26 feb 2013

Boarding Gate: anti-thriller


La vida del director Olivier Assayas, ha estado vinculada al cine y la televisión no sólo por gusto y vocación, sino por herencia; hijo del escritor/director Jacques Remy, y vinculado a una de la últimas generación de la revista Cahiers du Cinema.

Este director francés, que tiene influencias de Robert Bresson, el cine oriental y cineastas galos, se mueve entre un cine personal - más no intimista-, géneros y la televisión, con algunos documentales en su haber, premios en Cannes y Venecia. Sin embargo, ha cultivado su propio estilo -no siempre bien recibido por público - que tiene como elemento fundamental la fotografía como elemento narrativo, sus conocimientos sobre crítica y alguna incursión en la experimentación narrativa y fílmica.


Boarding Gate es una película del 2007, escrita y dirigida por Assayas, que no tuvo mayor repercusión tanto para crítica o público, y que parece retomar el camino de Demonlover, otra película del francés, pero con un aire más cercano al thriller y el género policíaco, obviamente con los parámetros y cualidades de este director, que se decanta por una estética fría y desoladora que se refleja en la misma personalidad de los protagonistas.

Si bien es cierto, que el erotismo y el cine negro describen la personalidad de esta película, el francés se desliga de los arquetipos, no sólo narrativos sino del propio géneros o géneros- en este caso- y lo complementa con unos personajes moralmente incorrectos y alejados de tales estereotipos; en el caso de la pareja Madsen - Argento y la pareja oriental; además elimina las motivaciones de éstos, dejándolos en un limbo de sus propias decadencias y defectos.



Historia de espías corporativos, prostitutas de lujo, contrabando de drogas y personajes que viven al límite, como Sandra (Asia Argento), una joven que tiene una tormentosa y compleja relación con un magnate de las finanzas (Michael Madsen) y con su mundo de excesos.


Pues, a excepción de la fotografía de Yorick de Saux y ambiente que crea el director Assayas, son pocos los elementos a rescatar de esta película, por que, si bien es cierto que la belleza de Asia Argento, es una razón más que valedera para ver este filme, la historia de femme fatale entre heroína y victima, débil pero agresiva no sólo no funciona, no tanto por la presencia de Argento - quien realmente mezcla perfectamente glamour con sexualidad, y deseo con vulgaridad- sino por una mala factura de actuaciones, donde ni Madsen o la hija del director del giallo, funcionan; sus actuaciones resultan excesivas, fuera de toda credibilidad y finalmente es una película, con una rescatable fotografía pero lejos de ser un conjunto fílmico, con pequeños chispazos del directo galo.

Zoom in:Selección oficial para Cannes


22 feb 2013

Storyboards para las películas de Alfred Hitchcock (1)





Storyboard The Birds de Harold Michelson





Storyboard: Vertigo

Secuencia del sueño en Spellbound (Salvador Dalí)




18 feb 2013

Django Unchained: El western hiperbólico


                                       "Me gusta la manera en que mueres."
Si existe un director de cine, al que se le pueda llamar fanático de éste, es a Quentin Tarantino, cineasta que apela al homenaje y amor por el celuloide, e imprime éstos ideales en cada uno de los fotogramas y palabras que se vislumbran en sus películas. El director nacido en Knoxville, Tennessee, es uno de los más importantes realizadores de esta época, su universo cinematográfico es reconocido por crítica, público y festivales; y sus posturas estéticas, narrativas y cinéfilas hacen parte de la cultura popular y del colectivo cinematográfico más selecto, abierto y heterodoxo, en resumidas cuentas un director para toda clase de público, de culto, de crítica, de odios y amores, y en general uno de los mejores representantes del cine norteamericano actúal - para bien o para mal-.

Señalado en los años 90 como uno de los "enfat terrible" del cine, y una de las grandes promesas; el cine de Tarantino ha pasado de un "cine de autor" a un "cine de culto" - tan subjetivo esta frase, como las opiniones sobre este cineasta- un "filmmaker" que llega al público en general, que es recibido de buena manera por festivales y crítica, que seguidores y detractores, expulsan con pasión sus mejores frases, textos, odios y alabanzas.

El "VJ" del cine contemporáneo, un recopilador, imitador, un "copista" del cine popular, del cine rechazable, de la estética underground, rescatador de cine que a nadie le importaba, y de figuras en decadencia; en fin, una figura tan popular como Mickey Mouse o John Houston, un icono estadounidense, un representante de la cinematografía actual (Hollywood, Indie.....autor...etc, etc.)

Tarantino en el "set" de rodaje

Django Unchained, es la última entrega de Tarantino, un Western que se alimenta del "blackxplotation" y del subgénero de los Leone y los Corbucci (Spaguetti Western), principalmente de éste último de quien toma, no sólo el nombre de la película Django, sino su estética, un actor y parafernalia del género. 

Con todas las marcas del universo "Tarantinesco", sus ingeniosos diálogos y oscuro humor; exagerado hasta límites insospechados, este hiperbólico western de venganza, racismo y visceral violencia, es a final de cuentas un alegato "antibélico", pero al servicio del entretenimiento y deleite de Tarantino.

Con las excepcionales actuaciones de Christoph Waltz, Jamie Foxx, un impagable y detestable Samuel L. Jackson, y como en sus últimas películas un genial Leonardo Di Caprio; actuaciones que están al mando de la estética y personalidad del director estadounidense.




