Durante los años 80, en Ghana y otras regiones africanas, el cine se minimizaba a un televisor y un vhs, que de forma itinerante iba recorriendo estos pueblos, donde difícilmente podían acceder tanto al cine como al reproductor de cintas; este negocio que fue fructífero durante esta década, también dio paso, a que los artistas locales, ilustradores populares, no sólo crearan esta piezas de mercadeo sino que las convirtieron es su forma de interpretación de películas - que muchas veces no vieron- generando un nuevo contexto; estos avisos que pueden ser vistos con humor o hasta desprecio, son realmente expresiones populares de una época y de una región, y en esos puntos, radica su valía.
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