2 abr 2015

Noche y Niebla: La tranquilidad de la crueldad


                                           "La guerra deja ardua herencia de guerras."
                                                                                   Guglielmo Ferrero

Alain Resnais, fue otros de los grandes representantes de la Nueva Ola francesa, por sus revolucionarios manejos del montaje, narrativa experimental y la misma fotografía; cineasta que junto a Godard y Truffaut, marcaron una diferencia en el lenguaje cinematográfico de la época, y que aún influye en diversas pretensiones estéticas de la imagen. Resnais, montajista en sus inicios,  cercano a la obra de Chris Marker y la Rive Gauche, -a la que pertenecieron Marguerite Duras y Agnes Varda-, también tuvo en la década de los 50, un contacto directo con el documental, género en el que se apropió de un estilo propio, influido por el mismo Marker, y las innovaciones que se estaban dando en las diversas corrientes cinematográficas de Europa. Estos documentales, que con el tiempo se han convertido en verdaderos referentes y clásicos, por el uso descriptivo pero poético de los acontecimientos puestos en escena, voz en off , que sustenta las ideas, pensamientos del autor.

Aunque, no es la primera vez que escribimos sobre la obra de este director, sí es el primer documental que reseñamos de este autor, y posiblemente sea, el más importante, no sólo por la calidad del trabajo sino por los documentos, y lo que representó en su momento - que aún lo hace- este documental de imágenes de archivo que hicieron y guardaron los Nazis. Noche y Niebla, título que viene del decreto firmado por Wilhem Keitel, es el trabajo que vamos a reseñar, y uno de los títulos fundamentales del documental "moderno".


Escrita por el poeta francés Jean Cayrol, quien estuvo prisionero en los campos de Concentración Nazi, convirtiendo su experiencia en la narración de esta obra, de la que se anota que también Marker colaboró con la escritura o la esencia cinematográfica de ésta. El texto, que retrata con dureza, ironía y a la vez, con la impecable delicadeza de quien estuvo presente; los actos de sistemático exterminio que se "vivieron" en los Campos de Concentración, en esos sitios, en como cita el texto, ahora la "gente se toma fotos para el turismo". Las imágenes tomadas directamente de archivos nazis, fotografías recuperadas de los mismos implicados, nos van mostrando de forma consecuente, como esta atrocidades, conocidas por propios y extraños, se iban diversificando y engrandeciendo, con el paso de la guerra; el documental, sin caer en una denuncia directa, si nos dice de forma somera, que todos fuímos - la sociedad de la época- responsables de esta situación, y es obviamente junto a todos estos archivos, la gran valía de este trabajo.

El documental mezcla las imágenes de archivo con algunas que rodaron directamente sobre los campos una década después por parte de Ghislain Cloquet y Sacha Vierny, que se acomodan a la narración de Michel Bouquet, voz, que al igual que en los trabajos de Marker y del mismo Resnais, es neutra, pasiva, descriptiva, y aún así guarda una profunda sensación de conciencia  y sinceridad no sólo sobre lo que está pasando sino en lo que cree, quien escribió tales textos.

Con unos travelling pausados en color que contrastan directamente con las imágenes encontradas en blanco y negro, fotografías y demás, que describen la tragedia - la irreconocible tragedia en ese momento- de lo que sucedió en tales sitios, ahora devastados por el olvido e indiferencia, que crecen junto a la maleza y el óxido de estos espacios de muerte.




Con un aire de lirismo que confronta la atrocidad de las imágenes, este ensayo en movimiento, nos acerca a esos diez años, desde el advenimiento del nazismo hasta la liberación de los prisioneros, de una demencia colectiva, avalada por el poder y por esa inestimable capacidad del hombre de llevar la crueldad a los puntos más altos, de una naturaleza que parece estar destinada al fracaso y la destrucción, y este traba, esta imágenes, en parte ponen en escena tal naturaleza.

Un documental, no sólo recomendable sino necesario, para, como dice la popular frase, no repetir nuestro pasado, además de reconocer una forma de contar tal situación, y obviamente por que este trabajo, está avalado y reconocido como parte fundamental de los Derechos Humanos y de la historia.

Zoom in: Premio Jean Vigo: Gran premio de la Academia francesa
BAFTA: Nominada al Premio ONU
El título Nuit et Brouillard (Noche y niebla) hace referencia al Decreto Nacht und Nebel del 7 de diciembre, firmado por el mariscal Wilhelm Keitel.

Montaje Paralelo: Nazismo




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