La pareja de "cazarecompensas" interpretadas por Waltz y Foxx, no sólo está acompañada de las ingeniosas frases y actuaciones, sino de un contrastado homenaje al Spaguetti Western, a través de la fotografía de Robert Richardson, colaborador habitual de Tarantino y de otros directores estadounidenses, y uno de los genios de la fotografía cinematográfica americana, donde donde el dramatismo del color y la luz, es la gran lección de este importante fotógrafo. 

Además, de su indiscutible calidad visual, guión y estructura narrativa, la película o las últimas películas de Tarantino, se han visto influenciadas por una especie de Ucronía, donde la Historia toma un rumbo alternativo, gracias a personajes que, por un fin justifican cualquier medio, como es en el caso de Django, una acertada mezcla de géneros, de amores fílmicos y ditirámbicos personajes, escenas y homenajes.



Con Texas de fondo, y la Guerra de Secesión como conflicto, Django Desencadenado, es una historia de venganza, camino del héroe y desenfreno de violencia como catarsis. El Dr. Schultz (Christoph Waltz), un cazarecompensas que en su camino se encuentra y libera a Django (Jamie Foxx), un  esclavo negro, fuerte, que busca a su mujer Broomhilda, y como en la leyenda nórdica, éste hará lo que sea para encontrar a su amor, tan fuerte como los lazos que los unen. En su camino de venganza y muerte, llegarán a la plantación del terrateniente Calvin Candie (Leonardo Di Caprio), y la muerte, el racismo y el odio sólo serán parte, de los pintorescos y grotescos personajes de tal plantación, y será el lugar en el que la violencia de uno y de otro explotará.

 
Los dos Django: Jamie Fox y Franco Nero (el original)

Tarantino, saca de su sombrero de vaquero una gran cantidad de recursos no sólo visuales, estéticos o del lenguaje cinematográfico, sino de su particular humor, homenajea y parodia a partes iguales a uno de sus géneros favoritos, mezcla leyenda, cine y subgéneros en igualdad de condiciones; su medio de expresión es el cine, rompe el molde utilizando este mismo, y su "videotienda mental" se traduce en cada una de las imágenes que filma, con el mismo pulso de un fanático, de ídolo y cineasta, conforma este divertimento para los sentidos; aunque  la música no sea la gran genialidad de otras películas, que la hipérbole de violencia supere en algunos casos a la narrativa, y que la narrativa sea convencional, no le quita las impagables escenas del naciente Ku Kux Klan y sus inconformes capuchas, los diálogos y demás recursos tarantinescos, que hacen de esta película tan entretenida como discursiva frente a los géneros cinematográficos.


Tan excesiva como lograda es la ambientación de Django; Tarantino acude a su videoteca y gusto personal, y, conforma un recopilatorio de subgéneros cinematográficos, que con más aciertos que errores, buen gusto y calidad técnica, revierte al estereotipo y arquetipo fílmico en una manifestación del personaje cinematográfico - o sea el camino del héroe- además, la dirección de actores, las interpretaciones de Waltz, Jackson y DiCaprio, están entre las mejores de sus carreras.

Visualmente no sólo estética sino "filmicamente" logra convertirse en una cita a "pie de página visual" de todo el cine que Tarantino reconoce en su influencia, es en cierta manera una especie de "ensayo" donde, como algunos escritores, van citando, van diciendo de dónde vienen sus ideas, sus frases, sus textos.

Sin embargo, no se puede dejar de lado y es criticable, el exceso de metraje, algunos pasajes musicales - que de lejos, es la banda sonora menos interesante de Tarantino- y otras manifestaciones que recuerdan a sus últimas obras, pero, siendo sinceros y en aras del entretenimiento, como western, como película de serie B, como cine en general, no sólo es disfrutable sino un referente del conocimiento cinéfilo del director nacido en Knoxville.

Es posible, que no sea la mejor de Tarantino, y aunque los premios, taquilla y demás parezcan objetar tal sentencia, no le quita, algunos errores, excesos y defectos, que más que notables, son como la D de Django, no suena, no sirve pero aún queda en la película.



Zoom in: Nominaciones y premios en los Oscar, Bafta y Globos de Oro, principalmente, para actores secundarios, guión original y mejor película
Top Ten de las películas del año pasado.
Además del Django de Corbucci, existe el Sukiyaki Western Django de Miike Takashi, en donde actúa Tarantino, al igual que lo hace en ésta.
Los homenajes al western y al spaguetti western, son innumerables,pero son obvias las referencias al Bueno, malo y feo, al cine de Peckinpah, a Corbucci, y no se le olvida las influencias del cine oriental, serie B, blackxpoltation y demás subgéneros que redondean su cine. 

Montaje Paralelo: Sukiyaki Western Django (2007) - Django (1966) - Inglorious Basterd (2009) 

Link: http://unchainedmovie.com

15 feb 2013

Corto Circuito: Man


Título: Man
Autor: Steve Cutts
País: U.K
Año: 2012
Técnica: Flash y After Effects
Sinopsis: Visión nihilista pero real del hombre y su relación con la naturaleza.  



