr. Caligari y el Nosferatu de Murnau. Los efectos están muy bien logrados, aunque a la final no tienen mayor relevancia, ya que es lo cinematográfico, lo que mejor está desarrollado.
Es indudable que las actuaciones de Essie Davis y del niño Noah Wiseman complementan de la mejor manera los anteriores postulados técnicos, actuaciones que sin ser perfectas, si están dentro de los parámetros del género y no abusan de los estereotipos del mismo, por el contrario van tomando mayor fuerza a medida que la narrativa se hace más oscura, en cierta forma, sus actuaciones son las generadoras del miedo, del sobresalto, y eso hace más notorio su trabajo. Igualmente, tampoco es sorpresa que el fuerte de esta película, sean las actuaciones, ya que su directora también es actriz, como señalábamos al comienzo de este texto; tal vez las demás actuaciones sin quedan un poco al margen, y aunque es verdad, que la historia principal es la de Amelia y Samuel, tal vez se habría podido generar una historia paralela, para enfrentar la misma dinámica narrativa.
Una de las películas de terror que estaba esperando - el año pasado-, y que por fin tuve oportunidad de verla en los "estrenos" o lo mejor del 2015 en la Cinemateca Distrital; y afortunadamente, no sólo cumplió mis expectativas sino que se descubre a una interesante directora en el género de terror, que con los tópicos del mismo y uno que otro estereotipo, igualmente crea una obra sólida, de secuencias realmente interesantes, como la explicación sobrenatural a partir de los pops-ups del libro, varios recursos técnicos y los simbolismos del terror interno que cada uno tenemos. Un trabajo, que si bien está lejos de ser una obra maestra del género, si logra su cometido y está por encima de muchas otras películas no sólo del terror sino hasta del mismo cine de autor, género y demás.
Recomendable para quienes tiene una mente abierta a los nuevos estándares del cine de terror, y sus propuestas, desde una visión más particular.
Zoom in: Después de la película, se hizo una serie de copias del libro, en versión coleccionable por parte de la directora y del ilustrador Alexander Juhasz.
Exhibida durante el Festival de Sundance recibiendo las mejores críticas.
Montaje Paralelo: Terror Psicológico
Corte directo: Monster de Jennifer Kent
Escrita por la propia Kent, esta producción australiana, es más que una película de terror al uso, es un drama que tiene como excusa a este género para establecer un discurso sobre la maternidad, la ira y desesperación humana resumida en una figura sobrenatural.
Después de la violenta muerte de su marido, Amelia (Essie Davis) debe de cuidar a su inquieto, hiperactivo y ensimismado hijo Samuel (Noah Wiseman), niño de gran imaginación, que lucha contra monstruos y sueños; sin embargo, las pesadillas de este niño se harán tangibles cuando un extraño libro llamado El Babdook aparezca en su casa. Las alucinaciones y su errática conducta llevaran a esta familia no sólo a alejarse de los demás, sino a encerrarse en su propia trampa, El Babdook, la presencia oscura se ha instalado en la casa de Amelia y Samuel. Aunque lineal en su relato y con evidentes manipulaciones desde lo narrativo, el guión de Kent, más que una obra brillante es un texto inteligente, lleno de símbolos, percepciones femeninas y tensión psicológica que de desarrolla entre un humor logrado, miedo y las fórmulas del cine de terror, todo bajo el sustento de la perdida y el dolor familiar, que es a la final el gran "demonio", el verdadero Babadook.
Aunque la fotografía de Radek Ladzcuk es fiel al estilo de este género, igualmente es un trabajo que destaca por el contraste, las sombras marcadas, los detalles y angulaciones para generar miedo, los reflejos y el muy acertado trabajo de cámara, que se puede especificar en la secuencia en la que Amalia, cae profundamente en sueño, desplazándose junto a la cámara, como muchas otras en el clímax de la obra. Aunque con diversas canciones, la composición principal de esta película está hecha por el australiano Jed Kurzel, que imprime las sensaciones que va a vivir esta familia, aunque funciona no es una banda sonora remarcable.
Con un excelente diseño de producción por parte de Alex Holmes, quien se encarga no sólo de ambientar esta realidad con tintes sobrenaturales, sino por la esencia y transformación de pesadilla que toman los espacios de la casa, obviamente sin dejar de lado su inspiración del expresionismo alemán y su Gabinete del Dr. Caligari y el Nosferatu de Murnau. Los efectos están muy bien logrados, aunque a la final no tienen mayor relevancia, ya que es lo cinematográfico, lo que mejor está desarrollado.
Es indudable que las actuaciones de Essie Davis y del niño Noah Wiseman complementan de la mejor manera los anteriores postulados técnicos, actuaciones que sin ser perfectas, si están dentro de los parámetros del género y no abusan de los estereotipos del mismo, por el contrario van tomando mayor fuerza a medida que la narrativa se hace más oscura, en cierta forma, sus actuaciones son las generadoras del miedo, del sobresalto, y eso hace más notorio su trabajo. Igualmente, tampoco es sorpresa que el fuerte de esta película, sean las actuaciones, ya que su directora también es actriz, como señalábamos al comienzo de este texto; tal vez las demás actuaciones sin quedan un poco al margen, y aunque es verdad, que la historia principal es la de Amelia y Samuel, tal vez se habría podido generar una historia paralela, para enfrentar la misma dinámica narrativa.
Una de las películas de terror que estaba esperando - el año pasado-, y que por fin tuve oportunidad de verla en los "estrenos" o lo mejor del 2015 en la Cinemateca Distrital; y afortunadamente, no sólo cumplió mis expectativas sino que se descubre a una interesante directora en el género de terror, que con los tópicos del mismo y uno que otro estereotipo, igualmente crea una obra sólida, de secuencias realmente interesantes, como la explicación sobrenatural a partir de los pops-ups del libro, varios recursos técnicos y los simbolismos del terror interno que cada uno tenemos. Un trabajo, que si bien está lejos de ser una obra maestra del género, si logra su cometido y está por encima de muchas otras películas no sólo del terror sino hasta del mismo cine de autor, género y demás.
Recomendable para quienes tiene una mente abierta a los nuevos estándares del cine de terror, y sus propuestas, desde una visión más particular.
Zoom in: Después de la película, se hizo una serie de copias del libro, en versión coleccionable por parte de la directora y del ilustrador Alexander Juhasz.
Exhibida durante el Festival de Sundance recibiendo las mejores críticas.
Montaje Paralelo: Terror Psicológico
Corte directo: Monster de Jennifer Kent
Interesante lo que dices de la peli. A mí me gustó, aunque no consiguió seducirme del todo la trama.
ResponderEliminar¡Saludos!
Un saludo igualmente, es por lo menos una película que toma otros caminos del género
ResponderEliminarGran pelicula. Muchos de esos autodemominados maestros del terror podrian aprender algo de esta joya
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