Ramón Gómez de la Serna
El documental musical o las estructuras musicales como documento estético, como lo ha planteado Carlos Saura en varios de sus trabajos, no sólo es un tipo de obra muy bien recibido sino que plantea un ejercicio bastante interesantes en el desarrollo audiovisual, tanto en su modelos narrativos como de imagen, como lo termina haciendo el director argentino radicado en Alemania Germán Kral, este bonaerense dedicado al documental con intereses musicales pone en escena, con éste, su último trabajo, un largometraje que pasa por esas configuraciones de lo ficcional, lo documental y la música, como estructura, en este caso radicado en las figuras de María Nieves Rego y Juan Carlos Copes, dos de las más importantes bailarines de tango del siglo pasado.
Este trabajo que tiene la producción ejecutiva de Wim Wenders, director admirado por Kral, y experto en este tipo de obras, donde la música se vuelve protagonista, no sólo es un repaso por la vida y obra de estas figuras de gran reconocimiento internacional por la danza-tango sino que es a la vez un juego de espejos entre la realidad de cómo se conocieron y actuaron estos artistas y la ficción de esas mismas situaciones, es decir los recuerdos se plantean como puestas en escena, y son estos elementos los que hacen interesante a esta obra, que no deja de lado el amor por la música, los conflictos entre esta pareja y demás situaciones enmarcadas en entrevistas, en las posibilidades de las coreografías y uno que otro material de archivo.
Un tango más, escrita o pensada por Kral y el guionista Daniel Speck, se puede resumir en los recuerdos convertidos en coreografía y la historia de amor, decepción y perdón por parte de una pareja tanguera que bailó por cincuenta años, y que en este documental, encuentran una catarsis, a través de lo que mejor hicieron, bailar.
El gran trabajo fotográfico de Jo Heim y Félix Monti, principalmente en las puestas de escena o coreografías, basándose en los sepias y la fotografía hollywoodense del cine musical, se ajustan perfectamente a ese estilo entre nostálgico y evocador que dicen los protagonistas, tanto en su parte técnica como artística logra destacarse, y emular en cierto modo la "artificialidad" del género musical y los idílicos recuerdos.
Obviamente, si la fotografía es impecable es debido a un gran trabajo en el diseño de producción, y empatado a partir de un sobrio pero efectivo montaje, tanto en su estructura musical como visual, que viene a ser el eje central de esta obra.
Logrado trabajo que le apuesta a esos pequeños juegos narrativos a través del documental, y que igualmente profundiza en esa relación de amor/odio que existió entre estos bailarines, que le dieron nuevos rumbos al tango y al mismo proceso creativo de éste. Trabajo interesante, que vale la pena ver, principalmente por sus puestas en escena y dramático relato, porque la relación de Copes y Rego, es tan tanguera como lo que bailaron por décadas.
Zoom in: Presentada en diversos festivales documental
Montaje Paralelo: Tango (1998) - Musical
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