Cuando lo Honesto es Siniestro y la Psicosis es Normal (Slavok Zizek)*



Desde el principio de The Straight Story (Una historia sencilla)[1] de David Lynch, las palabras que introducen los créditos, “Walt Disney presenta: una película de David Lynch”, proveen, quizás, la mejor síntesis de la paradoja ética que marca el fin de siglo: el montaje de la transgresión con la norma. Walt Disney, la marca de los valores familiares conservadores, lleva bajo su paraguas a David Lynch, el autor que representa la transgresión, iluminando el submundo obsceno del sexo pervertido y la violencia que florecen debajo de la respetable superficie de nuestras vidas.

Hoy en día, cada vez más, el aparato cultural económico mismo, para reproducirse en las condiciones de competitividad del mercado, no sólo precisa tolerar, sino directamente incitar efectos y productos de choque cada vez más fuertes. Basta recordar las recientes tendencias en las artes visuales: ya pasaron los días en los que teníamos simples estatuas o cuadros enmarcados - lo que tenemos ahora son exposiciones de los marcos mismos sin pinturas, exposiciones de vacas muertas y sus excrementos, videos del interior del cuerpo humano (gastroscopías y colonoscopías), inclusión de olores en la exposición, etc., etc. (Esta tendencia lleva a menudo a la confusión cómica, cuando una obra de arte es confundida con un objeto cotidiano o viceversa.

Recientemente, en la Potsdamer Platz, el sitio de construcción más grande en Berlín, el movimiento coordinado de docenas de grúas gigantescas se organizó como un performance artístico - indudablemente percibido por muchos transeúntes desinformados como parte de una intensa actividad de construcción... Yo tuve la confusión opuesta durante un viaje a Berlín: noté a los lados y anteriormente que en todas las avenidas principales había un largísimo tubo azul y cañerías, como si fuera una telaraña intrincada de tubos de agua, teléfono, electricidad, etc., no estaba oculto bajo la tierra, sino expuesto al público. Mi reacción fue, por supuesto, que esto probablemente era otro de los performances de arte posmodernos cuyo objetivo era, en ese momento, hacer visible el intestino de la ciudad, su maquinaria interna oculta, en una especie de equivalente a la exhibición en video de la palpitación de nuestro estómago o pulmones - sin embargo, yo estaba equivocado, ya que unos amigos me señalaron que lo que yo veía era meramente parte del mantenimiento standard y la reparación de los servicios subterráneos de la ciudad de una red informática.) Aquí, de nuevo, como en el dominio de la sexualidad, la perversión ya no es subversiva: los excesos chocantes son parte del sistema mismo, el sistema se alimenta de ellos para reproducirse a sí mismo. Quizás esta sea una de las posibles definiciones del arte posmoderno como opuesto al arte moderno: en el posmodernismo, la transgresión excesiva pierde su valor escandalizante y esta totalmente integrado al mercado artístico establecido.

Así que, si los tempranos films de Lynch también hubiesen caído en esa trampa, ¿qué hay entonces con The Straight Story, basada en el caso verdadero de Alvin Straight, un viejo granjero lisiado que condujo a través de las praderas americanas en un tractor John Deere para ir a ver a su afligido hermano? ¿Implica esta lenta historia de persistencia, la renuncia a la transgresión, el regreso hacia la cándida inmediatez de la permanencia ética y directa de la fidelidad? El mismo título de la película de refiere sin duda a la obra previa de Lynch: esta es la honesta historia respecto de las “desviaciones” del submundo siniestro desde Eraserhead hasta Lost Highway. Sin embargo, ¿qué sucede si el héroe “honesto” del reciente film de Lynch es efectivamente mucho más subversivo que los excéntricos personajes que poblaban sus anteriores películas? ¿Y si en nuestro mundo posmoderno en el cual el compromiso ético radical es percibido como ridículamente fuera de tiempo, él es el verdadero marginal? Uno debería recordar aquí la vieja anotación de G.K. Chesterton en su A defense of Detective Stories, sobre como el relato de detectives “recuerda previamente en cierto modo que la civilización misma es el más sensacional de los comienzos y la más romántica de las rebeliones. Cuando el detective en una novela policial se queda solo y de algún modo tontamente valeroso entre los cuchillos y los puños de un hueco de rateros, sin duda sirve para recordarnos que es el agente de la justicia social aquel que representa la figura original y poética, mientras que los ladrones y salteadores son meramente plácidos y arcaicos conservadores, felices en la inmemorial respetabilidad de simios y lobos. La novela policial se basa en el hecho de que la moralidad es la más oscura y atrevida de las conspiraciones”.

