13 may 2016

La agonía y el éxtasis: Genio contra genio


"La belleza es la purgación de lo superfluo."

Del director inglés Carol Reed, hemos visto en este blog, dos de sus obras más significativas, la primera una de sus tantas colaboraciones con Graham Greene como lo fue El Tercer Hombre -una de mi películas favoritas- y uno de sus últimos largometrajes, en el que ilustró las vidas y rivalidad de Miguel Angel junto al Papa Julio II al decorar la Capilla Sixtina. Reed, director de irregular carrera, se formó en un principio como actor, para seguir los pasos de su padre, y así lo hizo bajo la supervisión de Edgar Wallace, sin embargo, terminó aprendiendo tanto el oficio como los entresijos que se mueven detrás de la pantalla de cine, y por tal razón en 1935, codirigió su primera obra y al siguiente año, hacerlo en solitario con Midshipman Easy. Pero es hasta los años 40 y con la Segunda Guerra Mundial, que el nombre de este director se va a dar a conocer, primero con sus documentales y películas de propaganda y con obras como Larga es la noche, donde muestra sus mejores créditos como director por el manejo de los actores, tensión y demás elementos dramáticos, igualmente será la época en que la que se asocié con Alexander Korda - el mítico productor inglés- para fundar London Films, donde mostrará sus mejores obras, en conjunto con Graham Greene, igualmente será una década de triunfos, nominaciones y premios; aunque en los años 60, fueron pocas sus producciones, y ya se notaba cierta decadencia en su obra, de todas maneras llegó a crear dos películas importantes para el cine mundial como lo fueron Oliver - un musical, que ganó el Oscar- y La Agonía y el éxtasis, de la cual vamos a escribir a continuación.


Con guión de Phillip Dunne, basado en la novela de Irving Stone -que también funge como productor -el cual nos cuenta sobre la rivalidad entre dos personajes fundamentales en la Italia del Renacimiento o el cinquecento, como lo fueron Miguel Angel (Charlton Heston) y el Papa Julio II (Rex Harrison), y el encargo de decorar la cúpula de la Capilla Sixtina. La película se centra en los años en los que se realizó esa magna obra, a diferencia del libro, que cuenta gran parte de la vida del escultor y pintor, los conflictos del propio Miguel Angel con su trabajo, con la idea del artista, su fuerte carácter y a la vez, su sensibilidad y entrega; el guión concebido como un texto de cine épico - que tiene a uno de los actores representantes de dicho género como Charlton Heston-, lineal, con puntos de giro entorno al amor y los conflictos propios de la época o del  carácter de los personajes, a lo excesivo como narración y demás elementos, que se pueden denominar como rimbombantes, construyen este relato de antagonismo que tiene como fondo al arte, como base de la construcción narrativa.

Con algún dejo de humor, mucho drama y un correcto manejo de lo histórico, la película es el desarrollo de un evento fundamental para el arte - y para la misma humanidad- pero con un obvio interés en las actuaciones de Heston y Harrison, como punto central, y en el mismo desarrollo de la narración; de todas formas el guión se va a hacer preguntas sobre el apasionamiento del artista, la soledad y la voluntad, que finalmente se terminan representando - estas preguntas- o sintetizando en los personajes principales. Igualmente, no se debe olvidar que la película inicia con un documental que nos específica tanto la ubicación, época y trabajo de Miguel Angel como un introducción, y sí bien, parece algo ajeno, funciona dentro del mismo carácter narrativo y refuerza el contexto tanto histórico como épico de la misma.



El gran trabajo fotográfico por parte de Leon Shamroy, director de fotografía estadounidense que más nominaciones y premios ha recibido en los Oscar, no sólo debido a su técnica o experiencia, que inició con el cine mudo, sino por la capacidad de aventurarse y explorar las técnicas y el mundo con una cámara al hombro, por algo se le llamó "el camarógrafo de los camárógrafos", igualmente su trabajo de colorización, su experiencia con el Technicolor, con los laboratorios de Fox en sus inicios, pruebas y demás que conjugaron con su vocación artística, manejo del color y texturas, por lo que fue denominado el Peter Paul Rubens del celuloide; su estilo entre artificioso - para el día de hoy- y naturalista marcaron obras tan importantes o relevantes como la Cleopatra de Mankiewitz o El Rey y yo de Walter Lang, como largometrajes de Aventuras y estudio, que igualmente eran llevadas al máximo en su expresividad a través del manejo del color, composición y diseños lumínicos. Obviamente con una gran fotografía, debe haber un diseño de Producción o por lo menos una ambientación y vestuario de gran calidad tanto visual como histórica, que corre a cargo de Dario Simoni y John DeCuir otros nominados en varias ocasiones  por su trabajo de escenografía, vestuario y demás.

