3 nov 2015

It Follows: La apariencia del miedo


                                       "De lo que tengo miedo es de tu miedo."
                                                                       William Shakespeare


Con dos largometrajes en su haber David Robert Mitchell, se ha convertido en uno de los cineastas sensación de la escena independiente de los Estados Unidos, su corta carrera y juventud, se ha ligado a la repercusión que sus obras han tenido en diversos festivales, sin embargo, con It Follows, que abrió el certamen de Cannes, su éxito tanto en crítica como de público o taquilla, ha elevado su carrera, y esta película rápidamente se ha ido convirtiendo en una de culto por su refrescante manejo del terror, por su misma propuesta, homenaje al slasher, al cine de Cronenberg y al despertar sexual juvenil.

Mitchell graduado de la Universidad de Florida, que además de dirigir, ha escrito los guiones de sus largometrajes, producido, y que debido a su éxito, también ha ingresado a las filas de los seriados televisivos; pero es con It Follows, que Mitchell ha encontrado el reconocimiento, ganando en Cannes, Sitges y diversos festivales de Fantasía y Terror.


El guión escrito por el mismo director, se centra en Jay (Maika Monroe), una chica de 18 años, que tras un encuentro sexual con su novio en la parte trasera de un auto, verá cómo su vida se convierte en un infierno de visiones, paranoia y miedo a "algo" sobrenatural que parece tener la forma de cualquier persona. Jay y sus amigos, intentarán de una forma o de otra, evitar que esta caiga en la locura o en la manos de este ente que no pueden ver.

Con un contundente arranque en un plano-secuencia, donde una joven huye sin razón aparente de "algo" que la persigue hasta una playa, donde aparecerá brutalmente asesinada, podríamos estar hablando de cualquier película de terror adolescente, sin embargo, el inteligente guión de Mitchell se apropia de los estereotipos, tópicos y fórmulas de este tipo de cine, y más que romper con tales paradigmas, se aferra a jugar con el espectador, a suponer y manifestar por medio de la confusión el verdadero terror. It Follows, puede ser entendida como una obra de terror sobrenatural, en las que los encuentros sexuales, como una enfermedad venérea se va esparciendo por una caótica y fría Detroit, que parece escenario de una película slasher de los años 80, pero además la obra resuena a un despertar sexual visto como una liberación/sacrificio convertida en un ente destructivo, sin negar que el director nos hace participes de un voyerismo cámara en mano y en primer plano del miedo a lo que no podemos entender, o que no parece ofrecer un terror absoluto - no es un monstruo, demonio etc. etc- por el contrario se parece a cualquiera de nosotros, emulando o tomando ideas del cine de Carpenter. E igualmente, es un guión trabajado desde la subjetividad del acoso, de la supervivencia y de tantos otros elementos propios del género pero muy bien encadenados por el director, que hasta en el mismo trabajo fotográfico es coherente, al igual que con los sustos, sangre y demás características.


La fotografía de Mike Gioulakis, más que destacable, es funcional y se apega muy bien al relato, es naturalista cuando debe serlo, es terrorífica en la parte del clímax - donde pone todo su arsenal de contrastes y sombras- pero sin alejarse del espíritu realista de la obra, eso sí, vale la pena destacar como éste retrata a Detroit, una ciudad fría, solitaria y derruida que empata bastante bien con el estilo de la obra. 

Pero sí hablamos, o en este caso escribimos, sobre la gran fortaleza de esta película, está en la música de Disasterpeace, como es conocido Richard Vreeland, músico y compositor estadounidense que crea una banda sonora repleta de sintetizadores, repeticiones, distorsiones y un claro homenaje a John Carpenter,  los sonidos electrónicos de los años 80, conjugando lo terrorífico, el ruido y los elementos propios del género, sin caer en lo "formulistico" o el enganche de las sensaciones, por el contrario, la música se termina convirtiendo en otro personaje, que narra las situaciones. Igualmente vale destacar el Diseño de Producción,  que se toma la libertad de introducirnos en un anacrónico presente con toda la esencia de los años 80 o aún del terror de los 70, pero con la tecnología  de esta época  - sólo cabe recordar el dispositivo de lectura con una carcasa en forma de concha-, o mejor un retrato retro, que al igual que la ropa, el ambiente y otros pequeños detalles, nos hacen sentir en una película de Wes Craven, Carpenter, el Tobe Hopper de los 70 o de los Grindhouse.

Aunque no podamos hablar de unas actuaciones brillantes, si es destacable el papel de Maika Monroe, que es la protagonista, aunque se termine convirtiendo en una actuación coral, ya que los demás personajes siempre van a estar entorno a la joven. 


Sin ser perfecta, pero sí más que correcta en su ejecución y desarrollo, esta película de terror, se ha venido ganando un lugar importante en el cine independiente estadounidense, por su inteligente guión, música, homenaje y percepción sobre el miedo que se une a lo sexual, como en la opera prima de Cronenberg, utilizando los recursos del Halloween de Carpenter y la propia identidad de Mitchell, que nos mete en un mundo de pesadilla en los suburbios de una ciudad. Un trabajo realmente destacable, que no funcionó muy bien en las salas del país (Colombia), pero que con el aval de la crítica y festivales suena como una de las mejores obras de terror de los últimos años junto a Babadok - que infortunadamente no he visto- y se le compara con los grandes de este género. Una película recomendable, para ir con la mente abierta, alejada de los tópicos del terror, y sí, a una obra que propone desde el mismo género.

Zoom in:  Sección oficial en Cannes y Sitges
éxito de taquilla, por los menos para la producción, a la cual le costó 2 millones y ya ha recaudado una suma cercana a los 20.

Montaje Paralelo: Terror - Cine independiente 


2 comentarios:

  1. Has descrito de maravilla el film. Coincido contigo! A mí me gustó mucho e incluso más que algunas pelis de ahora del mismo género. El cine de terror a veces creo que está sobrevalorado y esta cinta demuestra que con ese toque ochentero, se puede hacer algo que se sale de lo establecido y da un buen resultado.

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  2. Si es una buena película, y por lo menos se aleja de los mismo elementos del terror de otras pelis..eso sí al cine que fuí a nadie le gustó, peor bueno, un saludo

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