¿Y qué sucedería si éste fuera el mensaje final de la película de Lynch –que la ética es “la más oscura y atrevida de las conspiraciones”, que el sujeto ético es aquel que efectivamente amenaza el orden existente, en contraste con la larga serie de excéntricos pervertidos lyncheanos (el Barón Harkonnen en Dune, Frank en Blue Velvet, Bobby Perú en Wild at Heart...) que finalmente lo sostienen? En este preciso sentido el contrapunto a The Straight Story es The Talented Mr. Ripley de Minghella, basada en la novela de Patricia Highsmith, novela del mismo nombre. The Talented Mr. Ripley cuenta la historia de Tom Ripley, un ambicioso joven neoyorquino en bancarrota, que es ubicado por el rico magnate Herbert Greenleaf, quien piensa erróneamente que Tom ha estado en Princeton con su hijo Dickie. Dickie se encuentra vagando en Italia y Geenleaf le paga a Tom el viaje a Italia para que haga entrar en razón a su hijo y tome el lugar correcto en los negocios de la familia. Sin embargo, una vez en Europa, Tom queda fascinado no sólo con Dickie mismo, sino con la brillante, canchera y socialmente aceptable vida adinerada en la que vive Dickie. Todo lo que se dice acerca de la homosexualidad de Tom está fuera de lugar: Dickie no es para Tom el objeto de deseo, sino su sujeto ideal deseable, el sujeto transferencial “que supone saber/cómo desear”. En pocas palabras, Dickie se convierte en el ego ideal de Tom, la figura de su identificación imaginaria: cuando repetidamente le mete una mirada de reojo a Dickie, no traiciona su deseo erótico para emprender un comercio erótico con él, para POSEER a Dickie, sino su deseo de SER como Dickie. De esta manera, para resolver ese problema, Tom concibe un elaborado plan: durante un viaje en bote, asesina a Dickie y luego, durante un tiempo, asume su identidad. Haciéndose pasar por Dickie, organiza las cosas de manera que luego de la muerte “oficial” de Dickie, herede su riqueza; una vez cumplido aquello, el falso Dickie desaparece, dejando tras de sí una nota suicida alabando a Tom, mientras éste reaparece evadiendo exitosamente a los suspicaces investigadores e incluso ganándose el agradecimiento de los padres de Dickie, para luego salir de Italia rumbo a Grecia.

A pesar de que la novela fue escrita a mediados de los 50s, uno puede decir que Highsmith se adelanta a la reescritura terapéutica actual de la ética en “recomendaciones” en la que uno no debe seguir las reglas demasiado a ciegas. “No cometerás adulterio – excepto si eres emocionalmente sincero y sirve a tu meta de tu plena autorrealización…”. O: “No debes divorciarte - excepto cuando tu matrimonio en los hechos haya fracasado, cuando sea experimentado como una carga emocional insufrible que frustra su vida plena” – en pocas palabras, ¡excepto cuando la prohibición para divorciarse haya justamente recobrado su pleno significado (ya que, ¿quién se divorciaría cuándo el matrimonio aún florece?)! No es ninguna sorpresa que hoy se prefiera al Dalai Lama que al Papa. Incluso aquéllos que “respetan” la posición moral del Papa, no obstante, normalmente acompañan esta admiración con la calificación de que él permanece desesperadamente anticuado, medieval incluso, pegado a los viejos dogmas, fuera de toque con las demandas de los nuevos tiempos: ¿cómo puede uno hoy ignorar los anticonceptivos, el divorcio, el aborto? ¿No son estos simplemente hechos de nuestra vida? ¿Cómo puede el Papa negar el derecho al aborto cuando una monja queda embarazada por una violación (como fue efectivamente el caso de las monjas violadas durante la guerra en Bosnia)? ¿No está claro que, incluso cuándo uno está en contra del aborto, uno debe en tales casos extremos torcer el principio y aprobar su transgresión? Lo qué nosotros encontramos aquí es un caso ejemplar de la ideología de hoy de “realismo”: nosotros vivimos en la era del fin de los grandes proyectos ideológicos, seamos realistas, dejemos las inmaduras ilusiones utópicas - el sueño del Estado de Bienestar ha terminado, uno debe seguir los términos del mercado global... Uno puede entender ahora por qué el Dalai-Lama es mucho más apropiado durante nuestros tiempos permisivos posmodernos: él se nos presenta con un vago buen espiritualismo sin ninguna obligación ESPECÍFICA: cualquiera, incluso la estrella de Hollywood más decadente, puede seguirlo mientras continúa con su promiscuo estilo de vida adinerado.

Ripley se detiene sencillamente en el último escalón en esta reescritura. No matarás – excepto cuando no haya otra manera de encontrar la felicidad. O, como la misma Highsmith declara en una entrevista: “Podría ser calificado de psicótico, pero no lo llamaría demente porque sus actos son racionales. /.../ Lo considero más bien una persona civilizada que mata porque tiene que hacerlo”. Ripley no se parece así en nada al “American Psycho”: sus actos criminales no son frenéticos passages a l’acte, estallidos de violencia en los que descarga la energía acumulada por las frustraciones de la vida cotidiana yuppie. Sus crímenes están calculados con un razonamiento pragmático sencillo: hace lo que es necesario para alcanzar su objetivo, la vida acomodada de los suburbios exclusivos de París. Lo que es realmente inquietante en él, por supuesto, es que de alguna manera parece perder el más elemental sentido ético: en la vida diaria, es en general amigable y considerado (aunque con un toque de frialdad), y cuando comete un asesinato, lo hace con el mismo remordimiento que uno siente cuando tiene que realizar una tarea desagradable pero necesaria. El es el psicótico final, la mejor ejemplificación de lo que Lacan tenía en mente cuando decía que la normalidad es la forma especial de la psicosis –de no estar atrapado traumáticamente en la telaraña simbólica, de mantener “libertad” respecto del orden simbólico.

