asalto visual: Furia: El miedo como arma

24 jul 2013

Furia: El miedo como arma

"En la ciudad ya no se sabía demasiado de que lado estaba verdaderamente el miedo; quizás por eso te divertía dominar el tuyo y cada tanto elegir el lugar y la hora propicios para hacer un dibujo."

A pesar de la corta filmografía del director francés Alexandre Aja, éste es uno de los cineastas que se ha ganado en poco tiempo el señalamiento de "cineasta de culto" y enfant terrible del audiovisual galo; principalmente conocido por su película Haute Tension, y por haber dirigido dos remakes del cine B y terror americano (Pirahna y The Hills have Eyes); sin embargo, Aja, es un cineasta que con dieciocho años fue galardonado a mejor cortometraje en Cannes, y tomó uno de los cuentos cortos de Julio Cortazar y adaptó a su opera prima Furia.

Hijo del periodista, actor y director Alexandre Arcady y de la crítica de cine Marie Jo Juan, Aja (seudónimo de la mezcla de los apellidos de sus padres) es un realizador que además de los privilegios de su apellido, ha mostrado cierto talento para el cine violento, los remakes de culto, pero con una marcada personalidad, autoría y avalado por varios premios/nominaciones del cine fantástico.

Aja en el set de Mirrors

Basada en el cuento corto Graffiti de Julio Cortazar, el cineasta francés Alexandre Aja, adapta junto a Grégory Levasseur (guionista habitual del francés) algunos pasajes de este cuento, la estructura informal de represión y dibujar en las paredes, pero con la concepción y estética de la ciencia Ficción distópica.

En una sociedad hipócrita y corrompida donde la libertad de expresión está censurada, dibujar en las paredes en un delito que se paga con el destierro y la muerte, esta es la sociedad/mundo en la que vive Theo (Stanislas Merhar), un joven que en las noches dibuja clandestinamente en las paredes y que encontrará en una misteriosa joven (Marion Cotillard), su alma gemela, perdición y libertad.

Rodada en Marruecos, con un presupuesto limitado y la inexperincia de Aja, la pelìcula se convierte en un ejercicio que pone a prueba la pericia del director francès, y esto se ve reflejado en los planos cerrados (son muy pocos los panoràmicos) aumentando la sensaciòn de desazòn y constante represiòn que viven estos personajes. Aja, mezcla en cierta medida al western, la ciencia ficciòn y (por la influencia del cuento) una obvia metàfora sobre la dictadura y el miedo.

Con unas acertadas actuaciones de Marion Cotillard y de Stanislas Merhar, el filme se debate entre el romance y la violencia, con los graffitis como fondo y elemento narrativo; sin dejar de lado los problemas fraternales, principalmente los que se desatan entre reprimidor/reprimido, y todo bajo las contrastadas y desasosegantes luces del inglés Gerry Fischer, quien hace de los planos cerrados y de la misma rudeza del entorno marroquí, toda un encuadre que resalta la decadencia misma de los personajes; acompañada por los riffs del guitarrista Brian May, -uno de los grandes aciertos del film- quien le da ese tono entre western atípico y ciencia ficción sin tiempo.

"Una sola vez escribiste una frase, con tiza negra: A mí también me duele. No duró dos horas, y esta vez la policía en persona la hizo desaparecer. Después solamente seguiste haciendo dibujos." La frase " A mi también me duele, la utiliza Theo (Merhar) cuando se despierta su furia, al saber que su chica, el amor que ha conocido de forma fortuita, ha sido torturada y su destino está sellado, y más al saber que es su hermano, el mismo torturador.

Aunque son innegables los defectos y vacíos en el guión, más que una buena película, es una respetable opera prima, y un ensayo que por el peso mismo del cuento en el qué está basado, llega a funcionar; no dejando de lado elementos como la música de May, la fotografía y principalmente la belleza de Cotillard, quien no sólo es el personaje detonante de toda la historia, sino la musa misma del filme, mezcla de femme fatale y artista rebelde.

Sin ser ni mucho menos una gran obra, es disfrutable y se puede agradecer que el texto de Cortazar se haya redirigido a un género como la ciencia ficción, con las variantes y estereotipos mismos del género.