"Amar el honor está en la mente de todo hombre; pero el hombre poco imagina que lo que es en verdad honorable está dentro de él y no en alguna otra parte".Bushido: Código del Guerrero
Segunda película del fotógrafo, realizador de videoclips y cineasta Anton Corbijn, quien ya había demostrado su talento y capacidad visual con los videos de U2, Depeche Mode, entre otros y, principalmente con su ópera prima: Control, película biográfica sobre el cantante de Joy Division, que muestra las capacidades del director holandés, básicamente en la composición fotográfica y en el manejo de los actores, "autoherencia" de sus propias fotografías de moda y retrato.
Aunque, la filmografía de este "novato" cineasta se reduce a estas dos películas (una tercera en posproducción), el nombre de Corbijn y su estilo se ha ido posicionando entre crítica y cinéfilos que buscan un cine pausado narrativa y visualmente, logrando integrar una marcada sobriedad, que se vislumbra no sólo en los personajes sino en el entorno mismo de la película.
Este elegante retrato de un asesino que busca la redención, y en ese camino su destino será sellado. La correcta y acertada interpretación de George Clooney, como un solitario pero efectivo mercenario que fábrica armas con la sutileza y pasión de un artesano; es, junto a la fotografía de Martin Ruhe, los grandes aciertos de este largometraje, que pone lo visual y estético a la par de un relato pausado, lleno de silencios y lirismo, que están puestos conceptualmente por la visión meticulosa y artística de Corbijn. Es una película, que como dice Roger Ebert: "no hay un sólo plano malo"; que se gesta desde los visual, pero no sólo como factura esteticista vacua, sino que la composición, encuadre, color y fotografía hablan de la compleja personalidad del personaje encarnado por Clooney (Jack), las contradicciones de éste y de los personajes que giran alrededor del asesino.
Además, se hacen claras las influencias del cine de samurais, sin dejar de lado al "spaguetti western", al cual se le rinde tributo con "Once Upon a Time in the West", y al mismo nombre de la película (I´ll Ammericano -error que se escuchaba en las película de este género-), y en general, que la parte final de este filme recuerda o asume las generalidades del western, no sólo en estructura sino en su propia moralidad y camino a la redención que tantas veces se vio de la mano de Sergio Leone. Sin dejar de lado, su clara cercanía al cine noir y suspense, pero enmarcado en una bella, melancólica y silenciosa fotografía, que recuerda al silencio y soledad de estos contenidos, ensimismados y funestos personajes.
Una película, que no fue muy bien recibida por el público, pero que en general tuvo muy buena acogida por parte de la crítica y aún en taquilla; que como se mencionaba anteriormente, posee una excelente fotografía, y la interpretación de Clooney, es más que correcta, sin embargo, no se le puede quitar el crédito a la dirección de Corbijn, quien es el motor estético y el que logra generar el buentono, elegancia o gusto que no sólo se refleja en la fotografía, sino en las actrices que participan, en la estupenda escena, en la cual Clooney fabrica el arma que será su punto de no retorno, en la sobriedad de los planos, del movimiento de cámara, y en la factura misma del filme.
Zoom in: basada en la novela de Martin Booth: A Very Private Gentlement.
Montaje Paralelo: El samurai (1967) - Ronin (1998) - La hora 25 (2002) - Drive (2011) - Cine de Samurais/SpaguettiWestern.
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