Igualmente en el trabajo musical Reed se hizo de uno de los compositores más renombrados y mejor calificados para los trabajo épicos como Alex North, estadounidense que participó en un sinnnúmero de bandas sonoras tan importantes como Espartaco, Cleopatra y la inicial -aunque descartada- de 2001: Odisea al Espacio; uno de esos músicos que sabían encumbrar los mejores sentimientos y a la vez establecer el valor histórico de sus partituras; la música de esta obra, al igual que la música e historia son épicas, en su definición más elocuente de lo heroíco y grandioso.  Vale la pena destacar el montaje de Samuel Beetley, no sólo por la coherencia en el relato, sino por lo tiempos que maneja,  por las iteraciones entre los personajes, y por varias secuencias que mezclan de forma inteligente los diálogos y las pinturas o decoraciones ranacentistas, por ejemplo, esas elipsis en las que se va mostrando el cambio en la arquitectura  y en los espacios entorno a la Capilla Sixtina.



Obviamente, el punto más fuerte de esta película, va a ser las actuación tanto de Heston como de Rex Harrison, quienes se echan al hombro toda la carga dramática y emotiva del largometraje, en esa especie de rivalidad y antagonismo propio de sus vehementes genios, que se fueron haciendo más fuertes y a la vez sinceros a medida que se iban perfeccionando los trazos en la bóveda de dicha capilla.

Una película realmente interesante, grandilocuente en sus imágenes, actuaciones y puesta en escena, que sí bien en su momento no logró ser la obra más taquillera o bien recibida por el público - igualmente fue una época de muchos largometrajes de tono épico y más con las actuacionescabeza de Heston y de Harrison, iconos de este tipo de cine, que finalmente pudo haber afectado en su misma recepción- de todas formas, si se ha ido constituyendo en un largometraje de culto por su referente histórico - que no deja de ser muy libre por parte de Reed-, por su valor artístico y en cierta forma, pedagógico por retratar tanto la vida de Miguel Angel, como la del Renacimiento Italiano y los conflictos entorno a estas mismas vivencias. 


Aunque tengo sentimientos encontrados con esta obra, por una parte, su trabajo visual y todo lo referente a la estética, es realmente sobresaliente no sólo por el trabajo del fotógrafo Shamroy, sino por las mismas ilustraciones, encargadas a los mejores artistas -en este caso el irlandés Nicollo D´Ardia Carracciolo-, que  evocan y copian no sólo el trabajo de Miguel Angel, sino su valor artístico como el espiritual y de sacrificio que se impregna en dicha obra, igualmente su valor pedagógico, por el establecimiento  de una época singular y vital para el cambio en el arte mundial y obviamente del pensamiento humano; pero aún así, esa historia de rivalidad, que a medida que pasa la película se va haciendo más forzada e incluso el ingenuo humor que funciona en un comienzo, pierde su sentido al final de la obra, de todas formas, son más virtudes que defectos las que se le puede achacar a este largometraje, profundamente transformador, con una visión religiosa - católica- muy fuerte y en cierto sentido, como reflexión del mismo director sobre el papel del artista, expresado no sólo en los papeles principales sino en el tono mismo de la obra, en la rivalidad de éstos, en las confusiones entre sus ideas, ideales y sentimientos y demás situaciones que perfectamente se podrían identificar entre el trabajo cinematográfico con el pictórico/escultórico.

Zoom in: Nominada en cinco categorías en los oscar, en los David Di Donatello y otro premios.
Aunque se habla que fue un fracaso en taquilla, igualmente se recuperó gran parte del dinero, y tuvo cierta repercusión con la crítica en ese momento.

Montaje Paralelo: Artistas - Renacimiento 



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