Aunque no le hace honor al libro de Cormac McCarthy, esta película dirigada por el australiano John Hillcoat, quien tras la genial The Proposition, encara el difícil reto de llevar a la pantalla el libro del autor norteaméricano.
Pero Hillcoat, logra asimilar lo mejor de los textos de McCarthy y ese ambiente sucio y "western" que tanto escritor como director comparten en su estilo (por lo menos con The Proposition y McCarthy, por su estilo rural y cowboy que maneja en sus textos); y principalmente la decadencia y el "camino a ningún lado" por los protagonistas, donde destaca - el siempre carismático Viggo Mortensen - y el debutante Kodi Smit - Mchphee.
Una película, que sin llegar a los níveles del libro, es una experiencia que visual y narrativamente, logra enfatizar y conjugar un dramatismo y en algunos casos un nihilismo, que hacen más oscura y sobrecogedora la historia de Hombre y Niño, quienes finalmente son los héroes de este posapocalíptico cuento de desazón y decadencia humana.
En un ambiente tan desolador y frío, y la carretera como fondo, la relación padre e hijo, es lo esencial en el filme, y también el reto al llevar una historia donde finalmente no pasa nada, donde la ausencia de hechos y de datos (no se saben nombres, hechos) generan una empatía con estos personajes que pueden ser reflejo de una sociedad en decadencia o de la humanidad que continúa ese inútil viaje, llamado vida.
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