Sin embargo, el misterio del Ripley de Highsmith trasciende el motivo ideológico norteamericano estándar de la capacidad del individuo de “reinventarse” a sí mismo, de borrar las huellas del pasado y asumir a fondo una nueva identidad, que trascienda el “yo proteano” postmoderno. Ahí reside la falla final de la película respecto de la novela: la película “gatsbyíza” a Ripley en una nueva versión del héroe norteamericano que recrea su identidad de manera sombría. Aquello que aquí se pierde se encuentra mejor ejemplificado por la diferencia crucial entre la novela y la película: en esta última, Ripley posee los meneos de una consciencia, mientras que en la novela, los síntomas de una consciencia están sencillamente más allá de su entendimiento. Es por eso que la explicitación de los deseos homosexuales de Ripley en la película también yerra en el punto. Lo que Minghella implica es que, para los años 50, Highsmith se vio obligada a ser más circuspecta para hacer al héroe más digerible respecto de un público masivo, mientras que hoy en día podemos decir las cosas de una manera más abierta. Sin embargo, la frialdad de Ripley no es el efecto de superficie de su postura gay, sino más bien lo opuesto. En una de las últimas novelas de Ripley, nos enteramos que le hace el amor una vez por semana a su esposa Heloise, como un ritual habitual –sin ninguna pasión de por medio, Tom es como Adán en el Paraíso previo a la caída, cuando, según San Agustín, Adan y Eva sí tuvieron sexo, pero realizado a la manera de un simple ritual instrumental, como quien siembra semillas en el campo. Una manera de leer a Ripley es decir que es angelical y que vive en un universo que precede a la Ley y sus transgresiones (el pecado).

En una de las últimas novelas de Ripley, el héroe ve dos moscas en la mesa de la cocina y al mirarlas de cerca y ver que están copulando, las aplasta con asco. Este pequeño detalle es crucial –el Ripley de Minghella NUNCA hubiera hecho tal cosa: el Ripley de Highsmith está de algún modo desconectado de las cosas relativas a la carne, disgustado con lo Real de la vida, de su ciclo de generación y corrupción. Marge, la enamorada de Dickie, da una adecuada caracterización de Ripley: “De acuerdo, tal vez no sea marica. Simplemente no es nada, lo cual es peor. No es lo suficientemente normal como para tener algún tipo de vida sexual”. Tanto como dicha frialdad caracteriza cierta postura lésbica, uno está tentado de alegar que, en vez de ser un homosexual reprimido, la paradoja de Ripley es que es un varón lésbico. La frialdad desentendida que subyace debajo de todas las posibles variables de identidad de algún modo desaparece de la película. El verdadero enigma de Ripley es por qué persiste en esta gélida conducta, manteniendo una psicótica falta de compromiso con cualquier apego humano pasional, incluso luego de alcanzar su meta y recrearse a sí mismo como el respetable art-dealer que vive en un rico suburbio parisino.

Quizás la oposición entre el héroe “honesto” de Lynch y el Ripley “normal” de Highsmith determina las coordenadas extremas de la experiencia ética del capitalismo avanzado de hoy - con el raro giro de que Ripley es misteriosamente “normal” y el hombre “recto/honesto” es misteriosamente siniestro, incluso pervertido. ¿Cómo vamos a salir entonces de este camino sin salida? Los dos héroes tienen en común la inclemente dedicación en alcanzar sus metas, de modo que una manera parece ser el abandonar este rasgo en común y rogar por una humanidad más “cálida” y compasiva lista para aceptar compromisos. Pero ¿acaso no es dicha “débil (es decir: sin principios) humanidad” el modo predominante de la subjetividad de hoy en día, al punto que ambas películas proveen sus dos extremos?

A fines de los años 20, Stalin definió la figura del bolchevique como la unión entre la apasionada obstinación rusa y el recurseo norteamericano. Tal vez, siguiendo las mismas líneas uno pueda alegar que la salida está más bien en la imposible síntesis de ambos héroes, en la figura lyncheana del hombre “honesto” que persigue su objetivo, junto al sabio recurseo de Tom Ripley.

Notas

[1] The Straight Story, la película de David Lynch fue titulada en español como Una historia sencilla, pero se debe acentuar que dado al uso que el autor da del término “Straight”, esté es traducido como “honesto”, aunque los sentidos del vocablo es más amplio y puede referirse a: directo, derecho, honesto, recto y también coloquialmente, heterosexual. [N. del T.]





Título Original: When Straight Means Weird and Psychosis is Normal*

13 feb 2013

Der Todesking: Filosofía gore


   
       
       "En seis días, Dios creó el cielo y la tierra. Al séptimo día, se suicidó"

El polémico cine de Jorg Buttgereit, es un compilado de sus gustos adolescentes, búsquedas intelectuales, artísticas, filosóficas, y principalmente su amor por el "mal gusto", donde el "feísmo" estético y la experimentación forman parte del mundo de este director, que se le asocia al "ultragore alemán".   

Buttgereit, que acumula filmografía entre cortos, medios y largometrajes, donde principalmente destacan Nekromantik, Scharm y Der Todesking, posiblemente su película más lograda a nivel de reflexión sobre la muerte y el suicidio, y la que vamos a referenciar  en este post.


Der Todesking, es un mediometraje dividido en siete capítulos o siete días, donde la muerte violenta y el suicidio son los protagonistas; unidas por un cadáver en descomposición como "cuerpo narrativo". El feísmo, lo kitsch y lo grotesco se encadenan a las reflexiones sobre la muerte, al arte de lo sangriento, la filosofía y el nihilismo del director alemán.

Con grandes logros en su lenguaje fílmico, el plano secuencia/elipsis en 360 grados de la primera historia (por el estilo al del Ciudado Kane), donde se ve el paso del tiempo y la soledad, es más que diciente y cinematográficamente hablando, un excelente recurso tanto narrativo como técnico, que gracias a su productor/camarógrafo Manfred Jelinski, es posible; al igual que la historia de la cineasta asesina, que en un plano subjetivo nos muestra su día de violencia, y termina con un contraplano de ésta, cuando le dispara a diversas personas.

