ser humano promedio si la frecuencia de oscilación
está comprendida entre 20 Hz y 20000 Hz"
Primera película sonora de Dziga Vertov (Denís Abrámovich Káufman), en la cual el director
ruso - nacido en Białystok, ahora Polonia-,
estandarte de la vanguardia cinematográfica, no sólo explora sino que sigue
experimentando a través de diversas técnicas, lenguajes y apropiaciones, este iniciático desarrollo sonoro que va a funcionar dentro del
género documental y su misma ideología. Este revolucionario de la
cinematografía soviética, que como muchos de sus compatriotas, vieron el potencial estético, narrativo y conceptual del montaje; pone en práctica estas ideas, aplicándolas al sonido, en este caso el sonido directo, que va a representar un gran cambio tanto en su forma como en su misma función dialéctica. Todo este trabajo que inicia desde 1919, junto a su esposa, hermanos y otros jóvenes cineastas, no sólo se empieza a consolidar como referente teórico sino como parte esencial de la practica, que va dar como resultados noticiarios fílmicos y una serie de documentales donde destacan The man with the movie camera, y Entusiasmo..., la película que vamos a reseñar.
Esta película con fines propagandísticos o afianzada a los ideales políticos de ese momento, es en cierta forma la contraparte o complemento sonoro de El hombre con la cámara de cine; Vertov, fiel a sus ideas, pone al sonido, a esta naciente técnica en toda su consideración, en su capacidad de romper con las imposiciones, para abrir nuevas concepciones, como lo hizo habitualmente en su cine.
Este ejercicio que mezcla lo visual, lo sonoro, el montaje y lo "materico" como avala Eugeni Bonet, al poner en escena el "papel" - el performance, los materiales y el uso de los equipos técnicos, como parte de la misma consecución audiovisual. Vertov, continúa en esa exploración narrativa, que se puede ligar a la sinfonía urbanas, donde empieza a enlazar esos manejos del tiempo, del ritmo y del contrapunteo, ya no sólo a nivel visual sino complementado por lo sonoro .
Aunque la obra de este director ruso, fue relegada por sus coetáneos, cayendo en el olvido y desplazado a realizar sólo noticiarios de poco interés, el trabajo de Vertov, es tan importante, -y personalmente, el más importante- en el contexto de esa evolución contaste que se estaba dando en esa década y situación socio-política.
Un trabajo de gran importancia, que influyó tanto en las vanguardias que se generaron décadas después, y aún al día de hoy, donde estas experimentaciones técnicas y formales no sólo afectaron de forma positiva al documental sino al cine en general.
Es indiscutible, que el manejo de los sonidos industriales son impecables y que la expresividad de éstos, fueron en ese momento una novedad, pero una novedad incomprendida por el poder, y alabada en el exterior, por personajes como Chaplin, y redescubierta por Godard o Peter Kubelka en plena revolución audiovisual.
Ver película: Enthusiasm: Symphony of the Donbass
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