"La muerte no es más que un sueño y un olvido".
Mahatma Gandhi
Shinya Tsukamoto, es, uno de los directores más importantes de la cinematografía japonesa, que además de las particularidades de su cine e historias, es un verdadero artesano y renovador del lenguaje fílmico, siendo uno de los mayores exponentes del cine no comercial, pero reconocido en festivales y por diversos seguidores, que hacen de sus películas, verdaderas obras de culto. Tsukamoto, es de los realizadores que se formó en el formato de 8 mm, que se apropió del arte, y los lenguajes no convencionales para gestarlos en su cine, donde el cuerpo y la decadencia de la sociedad se transmutan no sólo visual sino narrativamente.
El multidisciplinario director japonés- quien se alejo de la publicidad y sus comodidades narrativas y económicas- no sólo ejerce labores detrás de cámara, produciendo o editando sus películas, escribiéndolas o realizando la fotografía, dirección de arte; sino que es un actor que interviene en diversos proyectos o en sus propias obras, pero, con las libertades creativas que logra imprimir en su cine; cine al que se le ha llamado cyberpunk, o representante del cyberpunk, donde el anime, y las influencias de Cronenberg y Lynch, se acomodan al universo personal de este director, que tiene a Tokyo, como fondo y la "despersonalización" como temática.
Vital, es una película del 2004, donde Tsukamoto, se plantea a través del amor y la muerte, un ejercicio que trasciende más allá de la simple historia tipo "love story", el japonés se inclina por un lirismo y estética, que se mezclan entre el mundo carnal/terrenal frío y en constante lluvia y otro de ensoñación/memoria mucho más cálido donde los recuerdos se confunden con lo deseos de Hiroshi (Tadanobu Asano), el cual después de sufrir un accidente de tráfico y perder la memoria se dará cuenta que al volver a sus clases de medicina y prácticas de anatomía, está diseccionando el cadáver de su novia, la cual murió en el accidente de tráfico; los recuerdos, confusiones y obsesión se irán mezclando en el aislado mundo de Hiroshi, y en ese camino, en esos 4 meses de lluvia y soledad, Ikumi (Kiki) una compañera de clase, se irá enamorando y reconociendo los recuerdos de éste.
El papel que interpreta Asano, la lluvia y las particularidades estéticas tanto visuales como narrativas, son los grandes aciertos de este largometraje que dirige, escribe, edita y hace la fotografía Tsukamoto, como es habitual la música es hecha por Chu Ishikawa, resaltando el ambiente opresivo del filme, sus sonidos entre industriales, urbanos y teclados se irán diluyendo como la lluvia hacia un sonido más pop hacia el final del metraje, acorde al cambio mismo del largometraje.
Vital, es una película del 2004, donde Tsukamoto, se plantea a través del amor y la muerte, un ejercicio que trasciende más allá de la simple historia tipo "love story", el japonés se inclina por un lirismo y estética, que se mezclan entre el mundo carnal/terrenal frío y en constante lluvia y otro de ensoñación/memoria mucho más cálido donde los recuerdos se confunden con lo deseos de Hiroshi (Tadanobu Asano), el cual después de sufrir un accidente de tráfico y perder la memoria se dará cuenta que al volver a sus clases de medicina y prácticas de anatomía, está diseccionando el cadáver de su novia, la cual murió en el accidente de tráfico; los recuerdos, confusiones y obsesión se irán mezclando en el aislado mundo de Hiroshi, y en ese camino, en esos 4 meses de lluvia y soledad, Ikumi (Kiki) una compañera de clase, se irá enamorando y reconociendo los recuerdos de éste.
El papel que interpreta Asano, la lluvia y las particularidades estéticas tanto visuales como narrativas, son los grandes aciertos de este largometraje que dirige, escribe, edita y hace la fotografía Tsukamoto, como es habitual la música es hecha por Chu Ishikawa, resaltando el ambiente opresivo del filme, sus sonidos entre industriales, urbanos y teclados se irán diluyendo como la lluvia hacia un sonido más pop hacia el final del metraje, acorde al cambio mismo del largometraje.
Tsukamoto, logra darle personalidad a este filme, principalmente a nivel estético y lírico, no sólo con las ilustraciones o sketches que hace el personaje de Asano, sino las coreografías en los recuerdos/ensoñaciones de la exnovia de Hiroshi, una especie de danza con tintes surrealistas, que interpreta a la perfección Nami Tsukamoto (una bailarina profesional); además el trabajo fotográfico de Tsukamoto e iluminación de Keisuke Yoshida, es más que un logro junto a la copiosa y dramática lluvia que sustenta el estado anímico de Hiroshi, y los personajes alrededor. Como siempre, Tokyo, es vista por el japonés como un elemento estético, fotografiada desde diversos ángulos y generando con ésta, las sensaciones de agobio y soledad, que tantos directores del país del sol naciente reflejan en sus trabajos.
El director japonés, nunca decepciona, de una forma u otra Tsukamoto, logra darle a sus películas los mas diversos giros o concepciones ya sea a nivel visual, musical, en el montaje y edición, o en sus historias, que a pesar de su linealidad y del constante uso del flashback, éste logra confundirnos, al mezclar pasado, recuerdos y presente en la misma línea de tiempo o secuencia, y más que descifrar lógicas o conexiones narrativas, el director se mantiene en una posición de autor, de artista, de singularidades que dan carácter a su cine, historias y demás.
Zoom in: La idea de la película se originó cuando Tsukamoto, vio a los estudiantes de medicina haciendo los sketches en las clases de anatomía.
En 2001 Asano y Tsukamoto compartieron el set como actores en la película Ichi The Killer.
Montaje Paralelo: A snake of June (2002) - El elemento del crimen (1984)
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