Tal vez, el cine de este director, pueda verse como un malogrado interés por polemizar de cualquier forma, que sin embargo, posee cualidades que profundizan en la "no estética" del cine, en el cuestionamiento mismo de la imagen, de la muerte, y superficialmente del mismo lenguaje cinematográfico, unido esencialmente a la experimentación y a algunos parámetros del arte, donde, al alejarse de los preceptos estéticos, tiene cabida una manifestación contraria a lo bello, lírico y a la perfección del encuadre y demás cánones cinematográficos.

Realizada con sus colaboradores habituales, el guionista Franz Rodenkirchen, la música de Hermann Kopp, y mucho de su equipo técnico, artístico y del propio Buttgereit en la actuación. 




Si hay algo, que se debe reconocer en la filmografía del director alemán, es su espíritu por demostrar, que en el subgénero del cine gore, existe una concepción más allá de "vísceras y sangre" sino que a través de éste, se puede vislumbrar una reflexión sobre temas tabú y se puede replantear determinados cánones estéticos, en este caso el feísmo  y el mal gusto, como modelo narrativo; y en todo caso sus posturas "grotescas" y chocantes funcionan como valor opuesto a la estética y  la belleza fílmica. 

El mal gusto se torna en función estética de lo artesanal, banal y lo primigenio, la brutalidad, lo feo y lo mínimo como imagen. Su estructura, tiene una elaborada función desde lo escatológico, y esto se percibe en su música y demás, pero trabajada y pensada  desde esa misma concepción. Su estructura de mal gusto, es una estructura concebida y elaborada con ta fin, rompiendo parámetros de lo establecido y de lo políticamente aceptado.



Zoom in: Hermann Kopp, quien hace la música es el protagonista de la primera historia y el originador de las cartas suicidas.
Su camarógrafo actúa en la película, como la mayor parte del tiempo lo hacen sus amigos y equipo técnico.
Hasta hace poco, sólo existía la versión para VHS y el DVD salio sólo para Alemania.

Montaje Paralelo: Nekromantik 1 y 2 - Ultragore alemán


12 feb 2013

Reflexión Cinéfila: La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares



Fotograma de Piano Tuner of Earthquakes de los Hnos. Quay


" Recorrí los estantes buscando ayuda para ciertas investigaciones que el proceso interrumpió y que en la soledad de la isla traté de continuar. Creo que perdemos la inmortalidad porque la resistencia a la muerte no ha evolucionado; sus perfeccionamientos insisten en la primera idea, rudimentaria: retener vivo todo el cuerpo. Sólo habría que buscar la conservación de lo que interesa a la conciencia. Mi alma no ha pasado, aún a la imagen; si no, yo habría muerto, habría dejado de ver a Faustine, para estar con ella en una visión que nadie recogerá....."
                Fragmento de la Invención de Morel de Adolfo Bioy Casares 

11 feb 2013

Life of Pi: Una aventura extraordinaria


La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios.
                                                                                              Mahatma Gandhi 
                                                                                                             

La atípica y variada carrera cinematográfica de Ang Lee, está llena de películas donde oriente y occidente se conjugan en una mirada sensible, donde la familia o la psicología del personaje prima por encima de la acción dramática. 

Este graduado de Bellas Artes y dirección de teatro, nacido en Taiwan, es un de los directores más prolíficos, camaleónicos e importantes de la cinematografía oriental y estadounidense, con la capacidad de darle giro a los más diversos géneros y estilos; reinventarse y mezclar de manera afortunada, para público o para crítica, lo comercial,  estético, la sensibilidad y su propia identidad oriental y de autor. 


Última película del galardonado Ang Lee, y uno de los largometrajes que tuvo más éxito el año anterior, tanto en crítica, nominaciones (Oscar y Globos de Oro incluidos) y público.

Lee, no se aleja demasiado de sus posturas estéticas, argumentales y referenciales con  este largometraje, la familia, la búsqueda interior y el amor en todas sus variantes, son hilos narrativos de esta película de gran belleza visual, planificada en 3D, siendo este elemento, un recurso narrativo y de preciosismo audiovisual.



La historia de Pi, son 127 minutos de un flashback, de un recuerdo que va progresando hasta una fábula y reencuentro con la magia de la naturaleza humana donde Piscine (Pi) Patel, es el protagonista de esta visión panteísta del mundo, hijo del dueño de un zoológico en la India francesa, inquieto intelectual y religiosamente, en constante búsqueda de una respuesta frente a dios, el amor y el alma de los animales. Sin embargo, el embarco hacia Canadá, el viaje a nuevo mundo, será el camino y la respuesta que Pi estaba buscando.

Una película narrada en forma paralela, tanto el Pi adulto (Irrfan Khan) que cuenta su historia, y el Pi joven(Suraj Sharma) quien la vive. Abordado el Pi adulto por un joven novelista local, éste le cuenta su historia, que a partir del naufragio que sufre con su familia, lo extraordinario se irá desarrollando en la barcaza, donde tendrá que convivir con un tigre de Bengala llamado Richard Parker y la el mar o los misterios y magia de la naturaleza.



Adaptación del libro homónimo de Yann Martel, con guión de David Magee; donde destaca principalmente la fotografía del chileno Claudio Miranda; sin dejar de lado, las sobrias actuaciones de Irrfan Khan y Suraj Sharma, desconocidos para la mayor parte del público, o en el caso del Pi joven, su primera incursión en la pantalla grande.

