6 nov 2013

15 MIDBOG: Partes de una familia



                                      "El encanto del matrimonio es que provoca 
                                       el desencanto necesario por las dos partes."
                                                                                             Oscar Wilde

El artista visual, fotógrafo y cineasta mexicano, radicado en Holanda Diego Gutiérrez, ha realizado varios documentales, y es el fundador de una iniciativa artística llamada El Despacho, que conjuga el arte (visual) con el documental y la realización, tanto de directores méxicanos como de otros países. Este realizador graduado de la UNAM de México y de la Rijksakademie van Beeldende Kunsten y en el Binger Filmlab en los Países Bajos, ha ganado varios premios internacionales y ha expuesto sus materiales en diversos países, además de coordinar talleres y proyectos del género documental.

Este largometraje que hacía parte de la sección "Muestra de Muestras", ganador del Premio FIPRESCI del XV Festival Internacional de Cine Documental de Tesalónica, Grecia 2013, fue el sexto documental que tuvimos la oportunidad de ver en la Cinemateca Distrital, y uno de los documentales que pertenecen a esa categoría de "Filmar lo propio", que ha venido apropiándose de la no ficción.


Partes de una Familia, es el último documental de Diego Gutiérrez, quien no sólo retrata a sus padres sino que convierte la historia de convivencia como pareja, en todo un relato que más allá de dramatismos o intrusión en la intimidad de sus padres, se convierte en una reflexión sobre la relaciones matrimoniales, el amor y la rutina de dos personas, alejadas por sus propias manías y hábitos. 

Cada uno de los personajes Gina y Gonzalo (los padres del director) literalmente tienen su propio mundo, ya que la casa que habitan, -una espectacular casa de campo que queda cerca a la Ciudad de México-, es un espacio donde cada uno ejerce sus labores, autoridades; donde se levanta un muro no sólo de ladrillos sino de las propias personalidades de este matrimonio, que a través de los años ha pasado del amor a una asfixiante relación de indiferencia y rutinaria soledad - a pesar de los criados, amigos y demás -.



Trabajo audiovisual que logra hacer reír y emocionar a partes iguales, tanto por las situaciones - muchas veces incómodas- que la cámara registra neutralmente, como por las ocurrencias del septuagenario Gonzalo, médico pediatra pensionado, quien además de estar escribiendo sus memorias, desea lanzarse en paracaídas para sus ochenta años, o de los choques dentro de las rutinarias "indiferencias" de Gonzalo y Gina.

De esos documentales o narrativas, que tienen elementos que por el azar, por la construcción del montaje o la capacidad del director, se acercan inevitablemente a una creación que parece salida de la más dramática ficción, en donde esta pareja tan contradictoria convive en una casa que se termina convirtiendo en otro personaje más, una especie de paradisíaca cárcel, en donde la coherencia emocional proviene de la empleada del servicio - que ya hace parte de la familia -.

El material de este este largometraje se complementa con algunas películas caseras en 16 mm, fotografías y una especie de metáfora, que el director evoca en los montes que se ven desde esta finca o casa de campo, que perfectamente se relaciona con sus padres.


Abbas Kiarostami dice que: "la mejor ficción es la que parece un documental", en este caso la frase del iraní, sirve para convencernos de lo delgado que puede ser el límite entre esa ficción que nos presenta el argumental o esa "ficción" como representación de mundo, como estructura de montaje, puesta en escena, que también está presente en lo documental en (contradictoriamente) la no ficción. Pongo este texto que suena (y es contradictorio) para referirme a este documental, que no sólo fue uno de los más interesantes, sino posiblemente el que más me gustó de la muestra, principalmente, siendo una temática que en lo argumental no me interesa, como lo son las relaciones de pareja, el amor o el drama de la convivencia, en este caso, el documentalista, el hijo, el director utiliza parámetros de ese género, de esa estructura narrativa,y los pone al servicio del documental, para generar este respetuoso y a la vez inquietante reflejo y espejo de la realidad del amor, y de cómo éste se puede transformar en una verdadera prisión aún enmarcado por un idílico terreno, estatus social y "family portrait".   

Zoom in: Varios premios Internacionales, principalmentr el ganador del Premio FIPRESCI del XV Festival Internacional de Cine Documental de Tesalónica, Grecia 2013

Montaje Paralelo: Frente al Espejo - En la Ventana (2002 -2005) - Ernesto Sábato, Mi Padre (2009) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario