Estupendo encuentro entre el artista "indigenista" Oswaldo Guayasamín y las memorias de Raúl Castro; el artista ecuatoriano se apropia de los rasgos, del sol y del mismo discurso de Castro, para realizar su obra, y Castro se adentra en sus recuerdos, memorias y demás anécdotas junto a su hermano Fidel, el Che y tantos otros, en plena revolución cubana y latinoamericana.
El director Pocho Alvarez, toma lo mejor del encuentro, y a través de unas inspiradas tomas al artista, imágenes de archivo y el lirismo que se va desprendiendo de estos dos hombres, de sus palabras, imágenes, del proceso mismo del dibujo, que fluye al son de las palabras de Castro, se genera una empatía que sólo el director ecuatoriano logra a través de una percepción inteligente de estas dos personalidades.
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