10 ago 2014

Mud: Tom Sawyer moderno


                                        "Para Adán, el paraíso era donde estaba Eva."
                                                                                                      Mark Twain
      
Segunda película que tenemos la oportunidad de reseñar del cineasta estadounidense Jeff Nichols, quien en su corta pero productiva carrera, ha entregado tres largometrajes de excepcional calidad, bien recibidas por la crítica y público, consideradas, como pequeños clásicos modernos del cine independiente americano.

Nichols, que además de dirigir y escribir sus propios guiones, también es un realizador que ha puesto en escena a ese "otro" Estados Unidos, retratos de la Norteamérica (USA) rural y cercana a los mundos de Mark Twain y del propio Sam Shepard -que actúa en la película-; estos elementos han hecho que el cine de este director nacido en Arkansas, sea celebrado y reconocido tanto en festivales internacionales como por el público en general, tanto por su singular estilo, historias universales y cuidados personajes, dando pie a grandes interpretaciones que complementan el universo Nichols, donde la familia y los sucesos inesperados son base fundamental de su narrativa.

Nichols (izq.) junto McConaughey revisando el guión
Con guión del propio Nichols, quien toma elementos de su  vida (juventud), del Tom Sawyer de Mark Twain e influenciado por la película Lone Ranger; este cineasta nos presenta el final de la inocencia, la amistad y sobre todo, hombres que aún creen en el amor por encima de la razón.

Mud nos ubica en el sur de los Estados Unidos, exactamente en De Witt, Arkansas, donde dos jóvenes de 14 años han encontrado un bote estrellado en medio de una isla aparentemente desierta, sin embargo se dan cuenta que allí vive un hombre misterioso y solitario que responde al nombre de Mud (Mathew Mc Conaughey), que necesita comida y espera a su novia; el lazo de amistad entre los jóvenes y este hombre, se hará cada vez más cercano; pero detrás de la apariencia tranquila de Mud, se esconde un gran secreto, uno que no sólo lo unirá a Ellis (Tye Sheridan) sino que será en cierta forma, su  camino a la madurez, en este caso del propio Mud y del joven protagonista.

Pero esta película, es mucho más que una aventura juvenil de amistades y primeros amores - únicos y obsesivos-, es una reflexión sobre el transito a la madurez, sobre la familia y más que nada un retrato sobre lo que nos hace humanos, la imperfección y la búsqueda de cierta felicidad, cargada de problemas, rabia y pequeñas satisfacciones. 



La lograda fotografía de Adam Stones - cinematógrafo habitual de Nichols y parte de su grupo de trabajo- no sólo se destaca por una buena técnica sino porque acentúa y hace parte de la misma narrativa, fotografía naturalista, que vira hacía los colores cálidos - principalmente en la isla- y que se apropia del mismo paisaje que juega con diversas colorimetrías y temperaturas tanto en los tiempos muertos como parte de la misma historia; aunque Stones, es en cierta forma un novato en la industria, ya parece tener una identidad, que perfectamente puede estar asociada al sur estadounidense y a lo rural, con toda la estética que esto conlleva. 

Otro habitual en el trabajo de Nichols es David Wingo, quien ha compuesto la música para sus últimas dos películas, música con cierto aire nostálgico, y en este caso cercana al rock sureño y al postrock, que no sólo funciona dentro de la narrativa sino que marca a cada uno de los personajes; Wingo nos ubica espacialmente a través la música y como progresión de la historia; sensaciones y sentimientos al ritmo de sus cuerdas, distorsiones, armonías y otros detalles que empalman perfectamente con un montaje pausado, lineal y coherente por parte de Julie Monroe.


Un punto aparte, y uno de los grandes logros de esta producción son las actuaciones de McConaughey, del debutante Tye Sheridan, de Sam Shepard y - aunque menos importante en esta ocasión- del actor fetiche de Nichols: Michael Shannon; cada uno, en cierta forma juega como arquetipo masculino pero con una marcada personalidad, principalmente los papeles de Mud y Ellis, que son caras de las misma moneda; pero en definitiva es la actuación de McConaughey la que se lleva los aplausos, y que ha demostrado su capacidad en las últimas producciones en las que ha participado, considerándose uno de los mejores de su generación con la ayuda de uno que otro premio, como el Oscar y críticas muy favorables. Obviamente todo esto sumado a una impecable puesta en escena y diseño de producción, que hace mucho más notorio e interesante el trabajo de estos actores.


El trabajo de Nichols, se ha hecho fundamental en los últimos años, sus tres películas han tenido el favor de la crítica y del publico, con las últimas dos - que son las que he visto - ha marcado un estilo propio del cine sureño - si se le puede dar esa categoría-, obras "sencillas" en su narrativa que reflejan la naturaleza humana, donde existe cierta rudeza, códigos morales y amores tan ciegos y sinceros como los sentimientos de estos personajes. Además existe cierta particularidad en las películas de Nichols, y es que lo improbable, las mentiras o en lo que cree ciegamente el personaje, se termina revelando como parte de la narración y de su propio elemento estructural, como parte de su propia personalidad; su obsesión hace creíble este viraje narrativo, y más importante aún, ésto es lo que hace del cine de Nichols, especial y que algunos - entre los que me encuentro- lo consideren como uno de los mejores cineastas independientes americanos.


Zoom in:  Aunque fue realizada en el 2012, el guión de esta película tuvo su origen a principios del año 2000, y Nichols, siempre tuvo a McConaughey, como el actor ideal para esta película, o mejor en palabras del director, escribió este guión pensando en este actor.
Sección oficial de largometrajes en Cannes
Top Ten a mejor película independiente de ese año por parte de la NBR
Nominada y premiada en diversos festivales principalmente por mejor actuación y dirección

Montaje Paralelo: Beast of the southern wild (2012)  - Undertow (2009) - Black Snake Moan (2006)

Web: http://mud-themovie.com/


2 comentarios:

  1. Bella y algo complicada historia con lejanos ecos de Mark Twain. Matthew Mc. y S. Sheppard están bien pero el adolescente Tye Sheridan (auténtico protagonista en su periplo iniciático a la vida en la América profunda) se los zampa tan ricamente. Aunque el final no es muy convincente, el río como metáfora de la vida que no acaba es hermoso, siempre hermoso.

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  2. totalmente de acuerdo, creo que en el clímax es donde el trabajo se siente más ajeno, y esa metáfora sobre el río, es la mejor descripción para este largometraje, un saludo

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