9 jun 2014

1er Italcine: Il papá di Giovanna/ El padre de Giovanna


                                                     "Un padre vale por cien maestros."
                                                                                       George Herbert 

La cuarta y última película que tuvimos oportunidad de ver en Italcine fue El papá de Giovanna, trabajo del polifacético director italiano Pupi Avati, a quien se le puede vincular con el cine de fantasía y horror, sin embargo este guionista y productor ha realizado las más diversas obras cinematográficas. Este amante del jazz, que estudió Ciencias Políticas, se ha caracterizado por un cine de pequeños presupuestos, discretas pero logradas ambientaciones y una obra constate que con sus tropiezos y fracasos también ha estado marcada por los premios, reseñas y muestras en festivales. Aunque Avati, quien realmente responde al nombre de Giuseppe, no es un director con demasiado reconocimiento internacional, si goza de cierta popularidad en Italia.

Desafortunadamente, otra de las películas que fueron afectadas por: o la mala calidad de las cintas (estaban en 35mm) o por cuestiones técnicas de la Cinemateca, ya que los últimos minutos - por lo que no pude ver el final- quedaron sin sonido. Más allá de la crítica o la queja frente a este incidente, es una recomendación para futuras muestras.


Escrita por el propio Avati junto a su hermano Antonio, esta película nos ubica en pleno fascismo italiano - exactamente 1938- donde el profesor Michele Casali (Silvio Orlando), deberá enfrentar una compleja situación, su hija, una adolescente con problemas mentales, está acusada de matar a su mejor amiga, pariente lejana del Duce; la hija de Michele, será internada en un manicomio y éste se alejará de su mujer, amigos, trabajo para dedicarse a su única hija, el lazo paterno parece ser mucho más importante que la razón. 

Ambientada en Bolonia, esta historia dramática se la juega por el desmesurado y en cierto sentido, obsesivo amor paternal, en una de las épocas más complejas y contradictorias como lo fue el fascismo; Avati, se vale de esta situación para forzar mucho más el apego entre padre e hija y obviamente el melodrama que no sólo es previsible por los estragos de la guerra sino por la misma relación de estos personajes.


Con una narrativa lineal, austera en su progresión dramática, esta película se basa mucho más en las actuaciones, principalmente las de Silvio Orlando - ganador a mejor actuación en Festival de Venecia y David di Donatello-y Alba Rohrwacher quien interpreta a Giovanna; además de las pequeñas historias que se entretejen entorno a padre e hija, el rechazo de la madre de la joven, el amor secreto del mejor amigo de Michele, que siente por su esposa, la falta de comida y dinero, todo está perfectamente calculado para que sintamos empatia por el padre y extrañeza frente a la hija, pero en ningún momento se genera un rechazo frente a cualquiera de los personajes, es el fascismo - alejado, casi una sombra- el verdadero enemigo o antagonista. 

Técnicamente, es una película acertada, coherente, que si bien, no toma mayores riesgos, es porque se ajusta a sus propias limitaciones; aun así, tiene un buen trabajo fotográfico por parte del oficioso y constante cinematógrafo Pasquale Rachini, el cual crea una iluminación sobria, naturalista, que en gran parte del metraje se decanta por los exteriores o por espacios iluminados, aunque pueda parece un poco plana el manejo de la luz, es una fotografía que se amolda a la ambientación y al entorno que se está viviendo. 



A pesar de su interesante premisa y contexto histórico, la película se diluye entre los ires y venires del padre de Giovanna, la relación con la madre de la joven y el estancamiento de la historia, ya no en la culpabilidad de la joven, sino en la locura que ésta presenta, en cierta forma su narración es tan simplista que le quita peso a ésta.

Aunque, no creo que sea una mala película, si fue la que menos me gustó de este primer Italcine, su falta de sorpresas y engranaje argumental, justificando cada situación entorno a padre e hija, afectan no sólo a la narrativa sino que hacen de ésta una película demasiado correcta, sin matices o sombras, ésto es notable aún en la fotografía y en la concepción de los personajes.

Su premisa, primeros minutos y principalmente la actuación de Silvio Orlando, son los elementos más rescatables de esta obra dirigida por otro interesante pero desconocido cineasta como Pupi Avati - para los que nos interesa el cine de terror y fantasía-.

Zoom in: Nominada y ganadora de varios premios principalmente por las actuaciones de Silvio Orlando y Alba Rohrwacher.

Montaje Paralelo: María y yo (2010) - La vida es bella (1997)


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