Personalmente, una de las mejores películas que he visto de Antonioni, no sólo narrativamente sino a nivel conceptual y de forma, con una estructura de capítulos donde la mujer es el centro de estas historias separadas, pero con el común denominador de amores imposibles o la imposibilidad de amar.
Un filme que reúne no sólo al director italiano con su habitual colaborador Tonino Guerra, sino que se hace participe el director alemán Wim Wenders, y el genial director de fotografía: Robby Muller. Además, las actuaciones de John Malkovich, en este caso un alter ego de Antonioni, Sophie Marceau, Jean Reno y de Marcelo Mastroiaini, son otro punto fuerte del largometraje.
Aunque dramáticas, con los habituales e impulsivos giros narrativos y accionar de los personajes, las 4 historias logran sintetizar la esencia del amor (es sus más variadas concepciones); aunque es notable el trabajo de Antonioni, es visible la influencia de Wenders no sólo en las escenas de empate (en las que aparece John Malkovich como narrador - protagonista) sino en la estructura misma, ambientada por la luz natural de Muller y una banda sonora más que correcta, que va desde Van Morrison a U2.
El mayor logro que veo en este largometraje del director nacido en Ferrara (sitio que es punto de partida de este filme) no sólo está en abstraer estas 4 historias de amor sino en "mutarlas" en relatos poéticos y absurdos a la vez, con la magia fotográfica de Robby Muller, principalmente en la última historia donde la lluvia es otro personaje que acompaña este relato donde dios y el hombre, son objetos de amor; las reflexiones que se hace Malkovich - mitad Antonioni, mitad Wenders- son percepciones apropiadas del "metacine", se afronta la idea, el ensayo cinematográfico, se pregunta y se responde sobre la creación fílmica, la inspiración - el cine y el amor -. Y claro está, la belleza de las mujeres en este filme, principalmente Inés Sastre, Sophie Marceau e Irene Jacob, son más que suficientes para volver a ver - en este caso- lo mejor de Antonioni.
Zoom in: última película de Antonioni (aunque llegó a rodar un documental y un corto años más tarde),que contaba con 84 años y estaba paralitico, la intervención de Wenders y ayuda de su esposa, fueron fundamentales para la concepción de este filme.
El largometraje está inspirado en un libro del propio Antonioni.
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