Suraj Sharma, es el gran protagonista de la película junto al tigre de Bengala, y los líricos, inmersivos y pausados fotogramas de Miranda, fotografía de estudio, digital, 3D, pero tan bien estudiada y pensada tanto por el chileno como por Ang Lee, que no sólo funciona en su narratividad sino en su valor artístico.



Personalmente, veo a Life of Pi, como un bello ejercicio visual, con una reflexión sobre la creencia de un dios o ser superior, que se traduce en la sensibilidad del director taiwanés y en las imágenes que rodean a dos seres perdidos en la inmensidad del mar y de sus inquietudes morales e instintivas. 

Técnicamente es una película que brilla por si misma, que utiliza el 3D como elemento narrativo, y que funciona como reflexión y metáfora de una búsqueda interior y panteísta del mundo.

Más allá de no haberme gustado su guión o la estructura de éste, que me recuerda a Forrest Gump y, su mensaje fabulador, con algunos tintes de autosuperación; su belleza visual prima sobre cualquier defecto que le pueda encontrar, y sus reflexiones filosóficas que en muchos casos se imprimen en la imagen, funcionan más que algunas frases y moralejas en proceso.


Desafortunadamente, al haberla visto en español, con su errático doblaje, que recuerda mucho más a un personaje de Los Simpson, se pierden detalles y elementos de la propia historia, y es algo que se debe replantear para latinoamérica - y para el doblaje en general- ya que en muchas ocasiones, reflexiones de gran envergadura se tornaban en auténticos fiascos, comedias o inteligibles diálogos sin sentido. 



Zoom in: 11 Nominaciones al Oscar, Globos de Oros y otras academias, principalmente a su fotografía, película y director.

Montaje Paralelo: Big Fish (2003) - Forrest Gump (1995) - El niño de la selva (libro)





8 feb 2013

Corto Circuíto: Paperman

Título: Paperman
Director: John Kahrs
País: Estados Unidos
Año: 2012
Disney Studios
Técnica: 3D y dibujada a mano sobre ésta.
Sinopsis: Historia de amor, al estilo Disney, con el look de los años 40, en Nueva York y de gran simplificación.



7 feb 2013

Marlon Brando: Escándalo y Mito



             "Un caracol avanzando sobre el filo de una cuchilla"
                                                                                        Cnel. Kurtz 


Autor: Alberto Duque López
Editorial: Panamerica
Año: 2004
Género: Biografía

De la misma colección de 100 personajes, 100 autores, este libro es una recopilación del (ya fallecido) crítico y escritor Alberto Duque López, algunas experiencias personales de éste con el propio Brando, bibliografías, entrevistas y demás archivos del reconocido actor.

El texto es un recorrido muy personal y romántico de Duque López sobre el actor nacido en Omaha, es de cierta manera la idealización del icono de cine sin dejar de lado, los conflictos, defectos y problemáticas del señalado "mejor actor de su generación".

El libro, es una muestra sincera pero cercana de las virtudes y defectos de Brando, Duque López, da sus opiniones -algunas más sesgadas que otras- sobre las capacidades interpretativas, actorales y aún personales del conocido Coronel Kurtz, Vito Corleone y demás papeles, que para muchos rayan en la perfección, a pesar de su elevado ego, prepotencia y demás elementos, que finalmente hicieron de este personaje icono y figura de una generación clásica de Hollywood y del cine en general.



5 feb 2013

My enemy´s enemy: El enemigo es la verdad





"El rey que se encuentra en cualquier lugar colindante a la circunferencia del territorio del conquistador se considera enemigo. El que está también situado cerca del enemigo, pero separado del conquistador sólo por el enemigo, debe ser considerado amigo (del conquistador)."
                                                                  Kautilia -Artha-shastra-

Documental del premiado director Kevin Macdonald (El último Rey de Escocia), quien es más conocido por sus documentales, trabajos televisivos y su premiado corto "One day in september", además de diversas adaptaciones para la BBC y la televisión inglesa. Director que ha recibido varios premios en diversas categorías y formatos, colaborado con reconocidos directores, y grandes actores; sin embargo el fuerte de este director es el documental y el cine con cierta carga política.
 


El documental nos relata, a través de imágenes de archivo, entrevistas y demás, uno de los hechos más complejos y críticos de la política de posguerra, el reclutamiento por parte de la CIA, a Klaus Barbie - el carnicero de Lyon- y una serie de siniestros personajes del nazismo para luchar contra el comunismo, en cierta forma, justificando el fin por cualquier medio.

El personaje principal de este documental, es Klaus Barbie, el retrato de un ex-criminal de guerra nazi, está muy bien elaborado por el director escocés, a través de fotos y documentos, vemos las conexiones de Barbie con la CIA, y principalmente con el macartismo, su vida en Bolivia, el intento de instaurar un nazismo en los Andes, la muerte del Che, y sus movimientos políticos en las clases altas bolivianas.

Un trabajo audiovisual, que no sólo nos muestra la peor cara de este personaje sino de los gobiernos y la sociedad, que como declara el contradictorio pero acertado abogado Jacques Verger sobre el nazi: "¿Qué nos da derecho a juzgar a Barbie cuando nosotros, en conjunto, como sociedad o como nación, somos culpables de crímenes similares?"; también como referencia a que un sólo hombre fue juzgado a nombre de una nación, problemática y justificación.




