18 ene 2016

Hamlet se mete a hombre de negocios: Hamlet según Kaurismaki


                                     "El mundo está desquiciado, ¡vaya faena haber 
                                      nacido yo para tener que arreglarlo!"
                                                                                                      Hamlet


Segunda película que reseñamos del cineasta finlandés Aki Kaurismaki y quinta que vemos de su filmografía; director esencial no sólo de su país sino de Europa en general, por sus relatos llenos de humor negro, extravagantes personajes y en el caso de sus primeras obras, (re) adaptaciones de los clásicos de la literatura mundial. Este graduado de la universidad de Tampere, que ha trabajado en asocio con su hermano Mika, -que también es cineasta-, y con quien creó el Midnight Sun Film Festival, es un director que emulando a Bresson, aplana y quita toda emoción a sus actores, pero a la vez los dota de cierta inocencia, generando esas únicas actuaciones que se complementan por sus historias con tono irónico y marcadas por el rock and roll, como sucede en su tercera producción, que toma al Hamlet de Shakespeare, y lo traslada al Helsinki de finales de los años 80.


El guión de Kaurismaki es una libre y moderna adaptación del Hamlet, en tono de humor, drama y venganza, en la que el príncipe, el poder político y la retórica han sido sustituidas por un seco, violento e infantil accionista al que no le importa sino su propia suerte, un Hamlet de maneras brutales,  que traiciona y engaña a los suyos encarnado por Pirkka -Pekka Petelius, e igualmente donde veremos a una Ofelia depresiva (Kati Outinen, actriz fetiche de Kaurismaki) y demás personajes, propios de tal obra, pero con la ironía del estilo de este director. La película mezcla la estructura de la obra literaria, con el estilo del cineasta y cierto aire noir, que está presente dentro la narrativa, sin olvidar los aspectos "sobrenaturales", el fantasma del padre de Hamlet  y demás referentes que sintetizan a la final, una película de traiciones y amores no correspondidos.

Con algunas resoluciones bastante inteligentes, como la obra de teatro que explica el asesinato del padre de Hamlet, el humor absurdo y las obvias críticas al capitalismo, hombres de negocios y demás, la película juega a romper los moldes de la obra original.


Como en todas las películas de Kaurismaki, la fotografía está encabezada por el también finlandés Timo Salminen, que diseña una fotografía con tintes expresionistas - aunque mas ligados al noir-, con un marcado grano, contraste y sombras; si bien, es una película de planos largos en algunas secuencias, también es una obra que se arriesga a manipular la cámara tanto en su forma narrativa, como en su expresión frente a las sensaciones de los personajes. Salminen, logra expresar a través del blanco y negro, no sólo una estética propia del (neo) noir sino toda una percepción moral que estos personajes van mostrando en cada secuencia.

Frente a la música, como suele suceder en la obra de Kaurismaki, es vital el trabajo sonoro, que funciona casi como otro personaje;  artistas y géneros que se unen para acompañar los sentimientos y acciones de los personajes que transitan por su obra; en este caso Elmore James, Shostakovich y grupos de rock finlandeses. Frente a este punto podemos destacar la secuencia en la que Hamlet mata a Lauri, (Hamlet lo golpea con una radio mientras en esta empieza a sonar un twist )y otras más, que le dan ese aire tan particular al cine de Kaurismaki.

  
   
Si bien las actuaciones en el trabajo de Kaurismaki se apocan por el estilo de éste, igualmente resultan importantes las interpretaciones de Petelius, Kati Outinen y de Esko Salminen, aún así Petelius, es quien se lleva todo el peso dramático con su apariencia frívola, descuidada y totalmente ajena a un héroe o a quien emula.

Aunque no es la gran obra del finlandés, y en algunos puntos queden demasiado forzadas las representaciones estéticas de los personajes,  de las acciones y del tono narrativo, el humor de ésta, la música y la fotografía del Salminen, hacen de la misma, una obra interesante, con escenas inolvidables, que asume un disfraz de neonoir con inspiración shakesperiana, y el particular humor de este cineasta con ideas comunistas, que critica a la sociedad finlandesa y cierta desazón que elucubra a través del rock y su negro humor.

Zoom in: Película intermedio entre su trilogía del proletariado y de Helsinki

Montaje Paralelo: Shakespeare 


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