Una de las mejores películas de Jim Jarmusch (apreciación subjetiva), no sólo por la calidad visual que el señor Christopher Doyle logra a través de su genial paleta de colores y su percepción lumínica, o de la música que acompaña al film; es una de las mejores películas de Jarmush por que a través de su característico estilo narrativo, de minimizar el dramatismo, giros de acción; logra generar un "thriller" al más puro estilo Jarmusch, que está totalmente alejado de los estereotipos, íconos o elementos de una película de espías o cine negro, sino que conforma toda un ambiente de "collage" narrativo, que parecen ajenos, personajes, situaciones y vivencias del ambiente del filme.
Lo que nos cuenta la película es Un hombre de pocas palabras llega al aeropuerto de Madrid-Barajas y es enviado a un extraño viaje por España. Acaba encontrándose siempre con personas misteriosas que comparten con él cajas de cerillas.
Estas contienen papelitos con letras y números. Una vez leídos, se los
traga. Mientras que sus compañeros tienen intervenciones poéticas y filosóficas
cuando se encuentran con él, que varían de unas pocas frases a extensos
monólogos, el solitario no dice prácticamente ni una palabra. Entre
reuniones se sienta en cafés, mira cuadros en museos, se pasa las noches
en vela y vestido en la cama y hace ejercicios de Tai Chi.
Como es habitual en el cine del director norteamericano, las citas filosóficas, el ambiente por encima de la progresión dramática, los personajes solitarios, la multipluralidad y la lograda música configuran un relato pausado, extraño, con retazos de ideas y conocimientos - aún de la propia vida- del cineasta independiente. Sólo basta con tomar a la mujer que aparece desnuda, en la mayor parte del metraje y ver un cuadro de Paul Delvaux, o las referencias a cuadros de pintores españoles y los misteriosos personajes. Los diálogos filósofiocos, de ambigua naturaleza; son muchos elementos que con una España ajena pero con cierto aire a Road Movie, logran crear un todo cinematográfico de gran calidad.
Con una gran cantidad de estrellas invitadas y con el amigo personal de Jarmusch, Isaach de Bankolé, el cual ofrece unas actuaciones contenidas, de pequeños gestos muy acertados al estilo del filme.
Elipsis: El título de la película está tomado de un ensayo del poeta y literato underground William Burroughs, uno de los favoritos de Jarmusch.
Chistopher Doyle (Dir. de Fotografía) utiliza una película Fuji bastante descolorida para dar cierta atmósfera al filme
Elipsis: El título de la película está tomado de un ensayo del poeta y literato underground William Burroughs, uno de los favoritos de Jarmusch.
Chistopher Doyle (Dir. de Fotografía) utiliza una película Fuji bastante descolorida para dar cierta atmósfera al filme
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