8 ago 2014

Semana del Cine Colombiano: La Lectora


                                                   "Las cosas no son lo que parecen".

Tuvimos la oportunidad de ver en el Cineclub de la U. Central, la película La Lectora, la cual hizo parte de la muestra de la Semana del Cine Colombiano.

Segunda película de Riccardo Gabrielli, director colombiano de orígenes italianos, nacido en Alemania, que ha dirigido varias series de televisión tanto a nivel nacional como internacional, al igual que varios cortometrajes y colaborado en otras producciones en diversas áreas; en los últimos años Gabrielli, se ha convertido en realizador habitual de Fox-Telecolombia y está finalizando su tercera película. Este cineasta de formación internacional, que estudió en Los Ángeles, ha mezclado tanto el lenguaje televisivo con el cinematográfico, generando trabajos que funcionan comercialmente, principalmente en la televisión por cable y en la publicidad, que parecen ser los fuertes de este cineasta.
Fuente: Diario ADN
Basado en el libro de Sergio Alvarez y tomando como referencia la miniserie homónima La Lectora, Gabrielli escribe este guión que tiene como protagonistas a un misterioso maletín y un texto en alemán que debe ser descifrado; para ésto, los dueños de ese texto - un par de hermanos- obligarán a una joven universitaria a traducirlo, y descifrar el misterio, donde conoceremos la historia de Cachorro y Karen.

Cuando esta joven, que será conocida como la Lectora (Carolina Guerra) es secuestrada y llevada a un apartado pueblo, es donde veremos la historia que se esconde tras las letras en alemán de un texto que parece estar cargado de muertes, traiciones y un maletín de una incalculable fortuna además del destino de Cachorro (Diego Cadavid) y Karen (Carolina Gómez), quienes se verán enfrentados a diversas fuerzas y una violencia a la que no pertenecen. 


Técnicamente, es un largometraje destacable, la fotografía de Julián Torres está más que lograda, principalmente las escenas nocturnas y exteriores, al igual que el trabajo de sonido y efectos especiales por parte de Burning Bull; puesta en escena, que si bien es interesante dentro de lo formal es igualmente abrupta e inestable al vendernos la idea de una Bogotá - o ciudad Colombiana- al estilo Los Angeles; es desde este punto, donde esta obra empieza a flaquear, no por que sea errática o fallida sino por que el director no sabe darle el verdadero contexto, en pocas palabras - y aunque nunca es bueno comparar una película con otra- hace lo mismo que en Saluda al diablo de mi parte de los Hnos. Orozco, pero en donde éstos triunfan o por lo menos le dan credibilidad al contexto fílmico, con la de Gabrielli, esta puesta en escena se ve forzada y en ciertos pasajes le resta seriedad al mismo filme. 

La música, es otro punto débil de este trabajo, no tanto la creada por Marcelo Triviño, sino algunos pasajes, en los que la banda sonora, paree totalmente ajena al drama o al estilo del propio largometraje; eso sí, tiene un gran montaje por parte de Camilo Escobar y Catalina Rincón, no sólo en su parte estructural sino en la misma posproducción: corrección de color, efectos y demás elementos relacionados.


Aunque destaca la belleza de las dos Carolinas (Guerra y Gómez), también es verdad que la actuación de ambas no es lo más destacado de esta producción y mucho menos la de Cadavid, sin embargo salen airosos de varias de las secuencias de acción  y funcionan dentro del ritmo y la dinámica de la película, que a final de cuentas, tiene en sus secundarios las mejores actuaciones, o por lo menos la construcción de los personajes.

Gabrielli, parece no importarle jugar con los contrastes entre los caracteres, más bien son personajes planos y poco explorados, extrañamente siendo los hermanos secuestradores, los que tienen mayor fuerza y contradictorios en sus propias personalidades, los demás, principalmente los principales carecen de motivaciones y los antagonistas, son una suma de estereotipos, que además no hace creíble al relato, punto fundamental y uno de los grandes fallos que se ven en clímax y final de la segunda obra de director nacido en Alemania.    


Aunque es obvia mi posición frente a esta película, si creo que es un producto técnicamente bien hecho, que parte de una muy buena idea y que está muy bien ejecutada dentro de su propio género, que infortunadamente se va diluyendo, en lugares comunes y salidas fáciles a nivel narrativo.

Recomendable a quien le guste el cine de acción, bellas mujeres y misterios sin resolver, porque finalmente es una película basada en el entretenimiento, y frente a esta idea, es un material que cumple tal expectativa.

Zoom in: 17 días de rodaje, alrededor de Bogotá (Mosquera, La Vega entre otros pueblos cercanos)
Tuvo financiación y fue ganadora del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, en Producción de Largometrajes.

Montaje Paralelo: Suspenso



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