25 mar 2014

Zero Dark Thirty: Misión Osama


                                                          "El fin justifica los medios"
                                                                                     Maquiavelo


La carrera cinematográfica de Kathryn Bigelow, se puede reducir a nueve largometrajes en veinte años de carrera, sin embargo, con sus últimos trabajos, esta atípica directora no sólo se ha puesto en la cima de los cineastas estadounidenses, sino que ha levantado cierta polémica, por sus películas belicistas, llenas de acción controlada y realista, con un dejo a patriotismo y propaganda estilizada como sugiere algún texto de Zizek. 

Bigelow, artista plástica de formación y cineasta por vocación, se ha caracterizado por su cine de acción, donde su visión femenina se mezcla perfectamente con la testosterona de sus puestas en escena, guión y particulares personajes, difíciles de catalogar moralmente y mucho más en sus percepciones de vida o acciones.

Si bien es cierto, que de esta directora conocía un par de películas, principalmente, Días Extraños (una de mis favoritas) y Point Break (y sus complejos personajes), es a partir de Hurt Locker, que vemos una firma, un sello personal de esta realizadora influenciada por directores americanos y aún de la experiencia de James Cameron (con quien estuvo casada).

La directora nacida en San Carlos, California ha firmado algunos de los guiones de sus películas (sus tres primeros trabajos), y ha estado en la producción de las últimas tres que ha dirigido, todas con cierto corte belicista y basadas en hechos reales. 


K. Bigelow (der.) dando indicaciones a dos actores 
Mark Boal, el guionista de esta película, se ha convertido en una especie de cronista de la Guerra en medio oriente, este periodista que además escribió los guiones de The Hurt Locker y en el Valle de Elah (Paul Haggis), nos introduce en todo el proceso y la misión para capturar o matar a Osama Bin Laden, todo bajo la visión de la agente de la CIA Maya (Jessica Chastain).

La película inicia con una de las escenas, que más polémica ha levantado en lo últimos años, secuencia de tortura y justificación de ésta frente al terrorismo, que como dice Zizek, en una nota publicada en 2013: "La "normalización" de la tortura en Zero Dark Thirty es un signo que nos vamos acercando el vacío moral. Si tienen alguna duda sobre ello, traten de imaginar una gran producción de Hollywood que represente la tortura de forma similar hace 20 años. Es impensable." (1)


En cierta forma, estamos viendo la transformación, la transición de la agente Maya, en este proceso de capturar a Bin Laden, el espionaje, los cuestionamientos sobre los métodos, traiciones y demás, que marcan este filme de suspenso, en donde la gran protagonista y reflejo mismo de las complejidades de la guerra, se encarna en el papel de Jessica Chastain, quien logra una más que convincente agente de la CIA, ensimismada en sus propias convicciones. Un excelente papel, de una actriz que cada día se hace más nombre en la industria, y que por esta actuación recibió las mejores críticas, nominaciones, Oscar a mejor actriz incluido. 


Bigelow y Boal, forman una historia, que si bien está marcada por el género de acción, no niega sus intereses dramáticos, que en definitiva transita por ese camino del realismo bélico y el patriotismo con fines propagandísticos, que no sólo se hacen presentes en la historia o en la misma concepción de la película, sino en varios fotogramas, y el simbolismo mismo de ésta, que se encarna en la piel de la bella Jessica Chastain, que finalmente es una síntesis de las mismas percepciones de la guerra en oriente, y por que no decirlo, de las mismas ideas de Bigelow, que pone en Chastain sus mismas preocupaciones y posicionamiento en la industria - Bigelow, es la primera mujer en ganar un Oscar, con su película de Hurt Locker-.

La película, que se imbuye en la minucias del proceso de atrapar a Bin Laden, y ya sabiendo de antemano lo que sucedió, no le resta al pulso narrativo de la directora, por el contrario ésta, utiliza los pequeños detalles para acercarnos mucho más a Maya, y asumir la mirada de ésta, y de lo que significó este suceso para la psique y seguridad estadounidense. 


Con la realista y compleja cinematografía, del hasta hace poco fotógrafo independiente Greig Fraser, australiano que con pocos largometrajes en su haber, ha realizado una serie de trabajos audiovisuales, que van desde el documental hasta el videoclip, y que en esta película, toma varios riesgos no sólo por la oscuridad del desierto sino por la misma concepción de este largometraje. Fraser, quien, cámara en mano realiza la secuencia final, en donde además de utilizar dispositivos leds infrarrojos -autorizados únicamente para el ejercito estadounidense- se sumerge en la oscuridad total del espacio que rodea la fortaleza donde se ubica Bin Laden; en el resto del metraje, se decanta por una fotografía plana y bastante cercana al documental, sin perder la estética, composición y fuerza tanto con luz natural como con la artificial.

Como ha sucedido últimamente, el nombre de Alexandre Desplat, se vuelve a citar en este blog, el compositor francés, se apega fácilmente al contexto del largometraje, creando una banda sonora fiel al dramatismo, suspenso y contradicciones del personaje principal, Desplat recurre a la Orquesta Sinfónica de Londres, para generar ese aíre que se filtra entre la desazón y la violencia contenidas en Jessica Chastain, y el Afganistán creado por Bigelow.



A pesar de las polémicas y cuestionamientos que se han generado alrededor de la película, Bigelow logra dirigir una obra más que interesante, que si bien es obvia su posición pro-estadounidense, no le quita sus virtudes técnicas, principalmente en la fotografía y montaje, elementos que siempre funcionan en los trabajos de la directora californiana, y que en esta ocasión se suman a un guión inteligentemente construido y una dirección en donde se proyectan las cualidades e intereses de Bigelow, que en definitiva, con ésta y su anterior película, se ha ido convirtiendo en una de las realizadoras más importantes y solicitadas por la industria, por su estilo, acción y temas políticos, que funcionan perfectamente para la crítica, público y para levantar polémicas, que finalmente para la cultura popular se termina transformando en cifras económicas y de espectadores.



Zoom in: Nominada en cinco categorías en los Oscar

Montaje Paralelo: The hurt Locker (2008) - The manchurian candidate (2004)



5 comentarios:

  1. Bigelow filma admirablemente, pero no puedo evitar con esta película aquello de que "el patrioterismo es el último refugio de los canallas". Me sucede lo mismo con "Argo" y con "Monument's men" de Clooney. Con la diferencia de que esta última, además, me parece una película rotundamente mala. Las otras no.

    Cordiales saludos

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  2. Si totalmente, es puro patriotismo; pero muy bien filmada y con gran pulso narrativo; yo frente a Monument´s men, más que diferir, la veo como un trabajo casi humorístico de los años 50, que no debe ser tomada demasiado en serio - eso sí, es de las películas más flojas de Clooney-; en definitiva para que una película me parezca mala, la debo de odiar profundamente y con Monuments Men, digamos que fue entretenimiento vació, con un tema que desconocía, y tal vez por eso, por lo menos me pareció interesante, un saludo.

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  3. Curiosamente las tres películas tienen a Alexandre Desplat, en la banda sonora, un francés que parece conocer a la perfección el cine bélico americano

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  4. Debo aceptar que a mí el asunto de ver la película como una descarada propaganda americanista hace que no pueda fijarme en nada más. No me sucedió tanto con "The hurt locker" que independientemente de lo pro-americano pues tiene su toque thriller y todo, pero es que en este caso, a tan poco tiempo de un hecho tan controversial como fue la muerte de Osama Bin Laden, me resulta bastante insoportable.
    No conocía el texto de Zizek al respecto pero me lo leo ahora mismo.
    Saludos.

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  5. Eso es cierto, cuando la trajeron en cine, realmente me dio pereza verla, por todos los debates y polémica que venía detrás de este trabajo, ya pasado un tiempo, uno se puede tomar esta película, como un buen producto audiovisual, y con ese latente patriotismo, el texto de Zizek es bastante interesante. un saludo

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