"La realidad objetiva acaba de evaporarse."
W. K Heisenberg
El cineasta, productor y político catalán Pere Portabella, no sólo ha sido un realizador ligado a la vanguardia de su país, sino que a través de su productora Films 59, ha apoyado a diversos directores tanto en sus inicios, como en el caso de Carlos Saura o en su punto más alto, como lo hizo con Viridiana de Buñuel - con la que recibió el gran premio de Cannes-. El director catalán, vinculado a los círculos intelectuales de esta comunidad autónoma, igualmente es conocido por su resistencia en la época del franquismo, y estas situaciones e intereses, se fueron fundamentando en su obra cinematográfica, considerada de experimental, artística o de ensayo, como lo es Cuadecuc, Vampyr, una especie de detrás de cámaras, que explora los límites del registro y la representación de la imagen.
Pensada y escrita por el propio Portabella junto a Joan Brossa, este documental con visos a making of - cuando aún el término no era conocido-, es igualmente una exploración entre la realidad y la fantasía que se estaba registrando durante el rodaje de El conde Drácula de Jess Franco, más que una narrativa o entrevistas, -a excepción del texto que lee Christopher Lee al final del metraje-, este trabajo es una exploración de la estética visual, que remite a los primeros trabajos de Nosferatu y del mismo cine de vampiros; además de una manipulación desde lo sonoro, de la concepción de representación y ser representado como lo demuestra el director con el manejo de "plano" (de la película) y "contraplano" de lo que se está filmando, creando una especie de salto entre las realidades fílmicas - diegéticas-.
Es destacada la fotografía de Manuel Esteban, y el diseño o manipulación sonora que se realiza junto a la música de Carles Santos, todos estos elementos en disposición de "romper" la narrativa o explorar las consecuencias de éstas en este registro; obviamente, estando en pleno franquismo, la película fue censurada, y en cierta forma es un trabajo de resistencia o en el mejor de los casos un "apartarse del cine oficial de ese momento" como lo describe wikipedia.
Más allá de tener un registro, Portabella intenta generar una nueva concepción del lenguaje cinematográfico, y aunque no es del todo claro ciertos elementos o percepciones, si es interesante - además por la falta de narrador o un tipo de narrativa- como se va formando una especie de lazo invisible entre las imágenes de la película de Franco y el registro de Portabella, creando una nueva representación; además de esas experimentaciones en lo sonoro y en su misma parte visual, que trata de acercarse a la estética del Nosferatu de Murnau - o mejor- el concepto de vampirismo a través del desgaste y los fuertes contrastes de la misma.
Aunque difícil de apreciar, no sólo por ciertas cuestiones técnicas sino por su mismo desarrollo, si es un trabajo que por lo menos se plantea de forma básica, cuál era el horizonte o el límite del cine de terror de ese momento, una especie de "desmitificación" de esa misma puesta en escena. Interesante como curiosidad, pero aún así es un trabajo complejo, que no tiene grandes matices dentro de lo argumentativo o del campo documental, pero que perfectamente tiene cabida como una "rareza" de los making of, acercándose a otras obras que ya habíamos comentado como el A.K de Marker o Burden of Dream, entre otras.
Zoom in: Censurada por el franquismo
Montaje Paralelo: Making of
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