"Toda convicción es una cárcel."
Friedrich Nietzsche
La Gorgona Historias Fugadas, fue el tercer documental que se tuvo la oportunidad de ver en el Auditorio Fundadores de la Universidad Central con la presencia de la guionista Carol Ann Figueroa, parte del equipo de este documento audiovisual dirigido por el realizador Camilo Botero, quien con sus anteriores trabajos documentales, ha recibido varios premios y reconocimiento internacional.
Documental que en setenta y tres minutos, nos muestra varias historias que sucedieron en la cárcel de La Gorgona, prisión que estuvo abierta durante veinticinco años y, en la que el encierro, el aislamiento configura estas historias de pocos fugados, mucha violencia y donde la muerte no sólo estaba disfrazada de enfermedades tropicales y serpientes venenosas, sino de soledad y venganzas personales.
El director Camilo Botero (der.) junto al sonidista L.J Ángel (fotos tomadas de la página oficial del documental)* |
Trabajo audiovisual que
nace a partir de la investigación y tesis de grado de Silvia Luz Gutiérrez (un
reportaje -libro- llamado Memorias de la Isla prisión Gorgona) y que se verá
comprimido en este documental, dirigido por el antioqueño Camilo Botero, quien
además se encarga de la edición y montaje, fotografía y producción general; el
guión está escrito por Carol Ann Figueroa, quien genera la estructura y
concepto de este largometraje de múltiples historias que giran alrededor de la
isla- prisión.
Aunque el documental tomó alrededor de 2 años de trabajo (desde la pre hasta posproducción), es un trabajo que perfectamente tiene a cuestas una década de proceso, y que finalmente el 15 de julio del 2011, el equipo de producción pudo viajar a la isla de Gorgona para realizar el rodaje con los pocos elementos que se conservan de la ya desaparecida prisión; cinco semanas de rodaje, en las que el sonido, entrevistas, ilustraciones, fotografías y demás elementos de producción se fueron conformando en esa estructura que es, este documental que mezcla entrevista originales de quienes estuvieron en la prisión - tanto trabajando, como prisioneros o de paso- de la fauna que se ha ido apoderando de ésta, animaciones y los sonidos de la ahora paradisíaca y turística isla.
La Gorgona, historias
fugadas, es un documental que logra interpretar visualmente los textos de
la investigadora y periodista Silvia Luz Gutiérrez, quien es la que
finalmente se decide en buscar a un director que se le mida a este proyecto, y encuentra en
el realizador antioqueño a alguien que no solo logre traducir (al lenguaje
cinematográfico o documental) su investigación sino a un grupo de trabajo, que
a través de diversas líneas narrativas y técnicas, conforman este audiovisual
que sabe empatar perfectamente las animaciones e ilustraciones de
Alejandra Estrada, Jorge Mario Ramírez y Catalina Trujillo junto a la
fotografía y cámara del propio director y el trabajo sonoro de Luis
Jaime Ángel; elementos audiovisuales, narrativos y metafóricos que le dan a este documental
un tono de búsqueda de un lenguaje cinematográfico claro, creativo y universal,
apostándole a los criterios estéticos y fílmicos de este grupo de trabajo que a
través de sus propios esfuerzos, premios, becas y demás aprendizajes, finalizan
este largometraje donde la imagen narra, el protagonismo es de voces
anónimas y nos muestran el mito de una cárcel que, como
el documental está lleno de pequeñas, fugaces/fugadas historias.
Aunque, el Festival ya
finalizó, y aún no he escrito sobre los otros documentales, principalmente los
colombianos, este fue el documental colombiano (de los tres que vi) que
más me gusto, no sólo por la animaciones, historia o manejo de las metáforas
visuales, en las que la fauna de la isla asumen el papel de los presos y
sus historia, además el uso de lo textual (intertítulos)
para reemplazar a un narrador, y en otros casos a la misma voz
"presencial" o testigo de un hecho, es un elemento que aunque
dificulta ciertas apropiaciones con la narrativa (en este caso con las historias
que sucedieron), también genera otro tipo de narrativa y
comunicación, que más allá de funcionar o no, se adecua como recurso
audiovisual, y dentro de la semántica fílmica, genera otras opciones y
lecturas.
Tal vez, el único elemento que se puede (o le puedo criticar) a este trabajo, es la música, la cual sin restarle su calidad o composición, es demasiado neutra, y no nos llega a ubicar ni espacialmente ni en las sensaciones de agobio y desazón que se percibe no tanto en las imágenes sino en la idea que se tiene de la Isla/prisión, es en cierta forma, como si la música no empatara con el tono del documental; sin embargo, a la música e interpretación de Mauricio López, no se le pueden quitar sus atributos, que para mí (y es sólo una opinión demasiado personal) no encajan en la atmósfera de este muy logrado documental, sobre uno de los mitos y construcciones más polémicos, de la llamada Alcatraz colombiana, en donde la violencia y abusos se mezclaban con el paraíso de agua, que era su límite a la libertad.
Zoom in: El documental participó en el Festival de Cine de Santiago SANFIC9, donde fue elegida como Mejor película de la sección Work In Progress Latinoamericano; en el Festival de Cine Colombiano de Medellín y en el Festival Internacional de Cine de Barichara. Además, ganó el Premio de Posproducción del ALBA ‘Nuestra America Primera Copia en el 34 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana (2012).**
Durante el proceso de producción, el equipo de trabajo encontró un material en 35 mm, de los inicios de la cárcel, material que utilizaron en el documental.
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