22 mar 2020

Blue Valentine: Porque el (des)amor es más fuerte....

       
 "No sé. Siento que debería dejar de.... pues, dejar de pensar en ello, pero   no puedo. Quizá he visto demasiadas películas de amor a primera vista"


Si revisamos históricamente la idea de San Valentín, estaría más cercana al martirio, al dolor o un poco a la idea que propone Derek Cianfrance, con ésta, su segunda película, en la que la historia de amor, bifurca a un triste camino de desencanto pero absolutamente humano. Cianfrance, que tuvo como maestros a los cineastas experimentales Stan Brackaghe y Phil Solomon, acude a ciertos recursos formales, tanto para darle más fuerza al relato como al concepto de la misma, es decir, para el "presente" en digital, para el "pasado" 16 mm, planos abiertos para establecer la relación entre la pareja, y cerrados cuando ésta llega a su decadencia; además del inteligente manejo del tiempo,ya que es una obra contada a través de una serie de flashbacks, en los que conocemos la historia de Dean y Cindy. 

Cabe reconocer, que la obra de Cianfrance, tiene algo de autobiográfica, y que el Dean "adulto" o del "presente", parece un alter-ego - por lo menos físicamente- del director; dejando en claro, que fue una obra que le tomó casi una década en escribir a éste, quien ha logrado configurar un cine en donde destaca su habilidad narrativa, el mostrar la parte más vulnerable no sólo de la familia sino del protagonista masculino y una cuidad puesta en escena, en la que montaje y fotografía naturalista, destacan.


El guión en el que intervinieron Ciafrance, Cami Dalavigne y Joey Curtis, es la fractura de una relación, la de Dean (Ryan Gosling) y Cindy (Michelle Williams), padres de una niña, que intentan compaginar no sólo las complejidades de su relación, sino de su economía, trabajos y deudas. Ante lo incierto de lo que están viviendo, Dean y Cindy, se deciden por una escapada romántica a un hotel temático, la "habitación del futuro", y empezaremos a entender, el cómo, se dio esta relación. Con dos personajes muy bien estructurados, principalmente el masculino; y con un sólido manejo del tiempo,  a través de los flashbacks, vamos viendo cómo una relación que nace por casualidad, se hunde en el devastador camino del "este no era mi destino", que ninguno de los dos, quería.

Aunque el guión lo empataría con otras obras sobre el fin del amor, la originalidad o cualidad que tiene el largometraje de Cianfrance, es la honestidad, una honestidad que sale de los sentimientos más humanos, y por ende, lleno de defectos, virtudes y posiciones morales ajustadas; porque entendemos que Blue Valentine, más que otra historia de amor, es la historia de Cianfrance y de sus cercanos, es como dice el Dean de la película: 

Yo siento que los hombres somos más románticos que las mujeres. Cuando nos casamos, desposamos a una chica. Porque nos resistimos hasta que conocemos a cierta chica y pensamos: "Sería un tonto si no me casara con esta chica. Es genial." Pero al parecer a ellas les llega el momento en que escogen la mejor opción o algo así. Sé que las que se casan piensan "Tiene un buen trabajo". Se pasan la ida buscando al príncipe azul y luego acaban casadas con el tipo que tiene un buen trabajo y que no va a abandonarlas. (1)
En conclusión, una película con un guión muy bien construido, que apela de la mejor manera a un sentimentalismo duro, de mujeres misteriosas y confundidas pero tan amorosas como complejas, de hombres débiles, que pierden todo por una familia, de gente que con el tiempo, se hace más real, que es otro de los aciertos del cineasta estadounidense.    



Aunque Adrij Parekh, parece ajustarse a los parámetros del mal llamado cine indie, su estilo depurado y adaptativo,es el que mejor juega a favor de este trabajo que mezcla naturalismo y estética videoclip, formatos (16 mm y digital) y hasta la improvisación de los actores, que se termina convirtiendo en un reto formal, que logra aprovechar el director de fotografía de origen ucraniano-hindú, cabe destacar las secuencias del pasado, los momentos de amor (la secuencia del bus), y el doloroso final, en el que la figura de Dean, se pierde en medio de los fuegos artificiales; todo apoyado por la música de Grizzly Bear, y por el excelente montaje de Jim Helton y Ron Patane, quienes no sólo estructuran una sólida obra sino que generan unas muy bellas elipsis o manejos del tiempo, como la parte en la que Cindy y Dean, a través de la mirada, unen pasado y presente, y varia otras secuencias en el que el amor como el dolor, se ven reflejados en pantalla.

Sin embargo, es una película para que la pareja principal se luzca, y es lo que terminan haciendo Ryan Goslin y Michelle Williams, nomimada al Oscar por este papel; y es que no sólo la gran construcción de los personajes es fuerte, sino que la improvisación, y de cierta forma, el contraste de los personajes, hace más pertinente lo que reflejan en pantalla.


Zoom in:   Nominada en varios festivales, principalmente por las actuaciones de Gosling y Williams 

Montaje Paralelo: The Broken Circle (2013)





(1)  Ciafrance, Dalavigne y Curtis  (2010) . Blue Valentine, guión.

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