Si bien es cierto que la película se centra en las diversas actividades del comandante de la Gestapo, sus crímenes en Francia, lo más importante, es el hecho de cómo Barbie, se terminó convirtiendo en protegido y empleado de las agencias de los Estados Unidos e Inglaterra, en nombre del anticomunismo y del nuevo enemigo del orden mundial, recién acabada la guerra, Rusia.


Bergman y la nominación al Oscar




Estimados señores,
Como Fresas salvajes no compite en los Oscar, creo que es un error nominar la película y por lo tanto deseo devolver el certificado de nominación.
He descubierto que la de los Oscar es una de las instituciones más humillantes del arte del cine, por lo que les pido quedar libre del interés de su jurado en el futuro.
Atentamente,

3 feb 2013

Elena: Cuando el corazón mata a la razón (Invitación Promocional)



         Las madres perdonan siempre: han venido al mundo para eso.                                                                                         Alejandro Dumas 



Gracias a Cinevista Blog, tuve la oportunidad de observar una de las películas mejor reseñadas del año 2011 y premio especial del jurado en Cannes.

Tragedia griega llevada a la cotidianidad de la Rusia contemporánea, dirigida por uno de los directores más importantes de la cinematografía actual, el ruso Andrey Zvyagintsev, que a pesar de su corta filmografía, ha firmado tres grandes obras, donde la familia, la tragedia y el retrato moral de un país, han marcado la esencia de su trabajo, alabado y aceptado por la crítica y festivales, y reconocido como uno de los herederos fílmicos de Andréi Tarkovski.

Andrey Zvyagintsev, actor de formación, ha logrado con su cine pausado, simbólico y de gran belleza visual, los premios más importantes de diversos festivales y una clara referencia del cine ruso actual junto a Sokúrov o Andrei Kravchuck.


Elena, es un largometraje que se debate entre la razón de un hombre y el amor de una madre; de los valores de la sociedad actual rusa, sus familias y la corrupción moral de éstas. En cierta forma, los personaje principales de esta película son un reflejo de la variante y rápida transformación del país ex-comunista. 

La temática familiar que se mueve en el cine de Zvyagintsev, en este caso gira entorno a una pareja que se divide en dos posturas morales, sociales y éticas. Elena (Nadezdha Markina) es una madre que por encima del juicio y la razón, ayuda a su irresponsable y alcohólico hijo -y la familia de éste-, y Vladimir (Andrey Smirnov),su esposo, un adinerado y coherente personaje, quien se rige por la lógica y estabilidad de su posición social.



La película que empieza (y termina) con un contundente y diciente plano; cámara fija, primer plano de un lánguido árbol y en segundo plano, en desenfoque, la ventana de un edificio, donde el sol se va inmiscuyendo poco a poco, como lo hacemos nosotros, introduciéndonos en la vida de esta pareja, de esta familia. 

El director ruso se decanta por un cine contemplativo, de imágenes pausadas y bien construidas conceptual y estéticamente, donde la fotografía, de su colaborador habitual Mikhail Kritchman, se empapa del ambiente otoñal, no sólo de su geografía sino de la psique de sus personajes, colores fríos, sobrios, pero llenos de sutilezas que marcan perfectamente un lirismo y metáforas, que se van deconstruyendo a medida que la narración avanza, narración que tiene reminiscencias al cine de Tarkovsky, -con la salida del sol y la puesta de éste en el mismo sitio- (y por la escena del caballo, que es una obvia referencia a Tarkovsky, que ya había utilizado Von Trier en su opera prima), pero con las cualidades del lenguaje mismo del director Zvyagintsev. 

Sus imágenes son sobrias y tranquilas pero esconden un choque de sensaciones y un drama tan poderoso, que se marca como toda tragedia griega, por acciones que imitan una acción noble pero que a la final recibe un castigo o la catástrofe es vista como necesaria. Y la historia de la película no se aleja demasiado de tales preceptos, y cada acción de los personajes se va configurando para generar lo que finalmente, da como resultado al final del filme.



Pero si su imagen es de gran belleza, la música de Phillip Glass, es el perfecto acompañamiento a éstas, música circular, cíclica como el argumento, dramática como cada unos de los personajes, interpretados perfectamente por esa estrella de la televisión rusa llamada Nadezdha Markina, y por los demás personajes que vienen del mundo televisivo o teatral ruso.


Poderosa narrativa y visualmente, de imágenes cuidadas y envueltas por los sonidos de Phillip Glass, con fotogramas tan bellos y dicientes como el inicio del filme,y esa especie de descenso a los infiernos del comunismo por parte de Elena, donde vemos los bloques de apartamentos en decadencia y de fondo esos colosos, la torres de energía nuclear que "resguardan" un pasado tan demoledor, como esta historia de tragedias de lo cotidiano y dramatismo e inconsciencia del amor materno. Una película donde la razón pierde frente al amor de una madre.

Una de las mejores películas que han llegado a cartelera nacional, y obra cumbre de este impronunciable apellido del director ruso.

Una película tan política como poética, tan bella y sutil, que el amor de madre, toma un sentido tan trágico y comprensible, pero a la final, las tragedias siempre tienen una victima, y en esta ocasión, es la razón.

Zoom in: Premio una cierta mirada en el Festival de Cannes

Montaje Paralelo: Madre (2009)