4 ago 2013

The Music Never Stopped: La conexión musical



"Me imagino a la música avanzando de la mano con el lenguaje, codesarrollándose juntos. La música es esencialmente humana."                                                                                                                                      Oliver Sacks 

Jim Kohlberg es un escritor y productor de cine que incursiona en la dirección con The Music Never Stopped, su primera película, que toma el caso clínico escrito por Oliver Sacks, El último hippie (de su libro Un antropólogo en Marte) y lo lleva a la pantalla dándole ciertos giros narrativos y dramas familiares, reemplazando a Sacks por la bella Julia Ormond como el médico tratante.

Kohlberg, productor de algunas películas ganadoras en Sundance, hace lo mismo con su opera prima, y la envía al festiva, recibiendo críticas mixtas pero bien reseñadas por los seguidores del neurólogo inglés (Oliver Sacks) y sus humanísticas prácticas psicológicas y musicales, puntos de partida y narración de este filme.




La película de Kohlberg, toma elementos esenciales del caso clínico documentado por Sacks, adhiriéndole dramatismo y nostalgias propias de este tipo de producciones, escrita en conjunto por Gwyn Lurie y Gary Marks.

Drama familiar en donde la relación padre e hijo, se unirá a través de la música; relación rota por los choques culturales y la rebeldía de una generación encarnada por Gabriel Sawyer ( Lou Taylor Pucci) y la de su padre Henry (J.K Simmons). Como en el texto de Sacks, las drogas y un tumor benigno en el cerebro, harán del joven una especie de vegetal, que sólo responde a la música de su generación (rock), estancada en un periodo de hippismo y de cambio, que veinte años después sólo han afectado en la edad a los de su alrededor, más no en lo ideales de Gabriel. La ayuda de la Dra. Dalley (Julia Ormond) - alterego de Sacks- y sus terapias musicales irán uniendo a esta familia, que no sólo recobra a un hijo sino que abre el camino al entendimiento de la mente, y de sus múltiples comunicaciones. 



Esta es una de esas películas que responde a los parámetros de Sundance y al público en general, buenas actuaciones, principalmente la de J.K Simmons y del actor formado en Sundance, Lou Taylor Pucci, una temática que zigzaguea entre lo familiar, la comunicación musical y emotividad, la psicología y el amor. Con una gran selección musical de Paul Cantelon, y la fotografía de un camarógrafo formado en el documental como Stephen Kazmierski, este largometraje toma lo mejor de su esencia independiente, del relato de un autor como Sacks y de su "aire tan Sundance" que rodea a esta producción.



Aunque su "tufillo" a telefilme, y las obvias manipulaciones sentimentales le puedan quitar un poco de autoría y validez a este largometraje, las actuaciones, la inteligente emotividad de algunas escenas, y por que no decirlo la esencia y originalidad del texto de Sacks que se respira en esa tranquila ciudad fotografíada por Kazmierski, ayudan a que no se ahogue entre el sentimentalismo y lección de vida que impregnan a esta películas.

Eso sí, si han leído el ensayo de Sacks y lo van a comparar con la película, de lejos el texto de Sacks, y su desalentador - aunque lleno de pequeños triunfos- panorama, estudio y percepción de la música/terapia, es superior.


Montaje Paralelo: Despertares (1990) - El discurso del Rey (2010) - Oliver Sacks 


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