19 mar 2012

La mesa de cena de Noriko



"Todos quieren ser el champagne, no la copa. Una flor, no el jarrón. Pero el mundo necesita copas y jarrones. Estos papeles deben ser cumplidos. Como la relación amo/sirviente. ¿Acaso es así como es el capitalismo?. 


Esta película, del controvertido y críptico cineasta japonés, Sono Sion es una muestra de los miedos internos, y de las extrañas y profundas complejidades de la cultura japonesa; aunque es  una secuela de la película de culto "Suicide Club"- la película más conocida de este director- también, es una reflexión sobre la disfuncionalidad familiar, y la decadencia en las relaciones -comunicaciones interpersonales.


La historia, escrita obviamente por Sion, nos relata sobre Noriko, una joven que se escapa a Tokyo, en búsqueda de su mejora amiga (virtual), la cual es una adolescente, que fue abandonada en un casillero, donde guarda todos sus recuerdos.


Más allá de los elementos poéticos, habituales en el cine de Sion, la gran reflexión es sobre la capacidad o la incapacidad de transformarse, de alienarse y olvidar por completo "quiénes somos", algo parecido al libro de Jean Cocteau, Thomas el impostor, donde el joven Thomas se toma tan en serio sus juegos, su caracterización que no distingue entre la realidad y la mentira. Pero Sion, toma todo eso y lo traduce en su propia visión, misteriosa, ambigua, y psicológicamente incorrecta. Llena de personajes y mensajes que bordean el total descontrol, una absoluta perdida de la personalidad, de la realidad, de la cordura. 


Es innegable, la dificultad y lo desconcertante, que puede llegar a ser el cine del poeta japonés, sin embargo, más que múltiples interpretaciones, el cine de Sion, nos dirige hacía la decadencia misma de nuestras personalidades, de nuestro propios demonios, y de nuestras desconexiones emocionales y psicológicas.


Un elemento que se debe considerar de gran importancia, es que Sion, escribió un libro, que si bien, son los bocetos o borradores de lo que sería Noriko´s dinner..., juega un papel de intermediario o conector entre las dos películas. De cierta forma, jugando a "atar cabos", aunque se abran más puertas y preguntas al "club", un concepto tan complejo y críptico, como la generalidad del cine del japonés, en su visión sobre la brecha comunicativa del Japón moderno, y por que no del mundo entero.


Zoom in: multipremiada película en diversos festivales 


Montaje paralelo: Suicide Club (2001) 




                  

No hay comentarios:

Publicar un comentario