1 dic 2012

Breathless: El rompimiento de la forma


El estilo es el exterior del contenido y el contenido el interior del estilo, no pueden ir separados.

La Nueva Ola Francesa, se puede considerar, como el movimiento cinematográfico que más rupturas y posibilidades abrió en el lenguaje cinematográfico, no sólo en consideraciones estéticas o narrativas, sino a nivel formal y estructural del cine; por que si bien es cierto, que la Nueva Ola, es las más "antiacademicista" de los movimientos fílmicos, anteriormente citados, también es cierto, que es la que tiene mayor estudio y profundidad en sus postulados sobre cine, es decir, los estudioso y entusiastas del cine francés de los años 60 (finales del 50 y sus repercusiones), conocieron el cine a profundidad, para romper sus reglas, estructuras y aún bases de lo considerado "correcto". Y, obviamente Breathless o Al final de la escapada, es posiblemente la más radical y modernista de este movimiento, no sólo por sus "saltos" de raccord,  tiempo y espacio, sino por posibilitar un rompimiento de la forma cinematográfica; "desestructurando" la linealidad y el mismo carácter narrativo de las imagen. 

Las ortodoxas cualidades cinematográficas de Jean Luc Goddard, lo han convertido en referencia y estudio de las capacidades del cine, del montaje,  vídeo y,  hacer del audiovisual, una introspección que a través de la imagen se convierta en una catarsis de realidades, verdades y estilo; por que, como dice el director franco-suizo: "El cine no es un arte que filma vida, el cine está entre el arte y la vida".  

Radical e innovador, el cine de Godard como el mismo Godard, han hecho del cine y de sus propia ideas, todo un compilado de percepciones y postulados que le dan al cine no sólo, una estructura de entretenimiento sino una constante obra de investigación, memoria y cuestionamiento a la propia imagen, al propio medio.


Jean Luc Godard (corbata) y Raoul Cottard (Cámara)

Si bien es cierto, que en 1958 se da un punto de origen a la Nouvelle Vague, con la película   El Bello Sergio de Claude Chabrol, es con Breathless o A bout de Soffle (título original), que se puede hablar de un giro radical en los movimientos de cine y en la cinematografía en general; una película que al día de hoy no ha perdido su esencia de "postmodernismo", modernidad e innovación. 

La historia - que más bien recuerda a un Boonie y Clyde pop- en su linealidad tiene una profunda argumentación cinematográfica, tomando modelos del cine clásico americano, y citando literal y visualmente a éste, no dejando de lado la literatura y el naciente estudio filo/cinematográfico de André Bazin y de otros estudiosos del tema (incluyendo al Cahiers du Cinema y demás variantes); pero la ruptura discursivo/visual del montaje, es, a grandes rasgos, la identidad de la nueva ola. 




Más allá de la historia, que me resulta insustancial, y los personajes rayan en lo superficial; es el manejo del montaje, el juego con el tiempo, la música que se aleja de la narración y demás elementos, que rompen de manera abrupta la gramática cinematográfica, posibilitando una dinámica en la acción y en la historia, que perfectamente está concebida como una película de cine negro pero alterada por la innovación de Godard; además, el constante juego de atracción entre Jean Paul Belmondo y Jean Seberg, elucubra una idea sobre la rebeldía, la inmortalidad de la figura cinematográfica, y básicamente, todos los planteamientos literarios, cinéfilos del director franco-suizo; apuntes que se hacen imagen e imágenes, que con el tiempo se han hecho apuntes de los estudiosos del cine.


Con todas las identidades que harán famosa a la Nueva Ola: grabar en la calle, planos secuencia, diálogos largos, manipulación y variedad en el encuadre, cámara al hombro, y demás señales, se complementa esta búsqueda del amor, por parte de un joven delicuente- emulador de Bogart- hacía una joven americana, periodista, en constante búsqueda, preguntas; en cierto modo, Jean Seberg (Patricia) y Michel (Belmondo), se convierten en reflexiones del propio Godard.



Es evidente, aunque realmente, leyendo sobre Godard, se hace evidente que el cine del director, es una constante reflexión acerca del propio medio,los personajes parecen salidos de otras películas, las frases son citas sin comillas, las concepciones argumentales hablan sobre cine, y el cine de Godard, como él afirma, se convierte en una realidad filmada a 24 cuadros por segundo.


Cameo de Godard en la película
  

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El guión está basado en un escrito de Francois Truffaut, y Claude Chabrol colabora con una asesoría técnica y artística en el filme.
Jean Piere Melville, Truffaut, Daniel de Brocca (directores de cine) y el escritor Daniel Boulanguer, aparecen en la película.

Textos: http://www.foroellacuria.org/MemIndCult/2FBayonJeanLucGodardES2.pdf


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